vitoria. Con un agridulce balance de cuatro victorias y tres derrotas, estas últimas de una tacada tras rubricar un primoroso arranque, el Baskonia afronta este viernes en El Pireo entre grandes interrogantes el comienzo de la segunda vuelta del Top 16 de la Euroliga con la sensación de que debe volver a empezar de cero para buscar el billete entre los ocho mejores de Europa. Tras allanar el camino en unas inolvidables jornadas iniciales que le sumergieron en una nube, los inapelables batacazos ante el Barcelona, el Khimki y el Montepaschi le han devuelto bruscamente a la tierra obligándole a enderezar el rumbo cuanto antes para no comprometer todavía más sus posibilidades de clasificación.

Únicamente el endeble Besiktas, inédito hasta la fecha y fuera de cualquier pronóstico, ha quedado descabalgado completamente de la áspera pelea por copar uno de los cuatro primeros puestos que otorga la vitola de cuartofinalista continental. El Maccabi y el Fenerbahce, por debajo de las expectativas iniciales, también se mantienen a una distancia más que prudente de los alaveses, que mirando hacia arriba deberán emprender una persecución feroz para atrapar al Barcelona y al Montepaschi, los solventes líderes del grupo F que virtualmente ya han satisfecho su objetivo cuando aún restan siete jornadas para la conclusión.

Salvo una remontada espectacular de hebreos y turcos, todo hace indicar entonces que tres equipos pugnarán por dos jugosos billetes para completar el selecto vagón de privilegiados que buscará el premio gordo de la Final Four en una posterior eliminatoria al mejor de cinco asaltos. Entre el Baskonia, el Olympiacos y el Khimki, dos tendrán visos de asomarse a la gloria mientras que uno se quedará con la miel en los labios. En este sentido, una ojeada al calendario de este trío durante la segunda parte de esta liguilla instala varias dosis de nerviosismo en el Buesa Arena que se añaden al ya de por sí alarmante bajón experimentado por un equipo envuelto en un océano de dudas.

Mientras el cuadro adiestrado por Tabak deberá disputar solo tres partidos al amparo de sus aficionados (Maccabi, Fenerbahce y Montepaschi) y desplazarse lejos de sus dominios hasta en cuatro ocasiones (Olympiacos, Besiktas, Barcelona y Khimki), sus dos rivales directos lo tendrán, a priori, un poco más fácil al afrontar cuatro encuentros como anfitriones. Los helenos recibirán en el pequeño infierno de La Paz y la Amistad, además de al Baskonia, al Barcelona, al Maccabi y al Khimki, actuando a domicilio en las pistas de los dos conjuntos turcos y del Montepaschi. Los pupilos de Rimas Kurtinaitis, que tan solo han cosechado una derrota en la periferia rusa desde el arranque de la Euroliga precisamente ante los griegos, se verán las caras como locales con los dos otomanos, los toscanos y los vitorianos, viajando a Barcelona, Tel Aviv y Atenas.

la importancia del 'average' La principal premisa del Caja Laboral para recuperar su sitio entre la aristocracia continental pasa, desde luego, por amarrar todos los duelos que tendrán lugar en el coliseo de Zurbano y pescar, al menos, uno fuera. Todas las quinielas apuntan lógicamente a la visita del próximo 8 de marzo a la cancha del Besiktas, la cenicienta del lote cuya única ambición consiste en no acabar esta fase con un rosco histórico. El cuadro dirigido por Erman Kunter, eso sí, tiene visos de arruinar la clasificación a aquel rival al que acierte hincarle la rodilla.

Y es que los otros tres desplazamientos rumbo al Pireo, al Palau Blaugrana y a la región de Khimki previstos en las jornadas 8, 12 y 13 respectivamente son de órdago e implican una dificultad máxima para un combinado azulgrana en busca otra vez de ese indomable espíritu competitivo que, a raíz de la destitución de Ivanovic en noviembre del año pasado, le permitió sentirse indestructible a lo largo de dos meses de competición.

Con ocho victorias, las opciones de clasificación para los baskonistas deben subir como la espuma, si bien es cierto que en esta segunda vuelta entrará en juego un factor crítico como el basket average entre todos los implicados. En este sentido, cabe recordar que el Caja Laboral deberá defender este viernes con uñas y dientes los ocho puntos que obtuvo en la ida (82-74) ante el Olympiacos y que recuperar la friolera de una docena (71-83) frente al rocoso Khimki de Zoran Planinic constituye una empresa para osados. En definitiva, muchas cábalas que quedarán en un segundo plano si la plantilla no hace autocrítica, rectifica los errores de bulto cometidos en los últimos tiempos y retoma la dinámica positiva en la que estaba sumido antes del frustrado asalto a la Copa del Rey celebrada en Vitoria.