Cuentan en los mentideros de Madrid que Messina disparó una contundente frase a Sergio Rodríguez en los albores de la temporada. "¿Y tú jugabas en la NBA? Ah no, que no jugabas", dicen las malas lenguas que el entrenador transalpino espetó al Chacho durante un entrenamiento. Lanzado a la fama como un hombre bala cuando apenas era un pipiolo en el Estudiantes, el base canario se hizo un hombre en la NBA a base de desencantos y quejas por su escasez de minutos.
El pasado verano, la entidad presidida por Florentino Pérez apostó por su dominio del balón para acompañar la sapiencia de Prigioni, pero hasta el jueves Rodríguez no había acabado de transportar su electricidad al juego del conjunto merengue. Esta tarde, el Madrid se enfrenta en la primera semifinal (18.00 horas, Teledeporte) a un Power Valencia que tiene ante sí la oportunidad de dinamitar todas las apuestas dejando en la cuneta al esperanzado conjunto anfitrión. Frente a la revolución de Rodríguez, el Power Electronics pondrá encima de la mesa la consagración de Víctor Claver. Los 32 puntos de valoración del valenciano ante el Blancos de Rueda fueron un grito en busca de atención. Ésa que Claver había perdido antes de que Pesic lo recuperara para la causa como gran referencia del equipo por delante incluso del siempre efectivo Rafa Martínez. Hoy, uno de los dos se consagrará. El otro, tendrá que esperar.