- La cruel derrota con la que el TD Systems Baskonia regresó a casa desde Moscú constató una preocupante evidencia que se viene repitiendo de manera terca desde el arranque de la campaña. El equipo vitoriano nunca le pierde a los partidos y su espíritu de supervivencia se halla fuera de toda duda, pero no termina de reinar en aquellas jornadas que se resuelven con una moneda al aire.

Ese no es precisamente un síntoma de fortaleza mental, una de las virtudes que no puede faltar jamás en el particular catálogo de un Ivanovic siempre inconformista. El montenegrino tiene motivos suficientes para ejercer como psicólogo y trabajar el aspecto mental visto que a nivel baloncestístico sus pupilos compiten de forma notable.

Y es que seis de las ocho derrotas azulgranas entre Supercopa, Liga ACB y Euroliga -dos ante el Barcelona y una ante el Burgos, el Joventut, el Asvel Villeurbanne y el CSKA- se han producido por 4 ó menos puntos, una diferencia irrisoria fraguada en un tiro mal seleccionado, algún rebote que se marchó al limbo o un acierto puntual del contrario. Las otras dos derrotas se produjeron ante el UCAM Murcia (75-83) y el Estrella Roja (90-73), únicas jornadas en las que el Baskonia ha carecido de opciones reales para llevarse el triunfo.

Quizás falte ese escolta diferencial del que disponen otros rivales directos con el fin de conseguir el ansiado salto de calidad, el grupo adolezca todavía de las tablas imprescindibles para decantar la balanza a su favor en un momento de máxima tensión o Ivanovic necesite conceder galones a otros jugadores que no sean Luca Vildoza y Pierria Henry a la hora de jugarse los balones calientes. En cualquier caso, toca hacer autocrítica para ahuyentar cuanto antes estos inquietantes fantasmas que podrían aparecer en el próximo final parejo.

Lo cierto es que el Baskonia volvió a exhibir dudas y careció de la pócima ganadora en Moscú en otro epílogo de un partido al que se agarró con uñas y dientes gracias a los ramalazos de orgullo de Henry y la hegemonía interior de Fall. Tras remontar 15 puntos en cinco minutos, aparecieron de nuevo esos miedos en la cabeza que acostumbran a jugar malas pasadas y el CSKA, tal y como han hecho otros adversarios este ejercicio, le dejó descompuesto.

Después de que un desatado Hilliard embocara un triple mortal de necesidad que elevó el 87-84 al marcador, la desacertada gestión de Vildoza en el siguiente ataque sepultó las esperanzas alavesas. El argentino, asediado por Shengelia pero con tiempo suficiente como para haber buscado una mejor opción, seleccionó un tiro muy forzado desde la esquina que casi no tocó el aro local. Giedraitis se estrelló luego contra un bosque de brazos tras capturar dos rebotes ofensivos.

Los pupilos de Ivanovic se vieron entonces privados de una prórroga en el Megasport Arena y quedaron revividas de esta manera las viejas pesadillas de otros encuentros en los que el Baskonia careció de instinto asesino a la hora de obtener la recompensa a su notable trabajo.

Fue el enésimo desenlace frustrante para un equipo cuyo incuestionable carácter competitivo no se traduce en victorias en una Euroliga donde empieza a ceder terreno tras encadenar tres derrotas consecutivas. Todas ellas por un estrecho margen en una clara muestra de que la línea entre el éxito y el fracaso en el deporte es, en ocasiones, muy fina.

El Barcelona aprovechó la pájara alavesa en los cuatro minutos finales para endosar un parcial de 0-11 y conseguir un triunfo que Jasikevicius calificó como milagroso. Frente al Asvel, que siempre llevó la iniciativa en el Buesa Arena, los últimos ataques baskonistas también fueron un constante quiero y no puedo mientras nadie podía armar el brazo desde el 6,75 para enviar el choque a la prórroga.

En la ACB se han registrado otros episodios funestos y el oponente de turno ha sabido dar el golpe de gracia a un Baskonia obligado a rumiar algún desencanto monumental. Las derrotas acaecidas en Burgos y Badalona tras el postrero palmeo de Jasiel Rivero y un triple sobre la bocina de Ferrán Bassas, respectivamente, forman parte de los pasajes más crueles vividos hasta ahora por el maratoniano azulgrana.

9-8

El TD Systems Baskonia ha disputado 17 partidos entre las tres competiciones habiendo ganado nueve y perdido ocho. Es decir, tiene poco más de un 50% de triunfos en la actual temporada.

Por un margen mínimo

Más abultadas

El equipo vitoriano nunca le pierde la cara a los partidos, pero necesita encontrar referentes al final para ver premiados sus méritos