Una temporada tan atípica para todos como la actual tenía que presentar igualmente un epílogo fuera de lo normal y así debe catalogarse sin ninguna duda la marcha de Luca Vildoza a la NBA hace apenas unos días. Una despedida que obligó al Baskonia a mover ficha y buscar rápidamente un recambio al argentino. Así se produjo la contratación de Quino Colom y, a renglón seguido, la de Frantz Massenat, que fue presentado ayer de manera oficial tras debutar en la noche del jueves con la camiseta azulgrana ante el Gipuzkoa Basket. Dos jugadores que se incorporan a la disciplina de Dusko Ivanovic a las puertas de los play off, en los estertores del curso, con el objetivo de dar un empujón al grupo en la siempre complicada pelea por el título.

Una circunstancia que, obligada por las circunstancias o por voluntad propia, la entidad de Zurbano ha vivido en múltiples ocasiones a lo largo de su historia. De hecho, resulta casi una norma de obligado cumplimiento el que el vestuario del Buesa acoja algún inquilino nuevo cuando están a punto de arrancar las eliminatorias que acabarán coronando al campeón de Liga.

Estos movimientos, sin embargo, en contadas ocasiones han ofrecido el resultado que se buscaba. De hecho, son clara mayoría los casos en los que los fichados han pasado sin pena ni gloria por el Baskonia respecto a los que han dejado huella positiva. La cosecha recogida, por lo tanto, ha resultado bastante escasa hasta ahora. Una tendencia que tratarán de cambiar este curso Colom y Massenat.

Desde que arrancó este siglo, han sido veintidós las ocasiones en las que la escuadra gasteiztarra ha movido ficha para afrontar los play off. En algunas ocasiones simplemente recuperando a jugadores que tenía cedidos en otros destinos y que ya habían acabado de competir allí (Nocioni en 2001, Hanga en 2015 o Sedekerskis, Kurucs y Raieste el pasado curso) pero la mayoría acometiendo contrataciones en las que se habían depositado esperanzas importantes.

En este listado destacan con fuerza algunos nombres que ofrecieron un rendimiento que les permitió ganarse un hueco en el corazón de los seguidores baskonistas. Es el caso por ejemplo de Milt Palacio, que en el curso 2009-10 fue el contrapunto perfecto de Marcelinho Huertas en la dirección para llevar al Baskonia a la conquista de su penúltima Liga. El de Belize repitió un año después, pero su respuesta fue ya sensiblemente inferior.

Otros jugadores que consiguieron salir airosos del difícil trance de sumarse a un equipo hecho justo en el momento de la verdad fueron el inolvidable Chris Corchiani -pareja de baile perfecta para Elmer Bennett- en el año 2000 o el argentinoRoberto Gabini -se ganó su renovación para la siguiente campaña- en la temporada 2003-04. Más recientemente Ricky Ledo, en el curso 2016-17, también dejó un buen sabor de boca. Otros muchos, sin embargo, pasaron sin pena ni gloria por el Buesa Arena.

Temporada 1999-00. Chris Corchiani.

2000-01. Andrés Nocioni (tras completar su cesión en el Básquet Manresa (LEB Oro).

2003-04. Marco Carraretto, Roberto Gabini y Brandon Kurtz.

2004-05. Drew Nicholas.

2006-07. Lou Roe.

2008-09. John Lucas III.

2009-10. Milt Palacio.

2010-11. Milt Palacio y Vladimir Dragicevic.

2011-12. Andrés Nocioni.

2013-14. Alex Renfroe.

2014-15. Scotty Hopson y Adam Hanga (tras completar su cesión en el Avelino italiano).

2015-16. Michael Roll.

2016-17. Ricky Ledo.

2019-20. Tadas Sedekerskis, Arturs Kurucs y Sander Raieste tras regresar de sus respectivas cesiones.

2020-21. Quino Colom y Frantz Massenat.