vitoria. La derrota cosechada ayer en Barcelona pone al conjunto azulgrana contra las cuerdas en la recta final de la Euroliga, aunque su varapalo en el Palau Blaugrana podría quedar suavizado en cierta medida en función de los resultados que se den esta tarde en el resto de duelos de su grupo. A las 16.30 horas, el Khimki recibe al Fenerbahce en Moscú, mientras que el Besiktas hará lo propio en Turquía ante el Montepaschi Siena. Finalmente, en el último choque de la decimosegunda jornada continental, el Maccabi de Tel Aviv visita El Pireo para verse las caras con el Olympiacos.
Además del partido entre Barcelona y Baskonia, la jornada deparó ayer un vibrante encuentro entre Real Madrid y Panathinaikos en el que los griegos vencieron por un apretado 73-74 comandados por un gran Diamantidis. En el segundo enfrentamiento con protagonismo de la ACB, el Unicaja de Málaga tampoco fue capaz de vencer a su rival, el CSKA de Moscú, que retornó a tierras moscovitas con una victoria por 66-70. La anécdota de la noche sucedió cuando uno de los colegiados lesionó de forma involuntaria al local Krunoslav Simon. Los mejores del equipo andaluz fueron una vez más Marcus Williams, con doce puntos, y la tripleta formada por Simon, Dragic y Calloway.
El Madrid de Pablo Laso se complica así el liderato del grupo al caer contra el PAO, y se sitúa en un triple empate con el CSKA y el Efes Pilsen los tres con nueve triunfos y tres derrotas. El conjunto merengue no caía en dos encuentros consecutivos en su pabellón en la Euroliga desde hacía nada menos que once años. Ayer, los 17 puntos de Rudy Fernández y Nikola Mirotic no sirvieron para superar al rival ruso.
En el otro enfrentamiento del grupo E, el Efes no fue capaz de ganar a un Zalgiris envuelto en un sinfín de problemas económicos. Con un Lavrinovic imperial (24 puntos), la escuadra entrenada por Joan Plaza venció por 79-71 en Kaunas, aunque su logro no le permite más que continuar tercero por la cola con cinco victorias y siete derrotas.