Según anunció ayer el Ayuntamiento de Gasteiz en el Elkargune de Protección de los Animales, un estudio ha constatado la existencia de nueve zonas del municipio donde la proliferación de palomas supera el umbral aceptable y de 15 puntos de riesgo higiénico sanitario en el que hay factores que favorecen la proliferación de las palomas (agua, cobijo, alimentación...).

Las zonas de concentración de palomas se ubican fundamentalmente en el Casco Histórico, Lovaina, Aranbizkarra, Zaramaga, El Pilar, Lakua-Arriaga y Arkaute. Y los 15 puntos de riesgo higiénico sanitario están, fundamentalmente, en el centro urbano (Casco Histórico y Catedral nueva) y diferentes parques (La Florida, El Prado, Molinuevo, Aranbizkarra).

También destacan como puntos céntricos de concentración las calles Abendaño, Sancho el Sabio, Antonio Machado, Guayaquil, y la avenida de Olarizu. Por último, destacan como espacios que favorecen concentraciones de palomas el Centro Comercial Boulevard y las iglesias de Arriaga, Elorriaga y Arkaute "por las facilidades de cobijo que ofrecen".

Teniendo en cuenta el "riesgo para la salud al comportarse como un posible vector de transmisión de enfermedades a personas y animales", el Consistorio ve necesaria la puesta en marcha de acciones de gestión poblacional parte de las cuales serán de aplicación inmediata.

En concreto, antes de que acabe el año se comenzará con una campaña de información y corresponsabilidad dirigida a la ciudadanía para poder actuar sobre uno de los principales factores de concentración de palomas: la disponibilidad de alimento. "Queremos actuar en una doble vía: por una parte, vamos a sensibilizar al conjunto de la ciudadanía buscando su implicación y por otra, vamos a dirigirnos específicamente a las personas alimentadoras para darles a conocer los riesgos derivados de su modo de actuar", detalló la edil de Salud, Livia López.

Paralelamente, se realizará una prueba piloto con vistas a una posterior utilización de pienso esterilizante. Se colocará un dispensador de granos de maíz para medir qué riesgo existe de que otras especies no diana consuman el mismo pienso, así cómo qué cantidad de producto consume cada paloma.

Junto a la prueba piloto, se llevará a cabo una acción de captura selectiva mediante la instalación de jaulas-trampa en puntos identificados como de mayor riesgo higiénico sanitario. Además, habrá actuaciones administrativas de inspección e implantación de los métodos de prevención, así como de censado periódico para comprobar la efectividad del conjunto de acciones.

Búsqueda del "punto de equilibrio". El Plan de gestión de la población de palomas de Vitoria, cuyo primer paso ha sido la elaboración del diagnóstico presentado ayer, es la primera experiencia municipal a largo plazo en esta materia. "Desde el punto de vista de la protección animal, las palomas son animales que requieren una gestión basada en el respeto, proporcionalidad y prudencia. Son parte de nuestra biodiversidad. Pero no podemos obviar las consecuencias para la salud pública que genera su sobrepoblación. Este plan busca el punto de equilibro necesario para la convivencia", subraya Livia López.