- La constatación de que el baloncesto ACB se reanudará con un torneo exprés en Valencia del 17 al 30 de junio constituye un indudable alivio para los aficionados al deporte de la canasta y, al mismo tiempo, origina un pequeño problema a Dusko Ivanovic. Y es que, tras una temporada repleta de contratiempos físicos donde el Baskonia ha purgado en muchos tramos la falta de efectivos, la situación se ha invertido por completo para encarar con bríos renovados la fase final de la competición doméstica en la Fuente de San Luis. roster de doce hombres inscritos deberán figurar los imprescindibles cuatro cupos de formación. El técnico montenegrino dispone en estos instantes de 14 baloncestistas, sin contar lo que pueda suceder con un Patricio Garino que afronta ya la recta final de la recuperación de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha sufrida en noviembre del año pasado. Un excedente de jugadores que le obligará a realizar dos descartes sabiendo de antemano que, tal y como dicta la legislación vigente, en el

Tras las inmejorables noticias procedentes de la enfermería azulgrana en estos últimos días, la plantilla baskonista está integrada actualmente por un número más alto del habitual. Cinco bases (Pierria Henry, los recuperados Luca Vildoza y Jayson Granger, Sergi García y Arturs Kurucs), cuatro exteriores (Matt Janning, Zoran Dragic, Miguel González y Shavon Shields) y cinco interiores (Tornike Shengelia, Achille Polonara, Ilimane Diop, Micheal Eric y Youssoupha Fall) trabajan a destajo en las instalaciones del BAKH.

El quebradero de cabeza para Ivanovic podría haber sido de mayor envergadura de no mediar la fuga de Semaj Christon durante el confinamiento propiciado por la emergencia sanitaria. El base estadounidense no está ni tampoco se le espera en Vitoria mientras el expediente disciplinario incoado por el club tras marcharse a su país natal sin permiso sigue su curso y una posible rescisión de contrato se abre paso cada vez con más fuerza. Su espantada no debería mermar la estabilidad de una superpoblada dirección de juego en la que tienen visos de producirse los dos sacrificios por parte del cuerpo técnico.

Es altamente probable que uno de los jugadores predestinados a ver los toros desde la barrera sea un recién llegado como Arturs Kurucs. Pese a que el pujante letón -integrante del VEF Riga de su país natal hasta la pandemia- tendrá una butaca fija en el Baskonia de la campaña 2020-21, su hora todavía no ha llegado y otros timoneles cuentan con más jerarquía y experiencia a sus espaldas para afrontar el desafío de la cuarta ACB de la historia.

A poco que Granger adquiera algo de tono físico y rodaje en las próximas semanas tras ocho meses de calvario como consecuencia de la fractura del tendón de Aquiles, Sergi García es el otro integrante con más papeletas para ser el damnificado. También cabe la opción de que Ivanovic prescinda de Miguel González en la línea exterior ante la certeza de que Henry, Vildoza y el propio uruguayo podrán simultanear durante muchos minutos su presencia sobre la pista taronja.

De lo que no hay duda es que tanto Sergi García como el canterano azulgrana han sido dos piezas prácticamente testimoniales durante el tiempo que el técnico nacido en Bijelo Polje lleva al frente del Baskonia. Sus apariciones llegaron con cuentagotas incluso en las jornadas de guante blanco y todo el mundo da por hecho que, aunque estén convocados en el banquillo, difícilmente harán acto de presencia dada la enorme trascendencia de los cinco partidos de la fase inicial ante el Barcelona, el Tenerife, el Bilbao Basket, el Unicaja y el Joventut.

Además de Arturs Kurucs, Sergi García o Miguel González tienen todas las papeletas para quedarse fuera del grupo de elegidos