Tras un mal arranque de curso, el Kutxabank Araski ha vuelto a ilusionar a la Marea Verde. Tamara Seda es optimista de cara a lo que resta de temporada, en la que espera lograr la clasificación tanto para la Copa de la Reina como para el play off.

¿Cómo cree que terminará el año el equipo?

Aunque hayamos perdido el último encuentro ante el Valencia, el equipo está muy bien. Desde el principio y hasta ahora creo que se nota una diferencia clara y positiva. Ahora, el equipo está más junto y ya sabemos las combinaciones perfectas y nos conocemos mejor y la valoración es totalmente positiva, ya que desde septiembre hemos mejorado bastante.

¿Qué sucedió en Valencia?

Lo que ocurrió allí te aseguro que no volverá a suceder más. Al final, sí que es cierto que eso que vivimos nosotras, también les sucedió a otros conjuntos, ya que el Valencia es un gran rival. Eso sí, también es cierto que nuestro plan de partido quizá no fue el mejor y puede que notaramos algo más el cansancio. En resumen, un partido para olvidar.

Puede que el Valencia tuviera sed de venganza por el encuentro del año pasado donde ganó el Araski…

Puede ser (risas). Al final, el Valencia tiene un auténtico equipazo este año y lo están haciendo muy bien. Tienen una plantilla muy larga y la están combinando bien entre Europa y Liga y todo lo que están consiguiendo es por méritos propios.

¿Tuvieron nervios al principio de la temporada cuando no terminaba de llegar esa primera victoria?

No, por increíble que parezca no. He estado en varios equipos donde sí que tuvimos rachas negativas de hasta cinco encuentros perdiendo y sí que noté el bajón del equipo, pero eso nunca ha sucedido aquí. Este año simplemente volvíamos y trabajábamos más fuerte y nunca ha habido mal rollo en el equipo ni con el staff. Lógicamente, ahora estamos más contentas porque estamos sacando más victorias y éstas nos alegran más que las derrotas. Al final, como comento, he estado en equipos donde cambiar el chip después de una derrota, cuesta, pero en este Araski no.

Ya se puede decir que la dinámica del equipo es ascendente, ¿Dónde está el techo de este Araski?

Es difícil de decir. Esto es la Liga Femenina Endesa y aquí ya se vivió el año pasado una temporada que se fue de más a menos y eso puede suceder en cualquier equipo, es decir, que empiezas bien, pero terminas mal, ya que al final las temporadas son muy largas y con rivales de muchísima calidad. Entonces, los que no son fuertes mentalmente, y no solo físicamente, acaban mal. Este año tenemos en la plantilla jugadoras que han vivido temporadas más irregulares y eso nos está viviendo muy bien para poder obtener resultados positivos.

Este año se está hablando mucho de la buena relación que tienen dentro del equipo

Eso es muy difícil de encontrar, ya que los objetivos de cada una siempre son diferentes, pero aquí hemos coincidido un grupo que ha venido a disfrutar del baloncesto y a coger experiencia. Todas tenemos objetivos muy parecidos y eso ayuda mucho.

¿Cuál fue el suyo cuando decidió volver a Vitoria?

Eso no se lo escondo a nadie, y es que yo he vuelto al Araski para conseguir mi primer puesto como máxima anotadora, que en primera instancia me lo quitó Atkinson y ahora Van den Adel (risas). No sé si voy a conseguirlo, pero esa fue la broma que le comenté a Made en verano cuando hablamos de mi regreso a Vitoria y fue cuando le dije que quería volver para recuperar mi puesto de máxima anotadora de la historia del club. Sé que va a ser difícil, pero hay muchos años por delante.

¿El objetivo de la Copa de la Reina aún es posible?

Claro que sí. Nos quedan tres encuentros para finalizar la primera ronda y si ganamos los tres estaremos compitiendo con otros equipos y al final se decidirá esto en la última jornada, ante el Cadi La Seu.

Curiosidades de la vida que el año pasado se logró el billete para la Copa contra el Cadi La Seu

Ojalá también lo consigamos este año porque yo ya he pasado mucho tiempo sin que dispute una Copa de la Reina y la última vez que viví una fue antes del covid-19.

¿Cómo está viviendo el regreso al Araski?

Muy bonito y ya lo noté el año pasado cuando vine como rival, que me recibieron con una ovación muy calurosa y con mucho cariño tanto de la afición como por parte del club. Sentí que fue cómo volver a mi casa y que nunca me había ido. Entonces, podemos decir que fue como salir de casa, coger aire y volver y por ello estoy muy contenta.

¿Esa sensación de familia será muy difícil de encontrar en un equipo?

Sí, además para las jugadoras internacionales que somos de fuera es muy importante buscar ese entorno familiar, porque de esta manera se hace más fácil vivir una temporada entera fuera del hogar. Ahora, en navidades que todo el mundo se reúne, si tienes a tus compañeras que son tu familia, esa falta del hogar se nota menos.

¿Esa experiencia que ha vivido lejos de Mendizorroza le ha ayudado a crecer como jugadora?

Claro que sí, además hay muchos ejemplos de gente que se quiere, pero que en algún momento de sus vidas separan sus caminos y luego vuelven. Eso solamente es un break para coger otras experiencias y que quizá esas te ayuden a valorar aún más lo que tenías antes.

¿Ve alguna diferencia entre la Made de antes con la de ahora?

Eso va de la mano en función de cada temporada. Made como persona es la misma y como entrenadora también, pero sí que veo que se adapta en función de la temporada. Igual que yo no soy la misma que en mi último curso antes de irme, que la que está ahora. Al final, vamos creciendo y madurando con nuestras experiencias.

¿Y cuál es la diferencia entre la Seda de antes y la de ahora?

La sonrisa es la misma y mi pelo también, ya que me lo sigo cambiando (risas), pero en el baloncesto creo que tengo un poco más de madurez y mejores decisiones. Eso siempre va con la experiencia que hace que tenga un rol más importante en el equipo. Yo siempre intento ayudar tanto a mis compañeras como al cuerpo técnico y que estemos todas bien sincronizadas para entendernos mejor.

¿Cómo ve a Brewer? Quizá esté pagando esa adaptación a la Liga Femenina Endesa…

Creo que a Brewer le llegará su tiempo seguro. Ella es una jugadora bestial y una persona increíble y es una pena que esté pagando ese peaje de adaptación a la Liga Femenina Endesa. Esto no es fácil, pero yo misma sufrí eso mismo en mis primeros años, pero sí que estoy segura que la mejor Brewer está por llegar y además pronto.

Siempre es bonito ver como la cantera y las más pequeñas están con vosotras.

¡Ohhhh! ¡Cómo mola la Marea Verde de verdad! Nos animan mucho en los encuentros y ojalá continúen viniendo más y más.

¿Un sueño al 2024?

Simplemente salud y terminar bien y que podamos seguir viviendo muchos años más.

¿De verde con el Araski?

Claro que sí (risas).

Ahora que llegan las Navidades, ¿Les cocinará algo típico de su tierra a sus compañeras?

¡Uf!, yo soy más de carne, pero vamos a cenar entre amigas con algunas jugadoras que son de fuera y todas van a traer algo. Es cierto que llevo ya 11 años sin pasar navidades en casa con mi familia y se hace duro, pero junto a mis compañeras pasaremos unas bonitas fiestas. Y sí, sí que les voy a preparar un plato de calamares con leche de coco que lo comes con pan y está buenísimo.