Un séptimo álbum tomará forma el próximo octubre en los estudios Electrical Audio que Steve Albini tiene en Chicago. Los gasteiztarras The Soulbreaker Company están inmersos en la preparación de este trabajo, que verá la luz en 2025. Sin embargo, en casa empezaron la gira para celebrar su vigésimo aniversario y también en la capital alavesa quieren cerrar este tour especial. Eso va a suceder este viernes en la sala Jimmy Jazz, donde la banda contará con la presencia de Hermana Furia. Será en una noche en la que se prevén no pocas sorpresas... que no se pueden contar. Es necesario vivirlas y todavía queda alguna entrada disponible para ello.
Es importante, por supuesto, celebrar lo hecho en estos 20 años, pero también tiene que ser un poco extraño echar la vista atrás.
–Es muy raro. No somos una banda profesional. Somos un grupo aficionado a la música al que le encanta hacer lo que hacemos. No ser profesional y llegar a los 20 años, con proyección además de seguir adelante, es, desde luego, raro. Pasa también en otros aspectos de tu vida. Miras atrás y parece que de esto o de lo otro han pasado solo cuatro días. Pero no, han pasado 20 años (risas). Es que hemos crecido con la música y con el grupo. Y ahí, parece una tontería, pero 20 años es un montón de tiempo.
“Ir a Chicago con tus medios, ganados con el trabajo en la música, y grabar en el estudio Steve Albini es un orgullo”
¿Qué cree que se mantiene en la banda y qué ha cambiado, más allá de que ha habido algún cambio en la formación?
–Creo que no ha cambiado mucho, la verdad. La idea de cómo afrontamos la forma de hacer música o de cómo vivimos con una banda es muy parecida. Por eso creo que el grupo sigue adelante, porque congeniamos entre nosotros y no hay problemas. O por lo menos, no muchos (risas). Se mantiene, como te decía, la forma que tenemos de hacer música, de tocar, de ser creativos y querer seguir componiendo para hacer nuevos discos. Ahí está la esencia de la banda.
¿Qué ha sido lo mejor de estos 20 años?
–Para mí, conocer a un montón de gente de todos los lados que está en tu misma onda con la música y da igual que estés en Cataluña, Andalucía o Asturias. Poder relacionarte con determinados grupos, incluso tocar con ellos, eso es... Me acuerdo en el primer Azkena que tocamos, estuvimos con Warren Haynes, que fue la hostia. Y ha estado conocer, por ejemplo, a la gente de Amon Ra, Viaje a 800... y de un montón de otras bandas con las que hemos hecho amistad. Eso es lo más chulo de la música.
Ahora que la veteranía es un grado, ¿si alguien joven que está empezando le pide un consejo, le diría...?
–No sé si podría dar un consejo a nadie, la verdad. Cuando me has preguntado si la banda ha cambiado, te he dicho que no y es así. Pero todo lo que rodea a la música, sí y además muchísimo. Las bandas que empiezan nuevas ahora lo tienen mucho más complicado. Nosotros hemos tenido la suerte, entre comillas, de encontrarnos con que lo que hacemos ha gustado por ahí. Eso nos ha llevado a tocar a un montón de sitios sin casi hacer ningún esfuerzo. Quiero decir, que nos han llamado de Madrid casi desde el principio. Lo mismo de Andalucía, de Barcelona... Nosotros tenemos la opción porque llevamos 20 años en la música, pero la gente que está empezando ahora lo tiene muy complicado porque las condiciones son peores y mira que nunca han sido buenas. No sé qué le diría. Sin que suene ñoño, sí que le transmitiría que esto merece la pena. Le diría que crear y hacer música es algo muy especial, bonito. Eso aún sabiendo que hoy, todo lo que rodea a la música no anima mucho, la verdad.
“La gente que está empezando ahora lo tiene muy complicado porque las condiciones son peores”
Lo más inmediato para The Soulbreaker Company es el concierto de este viernes en Gasteiz, este cierre de la gira del vigésimo aniversario de la banda.
–Nosotros ya estamos pensando en el próximo disco. Pero cuando planteamos la gira de los 20 años, pensamos que el primer concierto tenía que ser en Vitoria y el último también. Lo que pasa es que se nos ha ido un poco el santo al cielo (risas).
Al ser el último de este tour, ¿habrá sorpresas?
–Vamos a intentar que pasen cosas y que sea un concierto de final de fiesta a la altura. Meteremos alguna canción nueva que no ha estado en la gira y vamos a... bueno, vamos a terminar de la mejor manera.
Después, en octubre, tienen previsto ir a Chicago, a un estudio de prestigio, a grabar su séptimo álbum.
–Antes de la pandemia, sacábamos un disco cada dos años, más o menos. Pero la pandemia nos alteró el ritmo, más allá de que también en nuestras vidas profesionales y personales ha habido cambios. Así que cuando planteamos la idea de un nuevo álbum, tuvimos claro que lo queríamos hacer bien, buscando un estudio en Estados Unidos que nos encajase bien. Como ya estuvimos en California, miramos Chicago, el estudio de Steve Albini, que es espectacular. Ahora estamos terminando de perfilar la maqueta para mandarla y preparar los últimos detalles antes de marchar.
Puede parecer una pequeña locura, también en el plano económico, que en un momento en el que dentro del negocio musical los discos han perdido peso frente a los 15 segundos de reproducción en una red social, vayan ustedes y se marchen a Estados Unidos a grabar un nuevo álbum.
–Ya. Pero es que para nosotros esto es parte de la música. Parte de nuestro premio es poder hacer estas cosas. Seguramente nos podríamos quedar por aquí y hacer una grabación invirtiendo menos dinero. Además, aquí hay equipos muy buenos. Pero para nosotros, que igual ya estamos un poco chapados a la antigua, esto es parte de la música y poder hacer esto, como te decía, es un premio. Forma parte de nuestra ilusión. Plantearte poder ir a Chicago con tus medios, ganados con tu trabajo en la música, para grabar en el estudio de Steve Albini es un orgullo. No vamos a tener que pedir préstamos a nadie, ni nada. Es dinero que hemos sacado con nuestro trabajo, con la gente que ha venido a los conciertos y ha comprado nuestros discos. Eso para nosotros es un orgullo y vale la pena.
Será el séptimo disco que saldrá a lo largo de 2025 o...
–La idea es que se publique en la primera mitad de 2025. En principio, no saldrá en CD, sino en vinilo.
¿Algún detalle de cómo será?
–Con todos los discos, la gente nos pregunta siempre cómo va a sonar el próximo. Pero es imposible decirlo. Es que hasta que no vamos al estudio, no se define del todo. Va ser Soulbreaker, eso es así. Luego, habrá que ver qué introduce la producción que hemos ido buscando, como en todos los álbumes.
En estos aniversarios, a veces hay bandas que parece que llegan a un paréntesis. Pero ustedes están con el nuevo disco en mente. Eso quiere decir que el proyecto tiene músculo y ganas de seguir.
–No concibo no tocar. Si lo dejo es porque me ha pasado algo que me lo impide. Llevamos mucho tiempo, nos llevamos muy bien y nos gusta mucho tocar e ir de gira. No entendería poner un punto final a esto sin razón o porque llevamos más de 20 años. No le debemos nada a nadie. Hacemos música honesta, lo que nos gusta, la gente viene a vernos y ya está. Tampoco te voy a decir que vamos a durar hasta que tengamos no sé cuántos. Mientras podamos hacerlo, nos guste y haya un mínimo de compromiso para ir hacia delante, seguiremos. ¿Hasta cuándo? No lo sé. Pero sigo notando lo mismo de siempre, es decir, que nos gusta hacer música y que queremos juntarnos para tocar. Eso no ha cambiado nada.
Y está el público, que eso tiene que ser lo mejor de toda esta historia después de 20 años.
–No podemos estar más agradecidos con la gente. No sé ni cómo te lo podría decir. Puedes hacer música durante un tiempo y acertar. Pero que la gente te siga durante 20 años, eso es algo que no se puede describir. Es que hay quien nos sigue escribiendo para preguntarnos por conciertos, por discos, por si vamos a hacer esto o lo otro. Somos una banda que casi no tenemos promoción. Y la gente, aún así, se acuerda de nosotros y nos sigue. Estamos muy agradecidos al público. Nos pasa que tenemos personas que empezaron a seguirnos hace 20 años, que han sido madres y padres en este tiempo, y que ahora sus críos de 16 años se han hecho seguidores de The Soulbreaker Company. Suena como a muy viejuno pero es todo un orgullo. Eso hablando de un grupo que nunca ha tenido gran presencia en medios y que se ha hecho ya mayor para meterse en TikTok. Sin tener eso, es de agradecer que la gente nos siga de esta manera. Es algo muy especial.