- Aunque en todo deporte de equipo el colectivo está por encima de la individualidad, a nadie le amarga el dulce que supone ser reconocido como el jugador más destacado de la Copa del Rey. Un galardón de MVP que cuenta con varios aspirantes claros en la parrilla de salida de la competición, pero que en no pocas ocasiones ha acabado recayendo en un nombre inesperado. En su idilio copero, el Baskonia acumula siete trofeos al mejor jugador (Arlauckas, Perasovic, Laso, Bennett, Tomasevic, Prigioni y Teletovic) y solo el Barcelona le supera en este apartado con uno más. Además de recuperar el título copero, los pupilos de Dusko Ivanovic tratarán de alzar también este reconocimiento personal y uno de los focos principales será un Pierria Henry (9,7 puntos, 5 asistencias, 1,2 robos y 12,2 de valoración) que es la pieza fundamental del engranaje de un TD Systems en el que, en todo caso, el brillo está muy repartido y que estadísticamente tiene en Achille Polonara (15,2 de valoración) a su jugador más destacado esta campaña.

Los nombres que aparecen por encima del resto pertenecen a los grandes favoritos. Y si una brilla con luz especial, sin duda es el de Nikola Mirotic, quien ya fue MVP de la Copa en 2014. El jugador mejor pagado de Europa lidera al Barcelona desde hace año y medio (14 puntos, 5,1 rebotes y 17,8 de valoración), pero en este devenir no ha conseguido alzar ni un solo título, de lo que tratará de resarcirse en la que fue su casa durante muchos años antes de irse a la NBA. Eso sí, en la plantilla que maneja Sarunas Jasikevicius -el lituano no se llevó nunca este galardón en su etapa como jugador- sobran los nombres que se pueden llevar el reconocimiento, con los Cory Higgins, Adam Hanga o Nick Calathes como ejemplos claros.

En la acera de enfrente, la del Real Madrid, la marcha a Estados Unidos de Facundo Campazzo (MVP en 2020) ha dejado como líder indiscutible del equipo de Pablo Laso -MVP dirigiendo el primer título del Baskonia, en 1995- a Walter Tavares. El gigante caboverdiano firma 10,3 puntos, 8,3 rebotes, 2,1 tapones y 18,7 de valoración, pero su relevancia está muy por encima de las estadísticas y sus 220 centímetros condicionan los partidos. A las órdenes del técnico vitoriano se encuentran Rudy Fernández y Sergio Llull, que son los dos jugadores en el torneo con más galardones, con tres y dos respectivamente.

En la siguiente línea de aspirantes aparece el rival del Real Madrid en cuartos de final, un Valencia Basket en el que Bojan Dubljevic lleva años siendo referente. El pívot está siendo cada vez más dosificado y cuenta con acompañantes de mucho talento, pero sus 12,4 puntos, 5,6 rebotes y 16,1 de valoración suponen los mejores registros taronjas.

Los mayores credenciales para aspirar al MVP los presenta Giorgi Shermadini. El pívot georgiano del Lenovo Tenerife llega al torneo como el jugador más destacado de la ACB, con una valoración global de 23,3 créditos merced a sus 17,3 puntos, 5,8 rebotes y 5,3 faltas recibidas de media.

Otro gigante, Ante Tomic, ondea la bandera de las opciones del Joventut. El experimentado pívot promedia 12,7 puntos, 5,5 rebotes y 15,9 de valoración y se ha convertido en el gran faro verdinegro.

El Hereda San Pablo Burgos se caracteriza por ser un bloque muy homogéneo, con la responsabilidad repartida entre varios jugadores, pero la magia estará en manos de Thad McFadden, gracias a esa facilidad para anotar que le lleva a conseguir 13,2 puntos por encuentro con una eficacia en los lanzamientos muy elevada para un jugador de perímetro.

Por último, en el Unicaja el foco estará puesto en otro pequeño con una capacidad anotadora que la hace brillar. Darío Brizuela comanda el ataque de los malagueños con sus 13,7 puntos por partido.