vitoria - Cerrada la temporada, siempre es hora de análisis y se abre un periodo para la reflexión en las altas esferas del Buesa Arena, donde rara vez suelen existir dudas acerca de los jugadores que han respondido o incluso superado las expectativas iniciales y, por el contrario, pudieron haber aportado mucho más al engranaje colectivo. En una temporada tan extenuante a nivel físico y mental que se ha estirado prácticamente hasta los 80 partidos oficiales, siempre suceden altibajos, pero también se sabe la identidad de las piezas que han sorprendido gratamente y las que han dejado un poso de insatisfacción entre los aficionados.

En líneas generales, el rendimiento del Baskonia a nivel colectivo ha sido magnífico tras el desembarco de Pedro Martínez. El técnico catalán levantó el ánimo de un colectivo con la confianza por los suelos. Fue a partir del mes de noviembre cuando parte de la plantilla ofreció su auténtica dimensión y quedó acreditado el acierto de muchos fichajes que habían levantado ciertas suspicacias por no estar contrastados en el plano internacional.

Al margen de la consolidación de Tornike Shengelia como uno de los mejores cuatros del Viejo Continente, entre las notas positivas han figurado dos nombres propios: Vincent Poirier y Luca Vildoza. Alfredo Salazar siempre acostumbra a sacarse varios conejos de la chistera todos los veranos. Donde otros no saben bucear ni detectar talento, el secretario técnico azulgrana siempre se mueve como pez en el agua y tiene un don para descubrir mirlos blancos a una edad muy temprana.

Tanto el poste francés, un desconocido para el público en general procedente del Paris-Levallois, como el base argentino, al que el club ya había atado anteriormente optando por dejarle cedido un año más en el Quilmes de su país natal, han derribado la puerta a cabezazos con un rendimiento espectacular a las órdenes de Pedro Martínez. Ni en las previsiones más optimistas podía imaginar cualquier seguidor del Kirolbet que terminarían la temporada asentados prácticamente como el uno y el cinco titular del equipo en la final ante el Real Madrid.

Por juventud, capacidad de crecimiento y ambición, deberían convertirse en dos de los grandes pilares baskonistas del futuro. En el caso de Poirier, está por ver el recorrido que tendrá en Vitoria teniendo en cuenta que la NBA no le pierde de vista y ya ha probado en las Ligas de Verano. Con Vildoza, Querejeta tiene un director de juego convincente para muchas temporadas.

Mientras el galo ha brindado desde el primer día una regularidad asombrosa bajo los aros, el joven llegado desde Mar del Plata necesitó un duro periodo de adaptación hasta sentirse protagonista. Poirier condensa todas las virtudes que debe atesorar cualquier center: intimidador, buen reboteador, dotado de diferentes registros en ataque e incluso con visión de juego y habilidad para doblar el balón. Por su parte, Vildoza insufla aire fresco a la dirección con su vértigo, descaro y baloncesto de altas revoluciones. Sus errores derivados de la inexperiencia han estado, hasta cierto punto, justificados.

dos decepciones Como suele ocurrir en estos casos, también ha habido notas negativas. El Baskonia realizó el pasado verano una fuerte inversión para convencer a Granger y Timma, dos jugadores muy cotizados -especialmente el letón- a los que hubo que poner encima de la mesa mucho dinero con el fin de seducirles a la hora de dar el sí. Sin embargo, ese titánico esfuerzo del club no se ha visto correspondido por ninguno de los dos, si bien el base uruguayo tiene el atenuante de haber sufrido un grave esguince de tobillo que le ha llevado por la calle de la amargura desde la semana previa al arranque del cruce previo a la Final Four ante el Fenerbahce. Sin embargo, dicho percance físico no explica de todo su escasa pujanza en la dirección. El ex del Unicaja y Efes estaba llamado a ser el hombre fuerte en la dirección y finalmente se ha visto relegado al último lugar en la jerarquía establecida por Pedro Martínez.

En el caso del alero letón, cuyas estelares actuaciones en el pasado Europeo pusieron los colmillos largos al personal y por el que se pegaron casi todos los grandes transatlánticos antes de aceptar la suculenta propuesta enviada desde el Buesa Arena, el descontento también es manifiesto con su papel. Reducido casi siempre a la búsqueda del lanzamiento triple durante gran parte de la temporada, ha adolecido de personalidad y carácter para tirar del carro en los momentos críticos. En contadas ocasiones, alcanzó la excelencia y rindió al nivel propio de una estrella, lo que creyó fichar en su día Josean Querejeta para amortiguar el golpe de la marcha de Adam Hanga al Barcelona.

jayson granger

Se esperaba más de un base fichado a golpe de talonario y con experiencia en la ACB. Una lesión de tobillo le martirizó en la recta final de la temporada, dejándole fuera de la rotación. No ha tenido una química ideal con Pedro Martínez. Pese a ser un cupo, su futuro es una incógnita.

marcelo huertas

De menos a más. En la Euroliga dejó entrever su declive a nivel físico y sufrió de lo lindo, especialmente ante bases rápidos y fuertes. Sin embargo, ha demostrado orgullo y raza para acabar la campaña a un nivel más que notable. Tampoco está nada clara su continuidad.

pablo prigioni

Arriesgó más de la cuenta al aceptar el reto de pilotar la nave azulgrana. Desde un principio, quedó claro que no estaba preparado para un reto de estas características. Sin ninguna experiencia al más alto nivel, presentó su dimisión a finales de octubre con el Baskonia dando tumbos.

luca vildoza

Vivió una dura adaptación durante varios meses en los que pareció una mera figura decorativa. Pedro Martínez le fue haciendo hueco en la rotación y brindándole confianza, algo que el irreverente y descarado argentino agradeció. El Baskonia tiene director de juego para muchos años.

mattjanning

Fue algo sorprendente que estuviera sin equipo antes de recibir la llamada azulgrana. Llegó con un contrato temporal, pero se ganó la continuidad hasta junio con un soberbio rendimiento. Uno de los ojitos derechos del técnico catalán que ha disparado su cotización. Un tirador letal.

pedro martínez

La figura que dotó de seriedad y rigor a un Baskonia que manaba sangre sin cesar. Afortunadamente, se encontraba en el paro cuando recibió la llamada de Josean Querejeta. Elevó la autoestima de la plantilla y reanimó a un grupo de jugadores sin confianza en sus propias posibilidades.

rodrigue beaubois

Liberado de los problemas físicos que le martirizaron durante su primer año en Vitoria, ha subido de forma ostensible su nivel. Pese a sus lagunas de concentración, es de los pocos jugadores capaces de fabricarse sus propias canastas. Su talento se halla fuera de toda duda.

iván martínez

Un jugador de formación que aterrizó en el Buesa Arena para ayudar básicamente al Baskonia en los entrenamientos. Rol sacrificado e ingrato que ha aceptado con naturalidad. Apenas tuvo protagonismo en algunos partidos. Ni siquiera integró la lista para el ‘play off’ liguero.

carlos delfino

Llegó en pretemporada de la mano de su compatriota Pablo Prigioni para paliar la falta de efectivos en la cuerda exterior. Ayudó de manera testimonial en los albores de curso hasta concretarse su marcha a finales de octubre, justo cuando el de Río Tercero presentó su dimisión.

jordan mcrae

Por segunda campaña consecutiva, el Baskonia tuvo muy mala suerte con su fichaje estrella. Lesionado en la pretemporada en un hombro, el tratamiento médico seguido para su curación no fue el adecuado y vio cómo se le rescindía el contrato de forma definitiva en enero.

janis timma

No ha satisfecho ni por asomo las elevadas expectativas de las altas esferas ni justificado su caché, superior al millón de euros. Limitado al lanzamiento triple casi siempre y sin aportar en exceso en otras facetas. Está obligado a dar un paso al frente en el futuro.

‘pato’ garino

Tampoco ha entrado en los planes de Pedro Martínez con la continuidad esperada. Una fractura en la mandíbula le dejó fuera de combate durante dos meses. No es un prodigio a nivel ofensivo ni destaca por su buena muñeca, pero ha ayudado en las facetas más oscuras.

kevin jones

El poco tiempo que estuvo en Vitoria, cumplió con creces a la hora de cubrir la carencia del ‘cuatro’ suplente. Ala-pívot con oficio que hubiese sido de gran ayuda de haber seguido, aunque su continuidad implicaba tener que dar la baja a otro jugador en la Liga Endesa.

toko shengelia

La temporada de su confirmación como uno de los mejores ‘cuatros’ del Viejo Continente. Escogido para los mejores quintetos de la ACB y la Euroliga, lo que explica a las claras su ascendencia en el grupo. Llegó a la final liguera con el depósito de la gasolina en la reserva.

j. voigtmann

Héroe y villano a partes iguales. Fue una pieza determinante en el momento más dulce del Baskonia entre los meses de marzo y abril. Sin embargo, mantiene su tendencia a rehuir la pelea bajo los aros. Reciclado durante muchos minutos al puesto de ‘cuatro’.

rinalds malmanis

En teoría, su puesto debía haber sido el filial de LEB Plata, pero por necesidades de la primera plantilla ha debido competir dos escalones por encima. Demasiado verde todavía para codearse al más alto nivel. Sacrificado cada vez que dispuso de oportunidades.

vincent poirier

La gran revelación y el enésimo acierto sonado de Alfredo Salazar. Era una auténtica incógnita antes de su desembarco, pero el galo ha convencido a todos con un rendimiento sensacional. Poderoso, intimidador y con variados registros para hacer muchas cosas en la ‘pintura’.

ilimane diop

Otra campaña donde no ha terminado de consolidar su progresión. Se mantiene estancado y se le resiste el salto de calidad que todos aguardan. No aprende a subsanar algunos defectos que parecen incorregibles. Bastante más solvente atrás que en ataque.