Tras el exitoso y premiado camino por festivales, Andrea Jaurrieta lleva Nina a las salas de cine el próximo 10 de mayo con la actriz vitoriana Patricia López Arnaiz como protagonista.
Llega el momento de estrenar en salas. ¿Qué le gustaría que pasase entre el público tras ver la película?
–Quiero que genere debate, que la gente hable de lo que han visto en la película y qué haría cada uno. Creo que el filme deja los suficientes cabos sueltos y preguntas en el aire como para que el espectador salga y tenga ganas de hablar de la película. Así que, para mí, lo óptimo sería, primero, que haya debate y, segundo, que la gente la recomiende.
La historia parte de una mujer herida en la juventud por un abuso que ahora busca venganza. Es un argumento duro que se plantea como un western y alguien podría pensar que es una elección un tanto frívola.
–Lo que he intentado buscar es encontrar ese equilibrio entre el cine de género y un tema que tiene un componente social y actual muy importante. El uso de este género cinematográfico me permite afrontar la temática desde una violencia que para mí es simbólica. Si fuéramos a algo más realista, sería más difícil de tratar. Primero, me permite acercarme a ese cine clásico, que era para mí lo importante, y, segundo, me da cierta libertad creativa para poder tratar el tema desde una violencia que en la realidad ni tenemos ni, por supuesto, defiendo.
En la cabeza de la creadora, antes del casting, habría otras caras en los personajes. ¿Eso has sido lo más complicado, acertar con la elección?
–Sabes lo que pasa, que a mí me gusta mucho trabajar con el reparto porque, sí, yo he escrito unas palabras pero cuando esos actores y actrices ponen la historia en pie es cuando de verdad empieza a existir. Me gusta trabajar desde lo que ellos y ellas me dan. Desde que conocí a Patricia, tenía muy claro que tenía que ser Nina porque tiene esa fragilidad y esa dureza que me permitía jugar con la fragilidad del dolor y la fuerza de las divas del Hollywood clásico.
¿Es Andrea Jaurrieta una persona vengativa?
–No... bueno, en la ficción, sí (risas).
Hay en su película unos cuantos guiños a los western.
–Es que quiero recuperar ese cine clásico, quiero conectar con cierta parte del público que ha crecido con ese tipo de películas. Hay guiños a películas y personajes que si te gusta el western clásico, vas a ver de manera clara.
¿Le gustaban ya de niña?
–Los western los he descubierto más de mayor, no te creas. Obviamente mi padre me ha puesto muchos western pero el interés por ellos ha crecido después.
Llega el estreno y hay que acompañar a la película, pero seguro que nuevos proyectos esperan...
–Tengo uno que vamos a ver cuándo saco tiempo para seguir escribiendo. Es una película sobre una relación erótica entre dos señoras. Por ahí va.