Málaga. Chus Mateo se presentó ayer en el Martín Carpena como el adalid del "cambio tranquilo". El nuevo entrenador de Unicaja, que hasta la fecha ejercía como ayudante de Salva Maldonado en el Fuenlabrada, toma los mandos de un equipo que se había convertido en un polvorín que acabó por desembocar en la destitución de Aíto García Reneses y su ayudante, Quim Costa. Con el Caja Laboral como primer escollo en el horizonte, el nuevo técnico cajista se mostró cauto a la hora de definir las líneas maestras de su plan de rescate y evitó la polémica al referirse a su antencesor.
Mateo regresa al club en el que conquistó junto a Sergio Scariolo los títulos de Copa y ACB. En este nuevo periplo, estará acompañado por dos técnicos de la casa, Paco Aurioles, hasta ahora máximo responsable del Clínicas Rincón de LEB Oro, y Angel Cañete, tercer entrenador durante la era Aíto. Formado en la cantera del Madrid, el nuevo preparador del cuadro andaluz, un técnico joven, de 42 años, ha mamado baloncesto a la sombra de grandes técnicos como Scariolo, Imbroda y Llamas, pero ahora le ha llegado el momento de volar solo. Aunque ya dirigió al Fuenlabrada algunos partidos como interino tras el despido de Luis Guil, tendrá que estrenarse como primer entrenador en la ACB con un proyecto tan goloso como envenenado.
El presidente del Unicaja, Eduardo García, tiene plena confianza en su nuevo entrenador. De hecho, su contrato lo liga a la entidad malagueña hasta junio de 2013. "La dirección técnica del club había pensado que un proyecto de futuro totalmente nuevo debía contar con Chus Mateo, un hombre de la casa. Lo que ha pasado ha desencadenado que entrase en el primer equipo antes, pero su vinculación será plurianual, no es para cuatro o cinco meses. Confiamos plenamente en Mateo y su equipo y saldremos del atolladero", explicó el dirigente, que explicó que el nuevo entrenador llega "avalado por todo el consejo de administración y por el director deportivo Manolo Rubia".
El propio Mateo recalcó durante su presentación esa sensación de "volver a casa" que le asaltó tras firmar el contrato: "Tengo mucha ilusión y ganas de coger al equipo, que tiene muchas posibilidades. Me dejaré el pellejo aquí. Trabajo e ilusión no me faltarán", apuntó.
Y es que el preparador, que agradeció las facilidades dadas por el Fuenlabrada para su salida, es consciente de la "valiente" decisión que ha tomado el club al contratar a un entrenador sin apenas experiencia. "Empezaremos poco a poco, iremos haciendo un cambio tranquilo. El Unicaja no está jugando al nivel que se espera. Hay que observar, escuchar, analizar y poco a poco ir viendo qué falta", manifestó.
El entrenador del Unicaja vislumbra "un cambio de ilusión y de corazón, más que de táctica" y, ante el debut en el Top 16 ante el Caja Laboral, adelantó que "en dos días no se podrán hacer grandes cosas" aunque cree en las dinámicas "y en que la fuerza del grupo pueda sacar adelante situaciones adversas".
De hecho, Mateo estima que la situación del Unicaja, fuera de la Copa y lejos de los cuatro primeros puestos, no es la deseada, pero tampoco es tan mala. "Tenemos que ilusionarnos con las competiciones en liza, la ACB y la Euroliga, en la que aspiramos a llegar a la siguiente fase", señaló el técnico, que no piensa en nada más que en el duelo de mañana: "Debemos marcarnos objetivos a corto plazo. Lo único que hay en mi mente es que juguemos lo mejor posible para ganar en Euroliga a un equipo tan difícil como el Caja Laboral", concluyó.