Dura derrota para el TD Systems Baskonia ante un rival directo en la batalla por entrar en el play off de la Euroliga. Los locales, que vivieron un partido con constantes altibajos, se encontraron con un Zenit machacón que no concedió ninguna facilidad a los gasteiztarras y selló la victoria en el arranque del último cuarto. Los primeros minutos dejaron en evidencia cuál era el objetivo tanto de Dusko Ivanovic como de Xavi Pascual: Defender, defender y volver a defender. Ambos equipos pusieron en práctica esa máxima y los puntos se hicieron de rogar.
Gudaitis abrió el marcador desde la línea de tiros libres, pero la primera canasta de campo no llegó hasta pasados cuatro minutos y medio de partido, en una bandeja de Giedraitis en transición. A partir de entonces los puntos empezaron a llegar en ambas canastas, eso sí, con cuentagotas. Con Peters en el campo después de un errático inicio de Polonara, que falló dos bandejas fáciles, el TD Systems Baskonia empezó a mover el balón con velocidad y a encontrar grietas en la defensa rusa. Un muy enérgico Kurucs aportó electricidad al quinteto y se ganó no ser sustituido hasta el final del primer cuarto, que terminó con un 13-10 favorable a los locales, que pudo ser mayor si hubiera protegido mejor los rebotes defensivos.
El segundo cuarto empezó igual que terminó el primero, con el combinado azulgrana robando balones y el Zenit ahogándose en su desacierto desde la línea de tres puntos. Por un momento, pareció que los de Dusko Ivanovic, que se pusieron 17-10, podían romper el partido, pero el Zenit empezó a encontrar la fórmula de hacer daño a los locales. Pangos y Poythress se echaron al equipo a la espalda, las canastas desde más allá de la línea de 6,75 metros comenzaron a entrar y los rusos se pusieron por delante en el marcador gracias a un parcial de 0-8 en cuestión de un par de minutos. Al Baskonia, que tanto le había costado construirse una ventaja, empezaron a entrarle las dudas tanto en ataque como en defensa y el Zenit, imperturbable, empezó a anotar con demasiada facilidad. Dusko Ivanovic paró el partido, movió continuamente el banquillo para intentar achicar agua, pero no hubo manera. Dragic fue el único hombre que le funcionó en el segundo parcial y de hecho llegó al descanso (28-34) con Henry y Vildoza en el banquillo y el esloveno como base, en un quinteto inédito.
REACCIÓN TRAS EL DESCANSO Le debió gustar a Ivanovic su actuación, ya que en el tercer cuarto salió de inicio en sustitución de Kurucs, y, aunque no fue protagonista, el cambio funcionó. Un triple de Giedraitis nada más salir a la cancha, seguido de un taponazo descomunal de Jekiri a Thomas y un 2+1 del propio pívot nigeriano, supuso la igualada. Giedraitis calentó la muñeca y el Baskonia pudo incluso marcharse en el marcador, pero un imparable Poythress mantuvo al Zenit en el partido en ataque, con ocho puntos durante la mejor racha del conjunto local. El Baskonia llegó a colocarse cuatro puntos arriba, 42-38, pero la llama de Giedraitis se apagó y el Zenit volvió a meterse en el partido gracias a varios triples punteados que se jugó el lituano.
Ambos conjuntos fueron intercambiándose golpes hasta que el Baskonia empezó a sufrir un bajón de rendimiento similar al del segundo cuarto. Los rusos lo aprovecharon y anularon la reacción baskonista tras el descanso, que quedó en nada y los visitantes llegaron al cuarto decisivo cinco puntos por delante en el marcador. Los gasteiztarras, sin embargo, lejos de despertar en la reanudación, se vinieron abajo y se quedaron sin ideas en ataque y sin intensidad en defensa. Ponitka y Gudaitis sacaron a relucir su mejor versión y castigaron cada posesión azulgrana desaprovechada con puntos en el lado contrario de la cancha. Los de Xavi Pascual rompieron el partido a base de regularidad y se llegaron a colocar con una máxima de 17 puntos de ventaja al poco de comenzar el último cuarto, 53-70, tras encadenar un parcial de 4-23. El Baskonia bajó los brazos y, aunque en el tramo final logró maquillar el marcador e incomodar a su rival, en ningún momento dio la sensación de ser capaz de llevar a cabo una remontada épica como la que se ha visto en otras ocasiones este curso. Finalmente, victoria merecida para el Zenit, que dio a probar a los locales de su propia medicina con una gran defensa.