bamberg - El epílogo del Top 16 despertó en Velimir Perasovic -al igual que en muchos aficionados azulgranas- un inevitable cruce de sentimientos. Por un lado, la alegría por haber firmado una excelente segunda fase de la competición que le ha permitido obtener, después de años de ausencia, el pasaporte para el play off de cuartos de final (con el premio añadido de hacerlo además como cabeza de serie merced al segundo puesto de grupo conquistado) y, por otro, la inevitable decepción de cerrar esta fase con una derrota sin paliativos en un duelo en el que el plantel vitoriano no ofreció precisamente una buena imagen.
Frente a un Brose Baskets que al descanso ya se sabía matemáticamente eliminado, el Baskonia en ningún momento ofreció la sensación de ser capaz de dar la vuelta a una situación que se le había puesto extremadamente cuesta arriba desde el arranque. “Hemos sido superados desde el principio. Estamos muy justos, con pocos jugadores en condiciones y cuando uno o dos no están bien en un partido se nota mucho. En cualquier caso, no tengo nada que reprochar al equipo en cuanto a querer pelear y luchar por el encuentro”, resumió el preparador balcánico.
Y es que las bajas de Causeur y Shengelia -unidas a la ya de por sí menor extensión de la plantilla alavesa comparada con la mayoría de sus adversarios- están teniendo, a juicio del croata, un papel fundamental en la última mala racha de resultados del equipo de Zurbano. “El principal problema es que somos un equipo muy corto de efectivos y a la larga se nota. Es complicado”, significó. En cualquier caso, Peras ni mucho menos se resigna y observa el futro con ambición. “El Panathinaikos, como cualquier otro rival que nos hubiera tocado, va a ser muy complicado pero tengo la ilusión de que no va a ser fácil ganarnos”, avanzó.
Adam Hanga, por su parte, no puso paños calientes a la derrota. “Hay que cambiar algo, no sabemos cómo tenemos que jugar con los cambios. Nuestro nivel de defensa ha bajado muchísimo”, apuntó.