Transcurrido un año desde la inauguración y bendición por parte del obispo de Vitoria de este céntrico espacio sagrado ubicado en la Catedral Nueva y destinado a guardar, orar y custodiar las cenizas de personas fallecidas, el ritmo de ocupación de los nichos va siendo progresivo.

En estos primeros doce meses, 20 han sido las familias que han reservado un espacio para cuando sea el momento de despedir a un ser querido. Además ya son 12 las urnas con las cenizas de fieles que descansan en esta cripta de la Catedral de María Inmaculada.

Cuando se ideó este templo, el espacio que hoy ocupa el columbario estaba reservado para dar sepultura a obispos -actualmente todos son enterrados en la Catedral Vieja-. Este conjunto de 95 pequeños nichos con capacidad para más de 300 urnas fue iniciado por petición popular, reformando este rincón de la Catedral Nueva con el fin de acoger un espacio donde depositar las cenizas de los difuntos dentro de una iglesia, convirtiéndose así en el primero de Álava en este sentido.

Cuatro euros al mes

Desde el cabildo de la Catedral Nueva recuerdan que el coste de este servicio -4 euros al mes- es muy inferior al que suele ofrecerse en un cementerio y que la reserva es para 30 años, prorrogables en el tiempo. Resaltan la disponibilidad del lugar al poder acceder y rezar cualquier día del año en horario de mañana o de tarde ante los restos de las personas que aquí descansan, con la posibilidad de concertar un horario específico con el equipo sacerdotal del templo.

También ponen en valor que esta cripta acoge misas a diario y recuerdan que todos los días 8 de cada mes -por coincidir con el día de la Inmaculada, 8 de diciembre, titular de este templo- se celebra una eucaristía especial en memoria de los difuntos que descansan en este columbario para que gocen de la promesa de Cristo de la vida que nunca acaba.

Este equipo sacerdotal recuerda asimismo que existe un espacio gratuito para personas o familias con necesidades económicas especiales. Por ello, recuerdan, al cumplirse un año de su apertura, que los interesados pueden llamar al 945 13 29 52 y solicitar la posibilidad de depositar una urna en este lugar sagrado, acorde con la fe del difunto y en una ubicación digna para acudir a rezar en presencia de sus cenizas, como es este templo neogótico ubicado en pleno centro de la ciudad.