vitoria - Antes de que arrancara la competición, muy pocos habrían apostado por que el encuentro de hoy en el Buesa Arena entre el Baskonia y el Herbalife Gran Canaria se celebrase en el escenario que componen las trayectorias de ambos equipos. Pero lo cierto es que sobre la pista de Zurbano comparecerán dos de las escuadras que en mejor forma se encuentran en estos momentos y que, además, han sido capaces de refrendarlo encadenando resultados positivos hasta llegar a esta cita pudiendo presumir de la condición de invictos.

Un notable mérito que el Laboral Kutxa circunscribe a la ACB tras la única derrota encajada en la Euroliga -ante el Armani en Milán- pero que el combinado insular extiende también a los compromisos que ha afrontado en la Eurocup. Se trata, por lo tanto, de una prueba de nivel para ambos, que se verán obligados a ofrecer lo mejor de sus respectivos repertorios si no quieren escribir el primer borrón en su expediente doméstico.

Con el recuerdo de su recital ante el Limoges todavía fresco en el recuerdo, el plantel de Velimir Perasovic debe, como primer paso, evitar el más mínimo atisbo de relajación o autocomplacencia. Desgraciadamente, sabe bien lo que sucede cuando se desconecta de un encuentro y, por lo tanto, tendrá que permanecer enchufado durante los cuarenta minutos si no quiere recuperar los desagradables fantasmas del curso pasado. Más aún frente a un adversario que no dudará lo más mínimo en lanzarse con fiereza a su yugular en cuanto atisbe un mínimo de debilidad.

De la mano del veterano Aíto García Reneses el Gran Canaria se ha convertido en un grupo sólido y muy fiable que, además, trata de dar espectáculo. Con una plantilla compensada en todos los puestos, se presentan, a priori, dos duelos que pueden determinar la suerte de la contienda. De esta manera, las batallas entre los bases y los pívots de ambos conjuntos se antojan fundamentales. La pareja Adams-James tratará de refrendar su notable estado de forma y la progresión que han experimentado respecto al año pasado ante todo un veterano como Alberto Oliver y Pangos, que sin duda les buscarán las cosquillas.

Por otro lado, en la zona se las verán las torres de ambos equipos. El griego Bourousis y el esloveno Alen Omic dirimirán un pulso de lo más interesante que probablemente servirá para inclinar la batalla del partido del lado del que domine la zona. El poste heleno está firmando un arranque de ejercicio espectacular reivindicándose con notables actuaciones partido tras partido pero esta vez se encontrará ante sí con un hueso duro de roer.

La última vez que ambas escuadras se vieron las caras, el choque se resolvió con un contundente triunfo azulgrana firmando una de las mejores actuaciones de la convulsa pasada campaña. Una superioridad que también refleja la estadística de las visitas insulares al Buesa. De las treinta ocasiones que se ha presentado en Vitoria, en veintiséis se ha ido con una derrota. Sin embargo, el Baskonia haría bien en no fiarse demasiado de estos datos. Y es que tres de las cuatro victorias canarias en la pista de Zurbano se han producido precisamente en las cuatro visitas más recientes.