vitoria - En muy pocas ocasiones se puede disfrutar de una estadística inmaculada a la conclusión de un encuentro de baloncesto. Son los errores son una parte inherente al deporte profesional y un elemento con el que simpre se cuenta. Sin embargo, algunos privilegiados son capaces de eliminarlos de su expediente. Desde ayer Johannes Voigtmann pertenece a este selecto club. El alemán disputó diecisiete minutos perfectos ante el Unicaja que le sirvieron para liderar la reacción baskonista tras el descanso y comandar al conjunto vitoriano hasta su cómoda victoria.
El expediente del jugador germano tiene aún más mérito teniendo en cuanta que no se limitó a completar un eficaz trabajo defensivo sino que miró al aro rival con asiduidad. Por pura estadística, cuantos más intentas se realiza más probabilidades existen de equivocarse peroVoigtmann se mostró inmune a esta lógica. De esta manera, estuvo infalible desde todos los tipos de lanzamiento.
A las seis canastas de dos puntos convertidas de otros tantos lanzamientos añadió un triple -otro que también se había colado en la red terminó siendo recalificada por los árbitros como doble al considerar que había pisado la línea de 6.75- y tres tiros libres. Todos ellos igualmente sin fallo alguno.
La mayor parte de esta espectacular aportación -que el pívot azulgrana complemntó con cuatro rebotes y una asistencia- se produjo al regreso de los vestuarios tras el pertinente descanso. El tercer cuarto se convirtió en la tumba de un Unicaja que hasta entonces había controlado el encuentro a su antojo pero que, de repende, fue desbordado por un Baskonia que se reencontró con su mejor versión.
Y en ello, sin ninguna duda, tuvo mucho que ver la aportación de Johannes Voigtmann. Porque más allá de los valores objetivos que refleja fielmente la estadística, la brillante lectura del juego del alemán y su capacidad para encontrar siempre la mejor alternativa resultaron fundamentales para el definitivo despegue alavés.
Con un parcial de 15-2 en el arranque del tercer periodo, el plantel de Pedro Martínez se construyó una tranquilizadora renta en el marcador (51-42) que ya no dejó escapar hasta el final.