Vitoria. El Baskonia mantiene inalterable su voluntad de consumar en el menor tiempo posible la anhelada contratación de un jugador que palíe la dramática falta de efectivos en los últimos tiempos debido a las sensibles ausencias de Nemanja Bjelica y Pape Sow. Con el alero serbio fuera de combate, como mínimo, para las tres próximas semanas por culpa de su fractura en el escafoides y sin el concurso del poste africano para lo que resta de temporada, las urgencias están instaladas en el Fernando Buesa Arena a la hora de acometer una operación que amplía la nómina de efectivos a disposición de Ivanovic tanto para lograr entrenamientos de calidad como para obtener victorias en los partidos.

Si el propósito inicial de los rectores azulgranas radicaba en encontrar en un mercado yermo un segundo base de garantías que pusiera fin a la soledad de Huertas en la dirección, las miras azulgranas apuntan ahora hacia otros objetivos distintos. Pese a que el club ha dado recientemente de alta en la ACB a Dejan Musli, la nómina de hombres altos se sigue contando con los dedos de una mano debido a la solitaria presencia de Teletovic, Batista y un mermado Barac, cuyas molestias en la rodilla derecha y el hecho de que se haya perdido las dos últimas ediciones de los play off por el título encienden todas las alarmas.

La conclusión es que el ala-pívot bosnio, obligado a copar la mayoría de los minutos en todos los partidos, necesita un recambio natural en la plantilla para que el Caja Laboral afronte en las mejores condiciones posibles la recta final liguera. De momento, la búsqueda ha sido infructuosa. Hallar un mirlo blanco a estas alturas de la película, cuando los jugadores de calidad se encuentran inmersos en la fase caliente de sus ligas nacionales, constituye un sueño difícil de que se haga realidad. Y los dirigentes baskonistas tampoco están dispuestos a abonar un traspaso al club de origen de ese objeto de deseo.

De ahí que todavía no se haya concretado ninguna operación pese a que la configuración de la plantilla actual permita que el jugador en cuestión proceda de cualquier lugar del planeta. Una de las opciones tanteadas, el montenegrino Vladimir Dragicevic, no cuajó ante la inminente disputa del Buducnost de la Final Four de la Liga Adriática. Algunas competiciones como la china plagadas de piezas interesantes no llegarán a su final hasta últimos de este mes y otras europeas no lo harán hasta mayo, por lo que el tiempo corre en contra de los intereses del Baskonia. Si se contrata un ala-pívot y Bjelica no pasa por el quirófano, el deseo de Ivanovic de reforzar el puesto de base -Milton Palacio era su prioridad- se habrá evaporado y el club ya contará con diez jugadores útiles con los que intentar levantar la cuarta Liga de su historia.