Rokas Giedraitis (Taurage, 1992) regresará este domingo al Buesa Arena, la que fue su casa durante tres años entre 2020 y 2023. No será esta la primera vez que se reencuentre con los aficionados del Baskonia, aunque sí la primera vez que lo haga con la camiseta de La Laguna Tenerife tras dos temporadas en el Estrella Roja. Pese a su notable trayectoria en la Euroliga con 10,3 puntos de media, la máxima competición europea le ha cerrado las puertas, algo que el conjunto canario ha aprovechado para incorporar un alero sólido y con muchos tantos en las manos. ¿El resultado? Siete victorias de siete posibles entre la ACB y la Basketball Champions League hasta el momento.
¿Qué tal le van las cosas en esta nueva aventura en Tenerife?
De momento todo bien, no me puedo quejar. Estamos trabajando, hemos completado un primer mes perfecto, sin perder ningún partido, así que en general todo va bien tanto para mí, como para mi familia y para el equipo. El objetivo es seguir por este camino los próximos meses.
No es un mal lugar en el que vivir, ¿verdad?
No, desde luego. De hecho, lo primero que hizo mi mujer cuando llegamos aquí fue darme las gracias por haber elegido este destino (risas). Es un lugar muy agradable y estamos disfrutando mucho de la vida aquí en lo poco que llevamos.
¿No echa de menos competir en la Euroliga?
Sí, claro, la Euroliga es la Euroliga. Pero no teniendo la posibilidad de jugar en ella, creo que no hay un sitio mejor que este para mí ahora mismo. De hecho, cuando veo partidos de Euroliga por la tele no me siento mal ni me dan envidia, me siento feliz ahora mismo. Estoy disfrutando muchísimo jugando aquí. Tenemos compañeros estupendos, con mucha experiencia, y eso ayuda mucho.
“No pudiendo jugar en la Euroliga, en este momento no hay un sitio mejor que el Tenerife para mí”
¿No tuvo ninguna oferta para seguir en la Euroliga en verano?
No, nada. Hubo un par de equipos interesados, pero nada más. Nunca llegamos a negociar ni recibí ninguna oferta firme.
El Tenerife no juega en la Euroliga, pero tiene muchos jugadores que podrían hacerlo.
Sí, estoy de acuerdo. Creo que los resultados y el baloncesto que estamos haciendo lo demuestran. No hay más que ver cómo juega este equipo para darse cuenta de que tiene una plantilla muy experimentada y con mucha inteligencia dentro de la cancha.
Jugar junto a un base como Marcelinho Huertas facilita las cosas...
Sí, desde luego, ahora se me hace mucho más fácil jugar. Sólo tengo que centrarme en anotar y en hacer mi parte para ayudar al equipo a ganar, no tengo que asumir funciones en las que no estoy tan cómodo. Tengo más tiros abiertos y cortes fáciles a canasta.
Ya ha visitado más veces el Buesa Arena con el Estrella Roja. ¿Sigue siendo especial jugar en Vitoria?
Por supuesto que lo es. Jugué allí nada menos que tres años y es un lugar estupendo para mí y para mi familia, disfrutamos mucho de nuestra etapa en Vitoria. Va a ser un lugar especial para mí toda mi vida, no cabe duda. Tuve tres años fantásticos. Es cierto que no ganamos nada y se me queda esa espina clavada, aunque creo que fuimos competitivos los tres años y nos divertimos.
“Creo que el Baskonia tiene una buena plantilla, pero aún están buscando su ritmo”
¿Qué recuerdos tiene de su etapa en el Baskonia?
No sé, es difícil quedarse con algo en concreto, ya que no hubo un título o un momento que sobresaliera en concreto. Me quedo con la experiencia en general: Los compañeros, la afición, el personal, los entrenadores, la ciudad... Todo fue positivo.
¿Cómo se produjo su salida del Baskonia? ¿Tenía claro durante la temporada que iba a marcharse o lo decidió en verano?
Cuando me fui del Baskonia no me llamaron, no me hicieron ninguna oferta. No hubo ninguna conversación entre ellos y yo ese verano, así que no me quedó más remedio que encontrar un nuevo club. En ese momento apareció el Estrella Roja, pero eso ya fue en julio, alrededor del día 10. Allí estaba Dusko Ivanovic, que ya me conocía y yo también a él, así que eso facilitó que se diera el fichaje. Pero del Baskonia, como le digo, no hubo nada. No me llamaron.
¿No le extrañó no recibir una oferta después de tres buenos años?
Sí, me extrañó. Yo pensaba que me harían alguna propuesta por lo menos, fuera mejor o peor, pero nunca llegó. Pero eso es parte del negocio, ¿sabe? Ficharon al griego (Nikos Rogkavopoulos) en mi lugar, así que ya intuía que íbamos a separar nuestros caminos. Así son las cosas.
¿Qué opina del Baskonia de esta temporada?
Creo que tienen una buena plantilla, pero todavía están buscando su ritmo. No es fácil encontrar esa fórmula y menos aún cuando tienes que compaginar la Euroliga con la ACB. Al fin y al cabo, tanto el entrenador como muchos de los jugadores son nuevos y no se les puede pedir que se adapten desde el primer día. A quienes llegan desde la NBA, como Diallo, Nowell, Diakite o Simmons, y juegan por primera vez en Europa les cuesta. Necesitan tiempo, pero creo que partido a partido van mejorando. Vi el encuentro contra el Dubái y me pareció que jugaban bien al baloncesto, sobre todo en el Buesa Arena, donde es muy difícil ganar, lo sé por experiencia propia. Pienso que van por buen camino, veremos.
¿Qué guion de partido espera el domingo?
Seguro que será un partido difícil, nunca es fácil enfrentarse a un club de Euroliga. Es un buen equipo, con mucha energía y será duro, pero haremos todo lo que esté en nuestras manos para vencer. Queremos mantener nuestra racha ganadora.
¿Qué necesita hacer el Tenerife para ganar en el Buesa?
Tenemos que seguir jugando nuestro baloncesto como hasta ahora. Compartir el balón, defender bien y anotar los tiros liberados que tengamos. Creo que si seguimos jugando así y vamos añadiendo pequeñas cosas cada día podemos llegar lejos. Tengo muchas ganas de enfrentarme al Baskonia.
Ya no quedan muchos compañeros de su etapa aquí...
No, sólo Markus Howard y Tadas Sedekerskis, pero tengo ganas de verlos, sobre todo a Tadas, que es un gran amigo y compañero también en la selección. Hablamos mucho, nos llamamos por teléfono el uno al otro... Siempre es agradable juntarnos y divertido jugar contra él.
“Echo de menos la Euroliga, pero cuando veo partidos por la tele tampoco me da envidia”
Con la selección logró el Oro sub-19 y sub-20, pero luego le costó entrar en la absoluta. ¿Por qué?
No lo sé, entrar en la selección de Lituania es difícil con las altas expectativas que se generan cada año. Siempre ha estado arriba y creo que este verano en el Eurobasket también hemos demostrado cómo podemos jugar. Obviamente, es un equipo nuevo, con muchos cambios. Sin embargo, el futuro es brillante para nosotros, especialmente con los lituanos que están en la NBA como Domantas Sabonis y Matas Buzelis. En cuanto a mí, mi rol ha sido pequeño, así que es difícil sumar algo con pocos minutos.
Ahora le entrena Txus Vidorreta, que dejó aquella frase con Kotsar cuando usted estaba en Baskonia. ¿Se lo ha recordado?
No, no hemos hablado de eso. Esto es baloncesto y esas cosas pasan. Hay que separar lo que sucede dentro de la cancha de lo que sucede fuera de ella. Yo ahora estoy en Tenerife, estoy feliz aquí y Txus es un magnífico entrenador, que presta mucha atención a los detalles. Estoy aprendiendo muchas cosas de él, es un técnico diferente. Todavía necesito tiempo para adaptarme a sus sistemas, ya que los trabaja en profundidad, esa es su filosofía. Además, me incorporé más tarde por el Eurobasket, así que se me está haciendo algo más difícil asimilarlo todo, pero poco a poco me voy adaptando. Confío en mejorar con cada semana que pase.
src="https://www.noticiasdegipuzkoa.eus/statics/js/indexacion_Trebe.js">