¿Hasta qué punto debe preocuparse la ciudadanía alavesa ante las consecuencias de lo que está ocurriendo en Ucrania?

-La guerra está causando problemas a nivel mundial y Álava no es una excepción. Como en el resto de Europa y del mundo tenemos familias a las que les está afectando, empresas, autónomos, y tenemos que estar preocupados porque no es una situación sencilla.

CAF para, Arcelor Mittal para... ¿Qué le trasladan sobre su situación factorías clave para Álava como Mercedes-Benz, Michelin, Gamesa o Aernnova?

-Cada sector y cada empresa es diferente, pero hay una serie de elementos comunes. El encarecimiento del precio del transporte y la huelga, el incremento de los combustibles y la electricidad o las dificultades en la cadena de producción y la falta de materias primas afectan en mayor o menor medida al conjunto de empresas del territorio. Esta dificultad va aumentando a medida que van pasando los días y no se adoptan medidas claras.

En mitad de una tormenta perfecta, ¿qué preocupa más a las empresas? ¿La falta de suministros, el precio de la luz y el combustible o, ahora, los efectos de la huelga de transporte?

-A cada una le preocupa lo que le afecta. A las empresas que tienen un consumo intensivo de energía, bien sea electricidad o gas, les preocupa sobre todo el precio de la energía. A las empresas que dependen de materias primas que ahora mismo no están llegando les preocupa esa falta de materias primas. A la práctica totalidad les preocupa mucho la huelga del transporte porque supone dificultades para sacar sus productos y conseguir que lleguen al mercado. Hay una conjunción de circunstancias, una tormenta perfecta, que hace que estemos en una situación realmente complicada en este momento y que exige adoptar decisiones con la mayor rapidez posible al conjunto de instituciones.

Estas grandes compañías tienen también una importante capacidad de resistencia. ¿La situación es peor para la pyme alavesa?

-La capacidad de resistencia depende de la intensidad con que te afecte la crisis y de la capacidad financiera que tenga cada empresa para afrontar esa crisis. Las pymes y micropymes están en una situación de mayor vulnerabilidad, sobre todo aquellas que no pueden repercutir en sus clientes la subida del precio de la energía o de las materias primas. Estas últimas semanas he estado en contacto con el tejido económico alavés, me he reunido con empresas pequeñas, medianas y grandes, y me traslada la mayor parte de ellas una situación de dificultad muy importante.

¿Teme que pueda llegarse al caso de ver cierres de negocios si la situación no cambia en breve?

-En este momento lo que vamos a ver es paradas de producción en algunas empresas. Si la situación se afronta de manera rápida, si de manera rápida se delimita el precio de la electricidad, se consigue rebajar el precio del combustible, si se llega a un acuerdo para que acabe la huelga del transporte, si hay algún tipo de acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, esta situación se superará y yo creo que se superará bien, porque el tejido productivo alavés es muy potente. Álava puede afrontar esta crisis, pero si se prolonga, la situación será de mayor dificultad. Tenemos que ser conscientes de la situación en la que nos encontramos. El conjunto de la sociedad tenemos que procurar hacer cosas tan sencillas como no acaparar alimentos, comprar producto local, favorecer a nuestros productores. Tiene que ser consciente el conjunto de las fuerzas políticas, que tienen que entender que en una coyuntura como esta toca arrimar el hombro y dejar los enfrentamientos y los populismos. Tenemos que adoptar decisiones que ayuden a superar la crisis a los sectores más afectados; es el momento de la unidad, de remar juntos, de abordar esa situación entre todos.

El Gobierno de Pedro Sánchez se reunió el jueves con los transportistas tras dos semanas de huelga, y estamos a la espera de la llegada del 29 de marzo para ver si, de una vez por todas, se procede a la bajada de los precios de la luz, el gas y la gasolina... ¿Llega tarde el presidente español?

-Yo espero que solucionen el tema del precio de la energía, cada día que pasa sin solucionarlo el problema se agrava. Cada día que pasa se agrava la situación de las familias que no pueden pagar el gas o el gasóleo, de quienes tienen problemas para llenar el depósito del coche, de los autónomos que no saben si abrir sus negocios porque pierden dinero abriendo por el precio de la energía o el transporte, de las empresas que tienen dificultades para mantener la producción sin incurrir en pérdidas excesivas. Cada día se agravan todos estos problemas, cada día que pasa ya es un día tarde.

¿Ha sido el Gobierno español lo suficientemente eficaz hasta la fecha?

-Yo entiendo que esta es una situación de máxima dificultad para cualquier gobierno y para cualquier institución, pero creo que la situación del precio de la energía habría que haberla abordado antes, no se puede esperar hasta el día 29.

¿Es el campo alavés, y la ganadería en especial, el sector sometido a una amenaza más directa por esta situación? ¿Cree que la protesta del domingo en Madrid hará reaccionar a instituciones y grandes distribuidoras?

-La ganadería está en una situación crítica en este momento. Hay una conjunción de factores que hace peligrar el futuro en muchas explotaciones ganaderas alavesas. La Diputación ha sido consciente de esa situación, yo personalmente he estado en contacto durante estos días con el sector, me han trasladado sus dificultades y hemos decidido adoptar medidas con carácter prácticamente inmediato, medidas fiscales y ayuda directa. El Gobierno Vasco también va a adoptar medidas, y espero que en Euskadi y especialmente en Álava este conjunto de medidas sean suficientes para mantener vivas las explotaciones, porque ahora hay que ayudarles a que aguanten las próximas semanas, si no hacemos algo corre peligro la viabilidad futura de unas explotaciones que son fundamentales no solo para sus responsables, sino para mantener vivo el territorio.

Ya no se trata tanto de hacer cumplir la Ley de Cadena Alimentaria como de pura e inmediata supervivencia.

-Es pura supervivencia, pero quiero insistir en un mensaje que ya he lanzado en las últimas semanas. Esta crisis no pueden aguantarla solo los ganaderos y los agricultores, hay que repartir la crisis entre todos los niveles. El consumidor tendrá que asumir que tiene que pagar un poco más, y debería hacer el esfuerzo de comprar producto local. El distribuidor tiene que pagar algo más por el producto, aunque gane menos, y el agricultor o ganadero estará dispuesto, seguro, a asumir su parte en todo este proceso. Ese riesgo, esa pérdida, tiene que ser compartida. Nos jugamos el futuro del sector en Álava, y eso es tanto como decir que nos jugamos el futuro del territorio. El territorio lo mantienen los agricultores y los ganaderos, tenemos que apoyarles.

¿Hay capacidad en la Hacienda alavesa para soportar las rebajas fiscales o ayudas directas anunciadas, y afrontar a la vez una probable merma de la recaudación?

-El tejido productivo alavés es fuerte y la sociedad alavesa es fuerte, estamos hablando del territorio del Estado que tiene el mayor sueldo medio y el mayor PIB per cápita. La Hacienda alavesa aguantará, pero es verdad que esta situación puede acabar afectando a la recaudación. Nosotros estamos siguiendo día a día la evolución de la situación económica para ver también cómo afecta a la recaudación.

¿Hasta qué punto la experiencia con la pandemia permitirá afinar con estas medidas?

-El covid nos llevó a adoptar medidas muy rápidamente, y las primeras medidas fueron las fiscales. Tenemos ya una experiencia y ahora vamos a poner en marcha medidas similares a las de entonces, que ayuden a la liquidez, que cambien el calendario fiscal y que ayuden a soportar una situación en muchos casos muy difícil.

¿Se contempla un escenario de posibles recortes si la crisis no se encauza en breve?

-En lo mas duro del covid, cuando paró por completo la actividad y la recaudación se hundió, la Diputación adoptó todos los instrumentos necesarios para, no solo no tocar, sino incrementar las políticas sociales, esa es nuestra filosofía. Por lo tanto, no contemplamos ninguna disminución del esfuerzo presupuestario para Políticas Sociales, que son las que vertebran realmente el territorio. Lo que sí puede ocurrir es que si la crisis se prolonga en el tiempo y la recaudación disminuye, hagamos algunos ajustes que tengan que ver con proyectos que podemos periodificar de otra manera. Todos los diputados y diputadas son conscientes ya de la necesidad de estar preparados para modificaciones del Presupuesto que ayuden a quienes lo necesitan. Sin embargo, no estamos en ese momento, las medidas de apoyo directo que hemos acordado se llevaran a cabo con cargo al remanente; la Diputación tiene unas cuentas saneadas, venimos de una buena recaudación y eso nos permite afrontar esta situación con garantías.

El consejero Azpiazu ha avanzado esta misma semana la reducción en 2,2 puntos de la previsión de crecimiento para Euskadi en 2022. ¿Teme que haya una ralentización de la recuperación en el empleo?

-Habíamos vuelto a datos de empleo muy similares a los anteriores a la pandemia. El escenario del año 2022 era de crecimiento del empleo hasta alcanzar cifras de desempleo claramente por debajo del 10%. Seguimos pensando que eso es posible, que podemos seguir avanzando en la creación de empleo y en la disminución de personas desempleadas, pero es verdad que si la crisis se prolonga en el tiempo nos enfrentaremos a nuevas dificultades. Tendremos que ir viéndolo día a día.

¿Los ERTE serían de nuevo una herramienta válida para afrontar el escenario que se avecina?

-Los ERTE son una herramienta muy poderosa en situaciones como esta, creo que hay empresas que van a necesitar la herramienta del ERTE por no disponer de materias primas o no poder continuar con su producción por las pérdidas excesivas que implica el precio de la energía.

Y, ante todas circunstancias, ¿qué espera de los partidos de la oposición?

-Yo no voy a hacer juicios de valor sobre la oposición, pero sí hago un llamamiento a la responsabilidad. Debemos ser conscientes de que ahora hay que ocuparse de lo realmente importante, mantener la economía y a nuestras empresas a flote para mantener el empleo y para mantener la calidad de vida. También hago un segundo llamamiento a la responsabilidad en materia de generación de energía. Hemos visto con esta crisis que dependemos en exceso de la energía generada en otros países, debemos ser capaces de producir nuestra propia energía. La oposición debe dejar de utilizar este tema como arma arrojadiza e instrumento de desgaste. Tiene que actuar con responsabilidad, ser consciente de que nos jugamos el futuro. Tiene una garantía acreditada, la de que la Diputación y el Gobierno Vasco solo van a permitir la instalación de parques de renovables allí donde legalmente sea posible, con el máximo respeto al medio ambiente. Que no jueguen a la demagogia y apoyen la implantación de parques de renovables en Álava; nos jugamos gran parte del futuro industrial del territorio.

¿Podremos encontrar un punto de equilibrio entre esa necesidad y la fuerte contestación política y social?

-La contestación social es minoritaria, muy minoritaria, pero es verdad que existe esa contestación social que encuentra amparo en algunas fuerzas políticas, sobre todo en las populistas, que quieren hacer de esta cuestión un elemento de desgaste. Por eso les apelo a la responsabilidad.

"La situación del precio de la energía habría que haberla abordado antes, no se puede esperar hasta el día 29; cada día que pasa ya es un día tarde"

"Tenemos que hacer cosas tan sencillas como no acaparar alimentos o comprar producto local, es el momento de la unidad"

"Si la crisis se prolonga podemos periodificar algunos proyectos de otra manera, pero no disminuiremos el esfuerzo para Políticas Sociales"

"Hay que ayudar a las explotaciones ganaderas a que aguanten las próximas semanas, si no hacemos algo corre peligro su viabilidad"