Real Madrid 97
Valencia Basket 95
REAL MADRID Llull (22), Rudy Fernández (2), Taylor (5), Reyes (1) y Randolph (20) -quinteto inicial-, Ayón (18), Maciulis (3), Draper, Nocioni, Doncic (9), Carroll (14) y Hunter (3).
VALENCIA BASKET Van Rossom (6), Martínez (7), San Emeterio (17), Sikma (6) y Dubljevic (28) -quinteto inicial-, Thomas (4), Vives (2), Diot (2), Sato (5), Oriola (6), Sastre (12) y Kravtsov.
Parciales 22-16, 25-29, 27-26 y 23-24
Árbitros García González, Conde y Jiménez.
Pabellón Buesa Arena, 14.982 personas.
vitoria - En un duelo de pistoleros, quien desenfunde antes y sea más certero disparando en el momento preciso siempre gana. Y es lo que hizo una vez más el Real Madrid, que se alzó con la cuarta Copa del Rey Consecutiva utilizando, básicamente, la misma fórmula de siempre. Los de Laso utilizaron su ventaja física para ir casi siempre por delante en un voraz intercambio de puntos con el Valencia Basket, que mostró un acierto y un tesón más que dignos.
No obstante, el partido lo decidió el que siempre aparece en los momentos clave. Sergio Llull anotó 8 puntos en los últimos dos minutos para alzarse con el MVP, el segundo de su carrera. Todos los ingredientes usados para la victoria madridista se repetían, incluso los polémicos. Porque los árbitros, como vino siendo habitual en la competición, se ganaron los pitos del Buesa en acciones determinantes. Esto se ganó el completo apoyo del Buesa en la última jugada que tuvieron para ganar los valencianos, con solo nueve décimas para el final. Y es que los taronjas fueron una auténtica roca, fundamentados, principalmente, en Bojan Dubljevic.
Por el lado blanco solo comenzaron anotando dos jugadores. Pero no dos cualquiera. Entre Anthony Randolph y exterior catalán se repartieron los 12 primeros puntos del Real Madrid. Hasta entonces, su espeso inicio ofensivo, ya habitual en el torneo copero, provocaba que el Valencia tomara la iniciativa del encuentro. No fue hasta la aparición de secundarios de lujo como Ayón, Doncic o Taylor cuando los madridistas se despegaron en el marcador, obligando a los taronjas a parar el partido al filo del primer cuarto, que finalizó 22 a 16 para los de Laso.
El intercambio de canastas no hizo más que proliferar en el comienzo del segungo cuarto. El poderío físico de Othello Hunter también se hizo notar, y resultó clave para que los blancos alcanzaran la primera gran ventaja del encuentro, de diez puntos (40-30). El Valencia intentaba contrarrestar el músculo de los contrarios con movimiento de balón. Y por momentos lo consiguió, negándose a morir tan pronto. Tanto que consiguió recortar la diferencia a solo dos puntos para marcharse en el descanso perdiendo por 47 a 45. Para ello fueron claves las aportaciones de Rafa Martínez, Sam Van Rossom o Fernando San Emeterio. La dinámica no cambió en la reanudación del encuentro; el intercambio de canastas seguía a la orden del día. El guión era tan calcado al resto del choque que de nuevo apareció la superioridad interior de los de Pablo Laso, está vez personificada en Gustavo Ayón, convirtiéndose en el máximo anotador blanco con 16 puntos. Por parte de los taronjas, Dubljevic seguía como máximo referente -17 tantos-. La batalla aérea parecía decantada, pero las ayudas en el rebote ofensivo de Will Thomas y Romain Sato ayudaron a equilibrar la balanza. El tira y afloja permanente de ambas escuadras impedía vislumbrar un claro ganador con solo un cuarto por decidirse. Solo la enésima hazaña de Llull sobre la bocina permitió al conjunto de Laso liderar el marcador al final del tercer cuarto por 74 a 71.
tiempo de llull Con la gloria a solo diez minutos, los taronjas no quisieron inventar nada nuevo y decidieron encomendarse a su hombre clave, que ya sumaba 25 puntos en estos primeros compases de cuarto, y a su gran momento coral en el rebote ofensivo. No obstante, la calidad del Madrid apareció para mantener su ventaja, por mínima que fuera, gracias en gran medida a dos de sus grandes protagonistas en el torneo: Doncic y Randolph. Entonces apareció el de siempre, para dar medio torneo a los blancos con cinco puntos consecutivos: Sergio Llull puso el siete arriba en el marcador a falta de 2:20, para poco después, anotar otro triple más. Ni en esas se rindieron los valencianos, que tuvieron la última posesión para ganar. Eso sí, con solo nueve décimas por jugarse, no pudieron ni efectuar el tiro y le dieron el triunfo al Real Madrid, que volvió a demostrar su mayor pericia frente al resto. En todos los aspectos.
Sergio Llull. El de Mahón fue designado por la prensa como mejor jugador del torneo. Llull anotó en la final 22 puntos para 22 de valoración, con cuatro asistencias incluidas. El exterior registró un 8/17 en tiros de campo, con 4/10 en triples, 4/7 en tiros de dos y 2/2 en libres.