El Baskonia se rompió ayer en la segunda mitad. Y no es la primera vez. El conjunto gasteiztarra mostró ayer dos caras totalmente distintas en la cancha del Asvel, en la que era posiblemente la última oportunidad de reengancharse a la pelea por entrar en el Top 8. En la primera mitad el conjunto de Dusko Ivanovic recordó al mejor Baskonia de la temporada, férreo en defensa y rápido y eficaz en transición. Llegó al descanso con la sensación de que solo una debacle podía arrebatar el triunfo al conjunto gasteiztarra. Y la debacle ocurrió. Un tercer cuarto nefasto tiró por la borda todo el trabajo realizado por el TD Systems en la primera mitad y por momentos pasó de parecer un equipo de Euroliga a uno de categorías inferiores. Para cuando el equipo quiso reaccionar, ya era demasiado tarde.

El Baskonia saltó a la cancha decidido a hacer olvidar la dolorosa derrota sufrida en su anterior partido de liga contra el Valencia Basket, en el que cayó por 83-61 después de haber liderado el partido 14-23 en el primer cuarto. Con Fall de titular y Raieste en el puesto de escolta, el equipo mostró una versión bien diferente, superando a un equipo tan físico como el Asvel en energía e intensidad y poniendo tierra de por medio en los primeros instantes. El primer cuarto fue un monólogo de Youssoupha Fall, que hizo trizas la defensa local y sumó 11 puntos en el primer cuarto, acompañado de un buen Giedraitis con 7. Sin embargo, serían los únicos puntos que sumaría el gigante pívot en todo el partido.

En el segundo cuarto, el Baskonia mantuvo el mismo ritmo de juego y cosechó la máxima ventaja del partido, 20-34, gracias a un 2+1 de un Henry que parecía resucitar por momentos. El Asvel logró frenar la sangría de puntos y llegar al descanso con un 35-46 que parecía incluso corto por lo que habían propuesto cada uno de los equipos. Sin embargo, como bien avisó Ivanovic en la entrevista flash del descanso, todavía quedaba por jugar la segunda parte.

Las palabras del montenegrino resultaron ser una premonición de lo que ocurriría después. Puede que a las mentes de los jugadores baskonistas regresaran los fantasmas de lo ocurrido hace unos días en la Fonteta o que la gasolina, una vez más, no fue suficiente para completar 40 minutos. El caso es que el equipo salió desorientado, incapaz de anotar canastas ante un Asvel que, sin hacer nada que no hiciera en la primera parte, se fue creciendo a medida que el Baskonia se hundía y comenzó a creer en la remontada.

Ivanovic, incrédulo ante lo que sucedía sobre el parqué, probó a realizar cambios en el quinteto, pero ninguno funcionó. Las malas decisiones de Henry, Dragic y Giedraitis, los dolores de espalda de Vildoza y los errores de Fall y Jekiri hicieron que ninguna variante funcionara. Probó a todos excepto a los cuatro canteranos. Raieste, a pesar de su buen arranque, no volvió a jugar, Sedekerskis no entró hasta el final y Diop y Kurucs ni siquiera pasaron por la cabeza del técnico.