- El TD Systems Baskonia se verá hoy las caras con el San Pablo Bugos, uno de los equipos del momento y dirigido por Joan Peñarroya, el entrenador de moda. El club burgalés logró hace una semana alzarse con la Champions League de baloncesto, el primer título de su breve pero intensa historia como equipo profesional -anteriormente conocido como Club de Baloncesto Miraflores, decidió dar el salto en 2015 adquiriendo la plaza en LEB Oro dejada por el Tizona-. Dos temporadas después, en 2017, logró el ansiado ascenso a la Liga Endesa y en 2019 Joan Peñarroya, el hombre que ha llevado el club a otra dimensión, tomó las riendas del equipo. Sus éxitos en poco más de un año al frente del conjunto burgalés lo han situado en la lista de deseos de los grandes clubes del continente.

La vida de Peñarroya ha girado siempre alrededor del baloncesto. El de Tarrasa, de hecho, tuvo una dilatada carrera como jugador de baloncesto. Se formó en la cantera del Manresa y allí pasó la mayor parte de su trayectoria como profesional. Su zurda le dio muchas alegrías a lo largo de su carrera, en la que destacó como un gran tirador en la posición de alero. Además de sus tres etapas en el Manresa, también jugó en Tenerife, en León y en Ourense. En el Manresa fue entrenado por Pedro Martínez, de quien seguro que sacó muchas de las ideas que ahora aplica en el San Pablo Burgos. Ahora le sigue los pasos su hijo Marc, que ya sabe lo que es jugar en la ACB con el Baxi Manresa y que probablemente se vea las caras más de una vez con su padre en los próximos años.

Poco después de colgar las zapatillas, Peñarroya empezó su carrera como entrenador en el Olesa i Navás de la Liga EBA, donde permeneció durante cuatro temporadas. Su buen rendimiento allí despertó el interés del Andorra, que lo fichó en 2010 cuando todavía militaba en LEB Plata. Con la llegada del técnico catalán, la historia del club del Principado cambió totalmente y en cuatro temporadas certificó dos ascensos para alcanzar la máxima categoría del baloncesto estatal, en la que se ha mantenido hasta el momento. En 2018, tras ocho fructíferas temporadas en Andorra, decidió salir en busca de nuevos retos y fichar por el equipo de su vida, el Baxi Manresa. Allí cuajó una meritoria temporada al lograr el pase para el play off de la Liga Endesa, en el que cayó eliminado ante el Real Madrid.

Eso sí, Peñarroya se logró vengar de los merengues la pasada temporada. Tras su aventura de un año en Manresa, el catalán decidió hacer efectiva la cláusula que le permitía salir del club y fichó por el San Pablo Burgos. Ya desde el arranque de la temporada, el cuadro castellanoleonés sorprendió con su competitividad y buen juego, que lo llevó a codearse con los mejores. Tras el parón por la pandemia, el equipo entró en la fase final de la competición y logró dar la sorpresa al eliminar al Real Madrid en la fase de grupos y clasificarse para la semifinal de la Liga Endesa. Allí no logró superar al Barcelona, pero estuvo a punto de alcanzar la final de la ACB en la primera temporada con Peñarroya al frente. También se quedó a las puertas del partido decisivo en la Copa del Rey. Sin embargo, el equipo siguió empeñado en su búsqueda de un título y la semana pasada logró alzarse con la Champions League que organiza la FIBA al derrotar al AEK Atenas por un contundente 74-85.

Peñarroya no solo es conocido por saber sacar el máximo de sus equipos, su carácter tampoco pasa desapercibido. Se trata de un entrenador que vive con muchísima intensidad los partidos, se deja la garganta en la pista y no se casa con nadie. Sus broncas en los tiempos muertos cuando sus jugadores no dan el 100% se han convertido en marca de la casa, palabras malsonantes incluidas. Si el equipo cumple, es el primero en aplaudir su trabajo.

Guste más o menos su manera de dirigir a su plantilla y vivir el baloncesto, la realidad es que funciona y ha convertido al San Pablo Burgos en uno de los conjuntos más vistosos de la Liga Endesa. Juega un baloncesto dinámico, moderno, con mucha movilidad e intensidad defensiva. No es de extrañar que una ciudad que vive el baloncesto como Burgos se haya volcado con el equipo, cuya progresión parece no tener techo. Con tres victorias y una única derrota en liga contra el Barcelona, no es descabellado decir que el Baskonia se enfrenta hoy a uno de los mejores equipos de la competición.