vitoria - Ganar o sencillamente vacaciones con un regusto de lo más amargo. Ya sin margen de error, el Baskonia busca esta noche un épico ejercicio de supervivencia en la siempre bulliciosa Fonteta para evitar el cierre de una temporada que languidece de mala manera con un equipo absolutamente espeso, previsible a más no poder y lastrado por su fragilidad anímica. Inmerso en una situación crítica y asomado ya al precipicio de la eliminación tras su derrota del pasado sábado, al equipo vitoriano no le queda otra salida que la victoria con el objetivo de forzar el ansiado desempate, cuya celebración tendría lugar el miércoles al calor del Buesa Arena.

Lo cierto es que no hay demasiados motivos que inviten al optimismo pese a la indudable ventaja que implica la presencia de un único base sano en la dirección taronja. Muchos creían que el maltrecho tobillo izquierdo de Guillem Vives iba a lastrar las aspiraciones del Valencia Basket, pero los alaveses han sido incapaces de explotar esta debilidad en el rival con una inmadurez que clama al cielo. Aunque todos eran conscientes de que el cerebral Antoine Diot es el hombre a reducir y someter a un desgaste sobrehumano, el base francés ha campado a sus anchas y terminó siendo el verdugo azulgrana con un dominio aplastante del tempo. Sus combinaciones con Dubljevic y Oriola en el pick and roll volvieron a desnudar la sorprendente fragilidad vitoriana en el tercer choque de la serie.

Tan solo cuando enfiló el camino del banquillo en busca de oxígeno y cometió su prematura cuarta falta en el minuto 32 vio mínimamente la luz un Baskonia en el que tan solo Ilimane está a la altura de lo exigible. Su sacrificado despliegue deja en muy mal lugar en primera instancia la errática planificación del pasado verano por parte de la secretaría técnica a la hora de configurar el juego interior.

No hace falta recordar que la apuesta de Bargnani acabó como el rosario de la Aurora y Voigtmann, un poste deslumbrante en el inicio de la temporada, se ha derrumbado hasta límites insospechados. Al margen de ello, que el canterano sea quien muestre el camino de la victoria y tire del carro con ese espíritu irreductible que hizo en su día célebre al club de Zurbano también deja retratados a muchos compañeros con más gotas de talento en sus manos, pero sumidos en la autocomplacencia

Al senegalés le queda un largo camino para ser un pívot determinante en ataque, pero le sobra hambre, pasión, sangre caliente y, sobre todo, mala leche para convertirse, por ejemplo, en el blanco de la ira de una afición tan caliente como la levantina. Convertido en la sombra incansable de la estrella rival, Bojan Dubljevic, Diop encarna lo que el baskonismo siempre desea para cualquier jugador que vista la elástica de su equipo: perseverancia, entrega, intensidad, dedicación? En eso va numerosos pasos por delante de otros pese a sus tan solo 22 primaveras.

con las fuerzas al límite Nadie duda de que hoy hacen falta once Ilimanes para salir vivo del infierno que aguarda en la Fonteta, donde el ambiente será si cabe más hostil que el sábado ante la histórica oportunidad de que disponen los locales para alcanzar mucho tiempo después otro final liguera. Por tanto, muy fuerte mentalmente deberá ser el Baskonia para hacer realidad un objetivo plagado de dificultades. Ante la extrema solidez de la roca toronja y las consabidas dudas azulgranas como visitante, las dudas están más que justificadas antes del salto inicial. Sin embargo, todavía queda la esperanza de que aparezca algún ramalazo de orgullo y vergüenza torera para evitar lo que parece inevitable. Pese a las carencias estructurales de una plantilla que necesita una bombona de oxígeno, Sito Alonso atesora los mimbres suficientes para salvar este primer match ball en la competición doméstica.

Con las fuerzas ya al límite tras una temporada agotadora en el plano físico y mental, hoy es un día para triunfar a base de oficio, defensas al límite y ese otro baloncesto en el que el Valencia está siendo, de momento, muy superior. La hoja de ruta en busca de una nueva final liguera siete años después parecía la ideal en vísperas del arranque del play off por el título, pero el Baskonia se ha metido solito en un túnel oscuro por culpa de sus errores. De ganar esta noche, eso sí, el panorama puede variar de forma radical.