vitoria. El mercado estival fluctúa ya al ritmo que marcan los clubes. Todos buscan, pero por el momento son pocos los que encuentran. En este contexto, aún en los albores de un verano que se anticipa largo en la confección de su plantilla, el Baskonia aguarda a concretar una operación salida en la Stanko Barac tiene pie y medio fuera del Buesa Arena, por lo que el club vitoriano se topa de bruces con la necesidad de hacerse con los servicios de un hombre que acompañe a Esteban Batista en la pintura y pugne con el uruguayo por el puesto de cinco. Todo mientras, al mismo tiempo, la figura de ese ansiado ala-pívot capaz de dar descanso a Teletovic continúa siendo uno de los grandes quebraderos de cabeza de la entidad azulgrana.

La búsqueda se reduce cada vez más en un zoco -el de hombres interiores- en el que los jugadores con cierta solvencia son una especie en peligro de extinción. El Baskonia conoce el problema como pocos porque, apenas unos meses atrás, lo vivió de cerca en la búsqueda de un cuatro que cubriera el hueco de jugadores como Pietrus, Rancik o Pape Sow. De hecho, después de escudriñar el mercado en todos sus recovecos, creyó haber encontrado el candidato ideal en la figura de Vladimir Dragicevic, una de las pocas estrellas en la zona que campaban por la Liga Adriática.

Pero, al igual que poco antes había ocurrido con Nemanja Bjelica, el aterrizaje del montenegrino en Vitoria se diluyó entre un exiguo minutaje y sus problemas con las faltas. Fichado con un contrato temporal hasta final de temporada y la posibilidad de prorrogarlo en función de su rendimiento, la opción de que el ala-pívot continuará en el Caja Laboral se esfumó en cuanto acabó la temporada, a pesar de que su fugaz estancia en el Buesa no permitió comprobar si sería una pieza de futuro aprovechable. Sobre todo, porque su perfil trabajador y sacrificado parecía encajar como pocos en el método Ivanovic. Pero su futuro estaba sentenciado.

lejos de un acuerdo Sin embargo, ayer el agente del exjugador del Buducnost sorprendió al asegurar en la prensa serbia que el Baskonia tanteó la posibilidad de retener al jugador de 2,05 metros para su nuevo proyecto, aunque Dragicevic mostró su deseo de partir a un equipo en el que pudiera "contar con más minutos". "Si Vladimir fuera un jugador al que sólo le importara el dinero aceptaría quedarse en Vitoria, pero quiere jugar y progresar, y el Partizan es un equipo en el que puede hacerlo", explica el apoderado del interior de 25 años, que según el mismo medio también ha despertado el interés del Power Electronics Valencia y un equipo ruso. Desde el Partizan, su director deportivo, Dragan Todoric, admite que han iniciado los contactos con el exbaskonista, pero matizan que todavía se encuentran "muy lejos de llegar a un acuerdo".

Con todo, la posibilidad de que la situación sufra un giro de guión y Vladimir Dragicevic acabe formando parte del Caja Laboral 2011-12 es altamente remota, por no decir imposible, y su representante confía en que "la próxima semana" el futuro del penúltimo temporero azulgrana quede despejado antes de que se incorpore a la selección de Montenegro el día 18. A pesar de que su paso por Vitoria apenas dejó rastro en el pabellón de Zurbano, el compatriota de Dusko Ivanovic -todavía con un amplísimo margen de mejora si logra limar sus aristas- ya manejaba varias ofertas, entre ellas una del Lottomatica de Roma, cuando optó por rescindir su contrato con el Buducnost y recalar en el conjunto vitoriano con la ilusión de forjarse un futuro a manos del renovado entrenador del Baskonia.