Vitoria. Milton Palacio vuelve a acudir al rescate del Caja Laboral en un momento crítico. Por segunda temporada consecutiva, el base internacional por Belice disputará los play off por el título ataviado con la elástica azulgrana después de que el club haya concretado las negociaciones para incorporar al segundo y último fichaje de cara a la recta final de la Liga ACB tras oficializar con anterioridad la llegada de Vladimir Dragicevic.

Tras numerosos vaivenes durante las últimas semanas e incluso sopesar la opción de contratar a un alero extracomunitario que oxigenase a San Emeterio, el único tres puro de la plantilla, los rectores baskonistas se han plegado finalmente a los intereses de Ivanovic de potenciar la dirección de juego. Igual que sucediese el pasado curso, un elemento con numerosas cicatrices en el cuerpo y curtido en mil batallas como Palacio constituye la guinda al pastel y deja perfilada la plantilla para el asalto al cuarto título ACB de la historia.

Liberado de cualquier compromiso con el Kavala, con el que puso fin la semana pasada a su andadura en la liga griega tras ser eliminado en el cruce de cuartos de final por el PAOK, el camino para su llegada se había despejado sobremanera en las oficinas del Buesa Arena. Palacio era una petición expresa desde hacía muchos meses del técnico de Bijelo Polje, su gran valedor y quien más fuerte había apostado por el desembarco de un segundo timonel que pusiera fin a la soledad de Marcelinho al frente del colectivo.

La primera intentona para propiciar su llegada se produjo antes del inicio del Top 16, pero la negativa vitoriana a pagar un traspaso y las exigencias económicas del Kavala frustraron la operación. En esta ocasión, y tras disuadir a los dirigentes acerca de la perentoria necesidad de fichar otro uno en lugar de un alero, Ivanovic sí ha visto finalmente satisfecho su deseo de contar con un experto jugador que representa el perfecto contrapunto para el juego de altas revoluciones del internacional brasileño, demasiado saturado de minutos en una temporada donde ni Pau Ribas ni David Logan han ejercido como escuderos de calidad.

Milt Palacio, un trotamundos de la canasta que ha recorrido numerosos países del Viejo Continente y, por tanto, conoce a la perfección todos los entresijos del juego, aterriza en la capital alavesa con el aval de haber aportado su granito de arena al tercer título liguero del Baskonia ante el Barcelona. Pese a aterrizar a última hora y sin hacer excesivo ruido, su contribución resultó impagable. Hasta el punto de que Ivanovic no ahorró recientemente loas para su trabajo y compromiso. "Sin él, no hubiésemos podido ganar ese título", recordó sin ambages.

Estreno inminente El nuevo refuerzo alavés, de 33 años y 1,93 metros de altura, tiene previsto llegar hoy a Vitoria para pasar el pertinente reconocimiento médico previo al anuncio oficial de su llegada. En principio, su estado físico debe ser el idóneo tras haber estado a punto de conducir al Kavala a las semifinales de la competición griega. A su favor juega el hecho de que dispondrá de casi dos semanas de rodaje para asimilar los sistemas antes de que se avecinen los play off por el título. Su debut tendrá lugar este domingo ante el Lagun Aro de Pablo Laso en el choque que clausurará la fase regular de la ACB.

Durante su primera etapa como baskonista, Palacio dejó un excelente sabor de boca por el criterio que impuso en la dirección y las tablas que aportó en los momentos decisivos de las pasadas semifinales y final de la ACB. Muy del gusto de Ivanovic por su correcto manejo del balón y su buena visión de juego, añade una corpulencia y un notable físico que le permiten erigirse en un interesante cancerbero defensivo. Acaso el tiro exterior constituya la asignatura pendiente dentro de un juego equilibrado. Con su fichaje y el de Dragicevic, el Caja Laboral dispara su baja cotización.