Cuando un equipo consigue entrar en una dinámica ganadora no solo obtiene el rédito evidente de encadenar victorias. Junto con ello acostumbra a recibir igualmente una dosis extra de confianza en sus propias posibilidades y la tranquilidad para afrontar las situaciones decisivas sin presiones añadidas. Si cuando las cosas van mal todo son problemas, a la inversa se escenifica un tobogán que permite que los éxitos se sucedan sin aparente sufrimiento. Algo así fue lo que sucedió ayer ante el Morabanc Andorra y así lo reconoció Pedro Martínez. “Ha sido un partido muy igualado en el que durante muchos minutos hemos estado por delante en el marcador pero ellos han tenido la virtud de conseguir volver siempre cuando nos hemos distanciado en el marcador. Al final el encuentro se ha vuelto a decidir en un cara o cruz y en esos momentos llevar una buena dinámica como la nuestra de ayuda a sacar estos partidos igualados”, argumentó.
En este sentido el catalán valoró la iniciativa de sus discípulos para asumir la responsabilidad en los momentos calientes y acusar la presión. “Los jugadores de calidad aparecen en esas situaciones y cuando tienen confianza se nota”, significó.
Con lo que estaba tan satisfecho ni mucho menos Pedro Martínez era con la labor desarrollada por el trío arbitral. “Al descanso hemos llegado muy descontentos de cómo nos han pitado en la primera parte pero hemos hablado que teníamos que olvidarnos de eso y hacer nuestro trabajo. Nos hemos cargado de faltas y nos ha perjudicado bastante”, lamentó el azulgrana.
Por último, el técnico explicó su decisión de gastar su último tiempo muerto antes de que el Andorra ejecutase su ataque final. “Ha sido una decisión de mucho riesgo pero nos la hemos jugado porque Joan -Peñarroya- había planteado una situación que le daba mucha ventaja con Shurna emparejado con Poirier. Hemos cambiado y al final nos ha salido bien pero no estaba preparado”.