málaga. El Unicaja de Málaga debuta en la Copa del Rey con el reto de superar una doble maldición, la que ensombrece históricamente las actuaciones del anfitrión del torneo y la que ha generado en los últimos tiempos el CAI Zaragoza, un rival que le tiene tomada la medida. Solos dos de los treinta anfitriones de la Copa en su formato moderno han logrado coronarse campeones en su casa. El Unicaja ya ha experimentado esta maldición en sus propias carnes, ya que cayó en cuartos de final en las dos ocasiones anteriores que acogió la competición, en 2001 ante el Real Madrid y en 2007 ante el Barcelona.

La otra losa estadística que puede pesar sobre el conjunto andaluz la pone su adversario, un CAI que lleva casi dos años invicto ante el Unicaja. El equipo aragonés, que perdió sus cinco primeros duelos directos desde que ascendió a la Liga Endesa en la temporada 2008-09, acumula cuatro triunfos consecutivos con una media de 16 de puntos de diferencia. El último llegó la pasada Navidad, precisamente en el Martín Carpena (67-76).

El Unicaja quiere espantar todos estos fantasmas de cara a un enfrentamiento inédito en Copa del Rey en la segunda participación del club en el último lustro. Cuarto en la Liga Endesa y luchando por la supervivencia en la Euroliga, el anfitrión sabe que se encuentra ante su gran oportunidad para brillar esta temporada, en una competición que ya ganó en 2005.

Ambos equipos cuentan con argumentos ofensivos de sobra para superar a su rival en un duelo que se antoja equilibrado. El juego exterior del Unicaja, basado en la temible combinación formada por Zoran Dragic y un Ryan Toolson en plena forma, quiere conectar con la versatilidad de Nik Caner-Medley para romper la inercia negativa contra el CAI. En el juego interior, puede jugar un papel importante la experiencia de Fran Vázquez, tetracampeón de Copa y 'MVP' en 2010.

En su segunda participación copera, después de ser arrollado el año pasado por el Laboral Kutxa en cuartos de final, el CAI está decidido a superar su tope histórico de la mano del alero croata Damjan Rudez, que atraviesa un gran momento de forma, promediando 17.1 puntos y 16.5 de valoración.