Oscar San Martín
Vitoria ? Adiós a Sito Alonso, hola a Pablo Prigioni. El técnico madrileño se desvinculó por la mañana de manera amistosa antes de oficializarse su fichaje por el Barcelona y a las pocas horas el Baskonia hizo oficial la identidad de un sustituto que estaba en boca de todo el mundo desde hacía tiempo. Transcurridos casi cinco meses desde que puso punto y final a su carrera como jugador, Pablo Prigioni se hace con las riendas del club vitoriano para las dos próximas temporadas. Un nombramiento sujeto a toda clase de juicios de valor pero sobre todo barnizada de un altísimo componente de riesgo por motivos obvios. El argentino, bisoño en la materia aunque sobrado de conocimientos, ambición e ilusión, representa la valiente apuesta de Josean Querejeta para acabar con la perniciosa inestabilidad del banquillo azulgrana, huérfano de un mirlo blanco que inspire un mínimo grado de confianza desde la destitución de Dusko Ivanovic a finales de 2012.
Pese a su nulo bagaje en los banquillos, una pesada losa con la que deberá lidiar en sus primeros meses al frente del Baskonia y que seguramente saldrá a relucir en las derrotas o cada vez que vengan mal dadas, la opción de Prigioni ha prevalecido por encima de otras alternativas que ofrecía el mercado. Esa evidente falta de experiencia deberá ser compensada con otras virtudes que adornaron su etapa como baloncestista de élite. Sobra decir que ese liderazgo, carácter indomable y fuerte personalidad que marcaron su etapa de corto suponen un inmejorable punto de partido para iniciar su carrera en los banquillos. Una mente privilegiada sobre la cancha que veía el juego varios segundos antes que los demás tiene ante sí el reto mayúsculo de probar su valía en uno de los banquillos más difíciles del Viejo Continente.
No en vano, el de entrenador es un puesto de alto voltaje en el Buesa Arena, donde el argentino se convirtió ayer en el séptimo rostro en las seis últimas temporadas. A diferencia de sus predecesores en el cargo, Prigioni arrancará su inédita andadura en los banquillos con la confianza ciega de Querejeta, que según ha podido confirmar este periódico ya trató de colocarle sin éxito al frente del Baskonia en la recta final de la pasada temporada cuando Sito Alonso vivía sus horas más críticas y su continuidad pendía de un hilo. El argentino rechazó el ofrecimiento del presidente, en parte porque no quería liderar un proyecto que no era el suyo y todavía estaba en pleno proceso para la adquisición del título superior que habilita a cualquier entrenador para dirigir a un equipo de la ACB.
La elección de Prigioni, con 40 años recién cumplidos y sin más bagaje en los banquillos que su presencia como ayudante de Tim Hardaway en el NBA Draft Combine de mayo de este año, constituye posiblemente la apuesta más arriesgada que toma Querejeta desde que rige los designios del Baskonia. Difícilmente habrá término medio a la hora de valorar su trabajo: puerta grande o enfermería. Ninguno de los técnicos que estaba libre (Radonjic, Bartzokas...) ha seducido al máximo dirigente azulgrana, quien apenas ha titubeado a la hora de ofrecerle el cargo a un antiguo base que siempre mostró hechuras de técnico durante su exitosa carrera de corto.
preparado y hambriento En la nota que sirvió para escenificar el anuncio de su fichaje, el Baskonia no ahorró elogios hacia la figura del albiceleste, al que definió como “un símbolo del Carácter Baskonia que impartirá desde el banquillo vitoriano todos los conocimientos acumulados en sus más de dos décadas de trayectoria como jugador de élite”. A juicio de la entidad del Buesa Arena, Prigioni está “absolutamente identificado con los valores y la filosofía de un club en el que ha logrado sus mejores éxitos como jugador profesional”.
Antes de su incorporación al Baskonia, florecen muchas dudas a la hora de analizar su futuro papel en Vitoria. Solo el tiempo dará y quitará razones, pero está por ver el tipo de filosofía que el de Río Tercero implantará en un equipo en el que varios de sus futuros pupilos fueron sus compañeros de vestuario hasta hace bien poco. La apuesta por un tipo de juego lento o rápido, su gestión de las rotaciones, el trato hacia el jugador, la planificación de los entrenamientos... todo alrededor suyo es ahora mismo una incógnita que el propio Prigioni deberá ir desvelando desde que dé sus primeros pasos en la pretemporada.
Si el Baskonia cruza los dedos a la hora de no quemar demasiado pronto un cartucho que parecía seguro a medio-largo plazo, el propio argentino no se queda rezagado en este sentido y asume un riesgo evidente a la hora de asumir las riendas de un grande del Viejo Continente sin pasar antes por un equipo de menos fuste. En cualquier caso, Prigioni ha confesado a sus íntimos que se siente preparado para un reto mayúsculo y plagado de dificultades. Ganador en Vitoria de una Liga ACB, 3 Copas del Rey o 4 Supercopas, quien fuera posiblemente el mejor base de la historia del Baskonia en dura competencia con Elmer Bennett goza de entrada del beneplácito de prácticamente todo el baskonismo. Al margen del respaldo del club, su nombramiento ha sido acogido en medio de una gran expectación por los aficionados, que no dudaron en mostrar su felicidad en las redes sociales con la elección de Querejeta. l