Las temporadas de baloncesto siempre son muy largas y los equipos tienden a tener diferentes rachas, tanto negativas como positivas. Por eso mismo, siempre hay que valorar y poner notas al curso una vez finalice éste.

Ahora mismo, y después de que el Kutxabank Araski haya realizado su mejor primera vuelta de la historia en la Liga Femenina Endesa, el conjunto vitoriano vive sus horas más bajas en cuanto a resultados se refiere.

El Araski cerró el 2022 con una gran sonrisa, en especial después de lograr la clasificación para la Copa de la Reina con su victoria ante el Sedis Bàsquet en San Andrés. En la siguiente jornada, en su visita al CD Ibaeta las pupilas de Madelén Urieta también cosecharon otra gran victoria. En ambos encuentros, Atkinson fue clave para lograrlas.

Sin embargo, a partir de aquí el equipo vitoriano únicamente conoce la derrota en este 2023 pese a que los dos primeros encuentros fueron en Mendizorroza. En primer lugar, el Valencia Basket visitó el templo vitoriano y se vengó del Araski por su derrota de la ida en La Fonteta. Las de Rubén Burgos ganaron con una claridad abismal (43-96).

A los pocos días fue el Estudiantes quien asaltó Mendizorroza. Después, el Araski visitó a su próximo rival en la Copa de la Reina como el Zaragoza y, tras una dura prórroga, se perdió por una sola canasta. Por último, el equipo recibió el pasado fin de semana al actual líder de la competición, el Girona y, aunque las sensaciones fueron más positivas, las catalanas se llevaron la victoria.

Si bien el Araski incorporó a finales de diciembre a la pívot Chatrice White, Annika Holopainen lleva sin poder tener una cierta regularidad desde finales del año pasado. Todo contratiempo supone un duro golpe debido a la corta rotación en comparación a otras temporadas.

A pesar de que ahora se pueda esgrimir el corto fondo de armario como uno de los motivos del bajón del rendimiento verde, también ha sido seguramente hasta ahora lo que ha llevado a las vitorianas a realizar su primera mejor vuelta de la historia.

Madelén Urieta alecciona a María Asurmendi Pilar Barco

Es muy habitual ver cómo Made realiza continuos cambios en todos los encuentros para mantener el ritmo y la intensidad durante los 40 minutos. Hasta ahora, la fórmula ha surtido su efecto, pero el Araski ha perdido punch coincidiendo con una fase del calendario muy peliaguda con enfrentamientos ante algunos de los principales cocos ligueros.

Madelén Urieta ya comentó en su día que eran conscientes de que se avecinaba esta dura cuesta de enero. “Aunque sea complicado, sabíamos que esto nos podía pasar y en nuestra primera reunión, después de las navidades lo comentamos, porque teníamos que intentar que el calendario no nos hiciera daño como equipo y creo que, en ese sentido, eso lo hemos conseguido. Hemos encadenado cuatro derrotas consecutivas, pero creo que nos estamos reforzando a nivel de equipo”, confiesa la ayalesa.

De cara al futuro más cercano, y después de haber superado esta fase crítica del calendario, Made sí quiere valorar el siguiente encuentro del Kutxabank Araski lejos de Mendizorroza como “una pequeña final contra un equipo de nuestra liga, como el Leganés”.

Eso sí, esos tibios arranques de partido en los que el equipo vitoriano concede demasiado al rival de turno constituyen la asignatura pendiente de los últimos tiempos. Lo que está claro es que, después de haber ganado a transatlánticos como al Valencia y Girona en su feudo, seguir a ese nivel era realmente difícil, de ahí que aún no sea el momento para encender las alarmas.

Más aún cuando la Copa de la Reina en el Príncipe Felipe de Zaragoza se mantiene en el horizonte como un premio merecido a la gran trayectoria alavesa desde el inicio del ejercicio. De momento, el Araski vive un bajón que entra dentro de la lógica y del cual toca salir también lo antes posible con el fin de no salir de puestos de play off por el título.