Vitoria - El Baskonia echó por la borda el pasado domingo ante el Manresa su última bala para seguir peleando por clasificarse para la Copa del Rey de Málaga, un fracaso ya palpable que habla bien a las claras de la desastrosa campaña que el club vitoriano está protagonizando. No obstante, al menos en la competición doméstica de la regularidad que desemboca en el play off por el título todavía hay margen por delante para una reacción que tiene que producirse de manera inmediata. Lo contrario, con el pase al Top 8 de la Euroliga más que comprometido ya por los muchos tropiezos acumulados en el Buesa Arena, abocaría la segunda parte del curso a un sufrimiento todavía mayor que el que se viene padeciendo hasta la fecha. Y es que, aunque parezca una afirmación irreal, los hechos son tajantes y afirman que este Kirolbet se encuentra incluso en serio riesgo de quedarse fuera de los ocho mejores de la Liga ACB a la conclusión de una fase regular que hoy alcanzará su ecuador.
Si malos resultados y pésima imagen condujeron al despido de Velimir Perasovic, no puede decirse que el retorno de Dusko Ivanovic a Vitoria haya supuesto una mejora drástica en un equipo que ya arrastraba muchos problemas graves aparte del que suponía el anterior timonel. El montenegrino solo acumula una victoria en su haber particular, la lograda ante el Barcelona en el único encuentro en el que el Baskonia dio el nivel que de él se espera. En cambio, desde su llegada se ha consumado el fracaso que supone no estar en la Copa, se han seguido dilapidando opciones de acceder a los cuartos de final de la Euroliga y se ha perdido también comba con la zona de play off liguera. La clara muestra de que no solo el cambio en el banquillo era necesario, sino que también se precisan unos retoques a nivel de plantilla que de manera inexplicable no acaban de producirse a pesar de los males que atacan al equipo.
Con estas circunstancias adversas -la ausencia momentánea de Luca Vildoza deja la dirección de juego bajo mínimos, mientras que sigue sin cubrirse la baja de larga duración de Patricio Garino que hace que el perímetro muestra claras carencias- ya perfectamente conocidas, el cuadro azulgrana se planta en Las Palmas con el objetivo de conseguir una victoria que le permita mantenerse atado a la pelea por el play off y no seguir sufriendo la caída en picado que viene padeciendo en las últimas jornadas, en las que acumula tres derrotas consecutivas frente a Burgos, Zaragoza y Manresa.
Las dificultades para el Kirolbet son grandes en una cancha que habitualmente es un hueso duro de roer para los visitantes. El viaje hasta Las Palmas conlleva una carga de cansancio que viene a sumarse al reciente partido continental, todo ello dentro de un equipo escaso de piezas que estén siendo útiles y del que el propio Ivanovic ha denunciado su escaso fondo físico. Muchos problemas a superar.