Vitoria. Su nombre estaba subrayado en la agenda baskonista desde principios de verano. Joven, talentoso y con unos estimables 2,16 metros de altura, Kyrylo Fesenko se convirtió en el oscuro objeto de deseo azulgrana para reforzar el juego interior. A sus 23 años, y tras deambular durante los últimos meses en el mercado de la NBA como agente libre restringido, el jugador parece haber optado definitivamente por renovar una temporada más con los Utah Jazz, su equipo durante los últimos tres años, a cambio de un modesto sueldo -para lo que allí están acostumbrados- de 1,1 millón de dólares.

En los últimos días, Fesenko negociaba un contrato por dos temporadas y cuatro millones de dólares con los Houston Rockets, pero finalmente la franquicia texana no ha querido cumplir con todas las exigencias del jugador y ya anda a la caza y captura de Erick Dampier para convertirse en nuevo compañero de Luis Scola. Aunque aún no ha rubricado su firma con la entidad del estado mormón, en Utah ya dan por hecho que el espigado interior no se moverá de allí durante la próxima temporada.

cumple su prioridad Seguido por el Baskonia como posible sustituto de Tiago Splitter para la pintura, Kyrylo Fesenko tenía como prioridad absoluta continuar su carrera en la NBA. Sin embargo, no se negó a escuchar las ofertas que le llegaron desde el otro lado del Atlántico en busca un suculento contrato económico que, finalmente, no ha llegado. Durante la pasada campaña, la lesión de Mehmet Okur le empujó a la primera línea otorgando al ucraniano un protagonismo del que no había disfrutado hasta ese momento. Unos minutos que le permitieron promediar 2,6 puntos y 1,8 rebotes por partido.

Seleccionado en la 37ª posición de la segunda ronda en el draft de 2007 por Philadelphia, los Jazz se hicieron con sus derechos con la intención de que recalara en el equipo en un futuro. Sin embargo, durante la Liga de verano estadounidense, Fesenko convenció a los técnicos y ese mismo año firmó un contrato por tres temporadas.