Tras la llegada de Lamar Peters, un base que de momento no ha elevado las prestaciones del timón en sus dos primeras apariciones, el siguiente objetivo del Baskonia radica en sellar la desvinculación de Landry Nnoko para hacer hueco a un pívot más consistente.

Pues bien, según ha podido saber este periódico, uno de los nombres que figuran encima de la mesa de la dirección deportiva es Bismack Biyombo, un center actualmente sin equipo pero con un pasado lustroso tras haber disputado las diez últimas temporadas en la NBA repartidas en tres franquicias distintas (dos etapas en los Charlotte Hornets, Toronto Raptors y Orlando Magic).

Congoleño de 29 años y 2,03 metros de altura, Biyombo -que tiene pasaporte cotonou- no necesita casi tarjeta de presentación porque, además, disputó catorce partidos en el Fuenlabrada en la campaña 2010-11. Previamente había militado desde 2009 en el Illescas, su equipo vinculado. Su aterrizaje en el club afincado en el sur de Madrid se produjo precisamente a raíz del fichaje de Esteban Batista por el Baskonia.

En este modesto de la ACB no permaneció excesivo tiempo ya que tras su exitosa participación en el Nike Hoop Summit -donde dejó un excelente sabor de boca a los scouts estadounidense-, el poste no regresó a la liga española tras reclamar la rescisión de su contrato debido a unos supuestos impagos. La demanda de Biyombo no llegó a buen puerto y para hacer realidad su sueño americano tuvo que pagar el importe de su cláusula al Fuenlabrada. Su director deportivo Ferrán López había echado previamente sus redes sobre él tras verle entrenar en Vitoria a las órdenes de Pepe Laso durante el verano de 2009.

Este futurible del Baskonia inició entonces un largo periplo en la NBA que le ha llevado a disputar la friolera de 702 partidos. Prueba de su potencial es que fue escogido por Sacramento con el número 7 en el draft de 2011, aunque los Kings le enviaron inmediatamente a los Bobcats. Biyombo pasó cuatro años en Charlotte, más tarde militó una temporada en Toronto, a renglón seguido jugó otros dos ejercicios en Orlando y, para cerrar el círculo, decidió regresar nuevamente a los Hornets en 2018. En concreto, viene de promediar 5 puntos y 5,3 rebotes en más de 20 minutos durante los 66 partidos que disputó la pasada campaña.

Descubierto para el baloncesto por Mario Palma, exseleccionador de Angola y Jordania, cuando estaba compitiendo en el Al Tilal Aden de Yemen, Biyombo posee unas características muy definidas bajo los aros. Mide unos raquíticos 203 centímetros, pero dispone de una envergadura brutal -cercana a los 2,30- que le permite condicionar el juego del equipo rival desde la defensa.

Su capacidad de salto, su movilidad, sus largos brazos y su intimidación siempre le han permitido conseguir un gran número de tapones por encuentro, por no hablar de su capacidad para colocar bloqueos contundentes que permiten los tiros liberados de los exteriores.

El punto débil de Biyombo es que no es ningún virtuoso en ataque. Con pocos fundamentos técnicos, se limita a anotar en acciones por encima del aro o mediante alley oops tras un perfecto servicio del base. El tiro libre ha sido, por ejemplo, un suplicio durante toda su carrera, aunque está claro que si finalmente termina recalando en el Baskonia no tendrá la imperiosa exigencia de ser un primer espada a la hora de sumar en ataque.

Nnoko es la pieza más susceptible de abandonar Vitoria porque, a diferencia de Matt Costello o Steven Enoch, firmó el pasado verano un contrato de una única temporada de duración con unos emolumentos que no son excesivamente altos. La cotización de Biyombo no estaría en condiciones normales al alcance del Baskonia, pero el hecho de que se encuentre ahora libre varía de forma radical el panorama y abre la puerta a su posible desembarco en la capital alavesa como el segundo refuerzo con la temporada ya iniciada.

El congoleño considera que su etapa en la NBA ya no tiene excesivo recorrido y le ha trasladado a los dirigentes del Baskonia su predisposición a recalar en Vitoria por encima de otras posibles ofertas desde Turquía y Rusia. Su prioridad radica en jugar en la ACB y lógicamente la entidad del Buesa Arena le seduce a la hora de vivir una nueva experiencia en España.