A siete semanas de la Navidad, comienza el ajetreo en los restaurantes de Gasteiz. Llamadas de teléfono, reservas, elección de menú, cancelaciones... Un vaivén que ya se percibe en el rostro de los encargados de los establecimientos. Para unos es pronto, para otros no tanto, pero la realidad indica que las reservas para comidas o cenas de empresas, familias y amigos se han adelantado este año y noviembre, antes de la pandemia un mes flojo, ha pasado a ser un punto álgido de celebraciones navideñas, al menos, los fines de semana que restan del mes. Tampoco diciembre apunta mal, según los hosteleros, aunque eso ya era habitual antes de la pandemia sanitaria, sobre todo, después de puente de la Constitución.

"No hemos tenido ocasión de celebrar en mucho tiempo por culpa del covid y eso ha hecho que en noviembre se estén recibiendo muchas llamadas para reservar sitio en los comedores para comidas de empresas", confirma Juan Carlos Antolín, vicepresidente de SEA Hostelería.

Algo similar sucede con las celebraciones familiares. También despuntan las reservas, bajo la premisa de "vamos a adelantarnos, no sea que nos vuelvan a cerrar", confiesa la gente.

"Hay bastantes llamadas y reservas; desgraciadamente, también cancelaciones, con los problemas de organización que conlleva para los hosteleros", subraya Antolín. "La gente pregunta en varios restaurantes, reserva, luego cancela...". En eso, la forma de actuar no ha variado demasiado.

Comidas de empresa

Las empresas se decantan por las comidas de trabajo más que por las cenas. "Puedes encontrar un precio más barato, aunque sea un menú de grupo y, además, dan pie a tomar después una copa y alargar el encuentro entre compañeros", explica Antolín. "Las cenas, en cambio, son más para cuadrillas y familias, aunque también hay de empresas", indica.

Las comidas navideñas de trabajo suelen celebrarse los viernes y en restaurantes del centro de Vitoria "para no tener que desplazarse después a tomar una copa", aclara. En otros casos, "no sabes qué tipo de grupo viene hasta que se sientan a la mesa los comensales porque no te lo dicen al efectuar la reserva, pero la tendencia suele ser ésa", radiografía el vicepresidente de SEA Hostelería.

La gente quiere calle

Lo que sí tiene claro el sector es que la gente quiere calle. "Parece que nos queda mucho por celebrar y tenemos poco tiempo". Y en estas fechas, lo que se estila es elegir un restaurante conocido, que a uno le guste y pactar un menú de grupo.

"Para nosotros es más práctico un menú concertado, ya que nos permite saber lo que van a comer y preparar de antemano", reconoce. Además, una vez acabados los postres y cafés, los comensales se levantan rápido. "Nos gusta comer o cenar en un establecimiento y salir a la calle a tomar una copa en otro; no nos gusta en el mismo sitio, preferimos cambiar".

Buen cierre de año

Así las cosas, la situación apunta hacia un buen cierre del año en la hostelería, según la asociación patronal. "Estamos trabajando bien, pero no nos podemos olvidar de que todavía sufrimos las secuelas económicas de haber estado cerrados tanto tiempo", reivindica Antolín.

Con todo y, a pesar de que cada local es un mundo, muchos van a tener que reforzar la plantilla durante los picos más altos de ocupación de los comedores, picos que coinciden con los fines de semana de comidas y cenas navideñas, ya sean de empresas, familias o amigos. Son los días álgidos porque, de lunes a jueves, los hosteleros reconocen a puerta cerrada que no hay nada en Vitoria.

La valoración de SEA Hostelería es que desde el verano se ha trabajado bien, pero septiembre y octubre han sido más flojitos, baja la clientela. "Se trabaja bien los fines de semana, pero entre semana está muy tranquilito", describe Antolín.

En cuanto a las fechas preferidas para celebrar la Navidad, siguen siendo las señaladas en rojo en el calendario: las comidas de Navidad, Año Nuevo y Reyes, y la cena de Nochevieja, en auge.

Más reservas en Nochebuena

"Nochebuena se sigue cenando en casa, aunque también notamos un aumento de las reservas". Antes, "la ama cocinaba y todos íbamos a su casa, pero desde hace unos años, la costumbre va cambiando, los hijos no les quieren cargar de trabajo y las generaciones que venimos somos más prácticas, así que les decimos: déjate de cocinar, que vamos a comer fuera".

En el caso de las comidas de empresa, el día preferido es el viernes, pero a medida que se quedan sin sitio van adelantando al jueves. "Todo el mundo quiere salir el mismo día y, además, tomar unas copas por la noche, por eso es tan importante el ocio nocturno", reclama Antolín. "La gente tiene ganas de salir y de celebrar, y nosotros estamos con los brazos abiertos para recibirles".

Y es que, en absoluto le importa al sector estar un tiempo desbordado de trabajo, después del bajón sufrido con el covid. Por eso, los hosteleros piden a Olentzero buenas noticias o, en su defecto, que no haya noticias, si van a ser malas.

el 'terraceo' se queda

Otra consecuencia del cierre de bares ha sido el boom del terraceo,boom que en Gasteiz ha llegado para quedarse, en opinión de Antolín. "Hay muchos clientes que prefieren sentarse en la calle, así que vamos a intentar adecuar las terrazas, cerrarlas y calefactarlas para acomodar a esa clientela que, cada vez más, demanda calle".

"No hemos tenido ocasión de celebrar y la gente está adelantando las reservas"

Antolín

Vicepresidente de SEA Hostelería