u traslado de la calle Correría a Zabalgana fue bastante traumático al principio. Una década después, en cambio, ya se siente del barrio, y le gusta. "Cuando llego del Casco Viejo, en Zabalgana no hay prácticamente nada, ni centro cívico, ni comercio, ni transporte, ni nada, alguna panadería y uno o dos bares", confiesa Juan Ibarrondo, zabalganatarra de pro, como se confiesa.

Sin embargo, el trauma inicial no fue únicamente por la falta de servicios e infraestructuras. Tuvo mucho que ver la propia configuración del barrio. "No tiene nada que ver el espacio de un distrito pequeño, como el Casco Viejo, pero con mucha vida social y cultural, donde todo el mundo se conoce, con las dimensiones de un barrio como Zabalgana, con grandes distancias entre unos bloques de viviendas y otros, donde nadie se conoce y muy desangelado.

Afortunadamente, ha ido cambiando, para bien, y ahora ya me siento zabalganatarra de pro, zabalganazale, vamos, que estoy a gusto en el barrio", declara orgulloso el escritor, guionista, exlibrero y amante de los oficios en peligro de extinción.

Desorbitado en dimensiones

Desorbitado en dimensiones y distancias desde su edificación, Zabalgana ha ido creciendo en población, año tras año sin parar hasta convertirse en el barrio más poblado de Gasteiz, donde ya residen 28.133 personas, según el último censo municipal. Además, es el distrito que más incrementa su padrón el último año, al ganar 661 habitantes y superar a Lakua-Arriaga (27.680 censados) distrito que, a diferencia de Zabalgana, perdió 125 residentes durante el año más duro de la pandemia sanitaria del covid.

Si algo no le gusta a Ibarrondo de Zabalgana es, precisamente, la manera en que se construyó, de afuera hacia adentro y bajo la lupa de la especulación. "Muy a la americana, pensado para otro tipo de sociedad, que no es la nuestra, pensado para ir en coche a casa, al híper y no salir de ese círculo". Ahora, en cambio, "se ve alguna frutería, carnicería, pescadería y, joé, eso da vida; además, se habla de súper manzanas, de restauración del río, va cambiando, de forma insuficiente todavía porque se mantienen esos viales enormes, pero...", manifiesta.

el primer pregonero

La edificación de Zabalgana fue muy negativa en opinión de Ibarrondo. De hecho, fue una de las pocas pegas que tuvo la Green Capital 2012. "Recuerdo una vez que trajimos de visita al barrio al reconocido arquitecto y urbanista Carlos Verdaguer y cuando le preguntamos ¿qué harías tu en Zabalgana?, respondió: "esto, tirar y volver a hacer", sonríe ahora Ibarrondo. Luego, poco a poco, y con el paso del tiempo, son los propios vecinos los que le han ido dando vida y mejorando el barrio", asegura.

Entre esos vecinos está él. Pregonero de las primeras fiestas de Zabalgana, recuerda que ya entonces se decía: "Un barrio no es barrio hasta que no tiene fiestas; será un conjunto de casas, pero barrio, barrio, lo que se dice barrio, no". Del posterior desarrollo, destaca hitos como la influencia de las asociaciones de padres y madres: "las familias fueron de las primeras en comenzar a reunirse, socializar y reivindicar, las primeras en construir barrio.

Las AMPA han tenido mucha influencia, al igual que el tejido vecinal, y entre todos están haciendo cosas muy interesantes, como los huertos urbanos -de los que el propio Ibarrondo es alma mater-; en su día Olentzero". En definitiva, "actividades comunes, de barrio, que dan sentido y, más allá de un distrito dormitorio, hacen de Zabalgana un lugar en el que relacionarse y tener vida fuera del trabajo", explica.

Niños y jóvenes

Por eso, a Ibarrondo le alegra ver muchos niños y jóvenes por el barrio. "A algunos de ellos les he visto nacer y crecer", puntualiza. También migrantes porque "enriquecen culturalmente un barrio que es muy diverso, abierto, con parejas jóvenes de todo tipo; eso me gusta, dan vida, me parece maravilloso".

Zabalgana es de los pocos barrios de Gasteiz que ha crecido en población el último año, al igual que Aretxabaleta (+255), Salburua (+148), la Zona rural noroeste del municipio (+36) y Ali-Gobeo (+15). El resto ha perdido habitantes, incluida la ciudad en su conjunto.

Sin duda, ser un barrio joven y con mucha vivienda es la base de esta expansión demográfica, pero en la evolución de Zabalgana como barrio consolidado también han influido otros hitos, como la apertura del centro cívico, del instituto, de los huertos urbanos, de pequeños comercios, sobre todo en la zona de Derechos Humanos y Avenida de Zabalgana, bares -"ya sabes que aquí todo empieza por los bares"-. Servicios e infraestructuras que, muy despacio, se van asentando.

Construir barrio

"Siempre, todo, a base de mucha reivindicación vecinal; de hecho, aún estamos con la pelea del colegio Aldaialde y con la mejora del transporte, materia en la que siempre somos los olvidados. El tranvía está en el centro, en Lakua y Abetxuko, prácticamente ha llegado a Salburua, y en Zabalgana no lo tenemos, ni tampoco vamos a tener BEI (bus eléctrico), ni ningún tipo de transporte de alta capacidad", lamenta. Es más, considera que, con con lo extenso que es el barrio, incluso sería necesario un bus que conecte Aldaia con Mariturri y este sector con Borinbizkarra y, a su vez, con el corazón del barrio -Zabalganazaharra, como le llama Ibarrondo-. "Para alguien que vive en Mariturri, desplazarse a Aldaia es casi como ir de punta a punta de Vitoria", ejemplifica.

Consciente de la evolución del barrio, "a mejor", además de su terrible construcción, Ibarrondo enumera otra pega, a futuro, y no sólo de Zabalgana sino de toda Vitoria, y es la dependencia económica del sector de la automoción, en concreto, de la planta de Mercedes.

"Desgraciadamente, la industria del automóvil no va a volver a ser lo que fue y espero que no tengamos que sufrir cierres traumáticos sino que sea un lento declive, pero la situación no tiene vuelta atrás y en Zabalgana mucha gente trabaja en Mercedes o industrias que tienen que dependen de la factoría germana", reflexiona.

su niña bonita

Los huertos urbanos de Zabalgana son, sin duda, su niña bonita. También aprecia la apuesta del CEA por restaurar el río y le gusta tomar una consumición en las terrazas de los bares que dan a los coquetos puentes y pasarelas de madera. "Es un sitio agradable, con bares majos y buen servicio; el problema es cuando llega el invierno y sopla el gélido viento del Gorbea, infernal, pero en verano hay muy buen ambiente", se congratula.

Y cómo no, caminar por el parque de Zabalgana y adentrarse en el bosque, "más ahora que podemos pasear hasta Armentia", resalta. En definitiva, a pesar de su controvertida gestación, Juan Ibarrondo aplaude la travesía que ha hecho Zabalgana. "Es buena y hay que seguir en esta línea", dice.

Eso sí, "siempre reivindicando, porque la periferia de Vitoria siempre es secundaria para los mandatarios, y hasta cierto punto lo entiendo, ya que el centro de la ciudad siempre será el centro, donde todos vamos y, por eso, tiene prioridad. Sin embargo, en los barrios periféricos como Zabalgana, la población también tienen necesidades", concluye este zabalganazale de pro.

barrios de vitoria

Ganan población. Zabalgana, Aretxabaleta, Salburua, Zona rural noroeste, Ali-Gobeo.

Pierden población. Ensanche, Lakua-Arriaga, Coronación, Santa Lucía, Lovaina, Zaramaga, Santiago, Mendizorroza, El Pilar, Judimendi, Gazalbide, Casco Viejo, san Cristóbal, Arana, Aranzabela, Desamparados, Zona rural este, El Anglo, Abetxuko, Adurza, Ariznabarra, San Martín, Aranbizkarra, Sansomendi y Txagorritxu.

Los que más crecen. Zabalgana (+661 habitantes), Aretxabaleta (+255) y Salburua (+148)

Los que más población pierden. San Martín (-328), Aranbizkarra (-197) y Sansomendi (-146).

El más poblado. Zabalgana (28.133 censados).

"Las AMPA de padres y madres le han dado un impulso muy fuerte para que Zabalgana sea un barrio vivo"

Vecino de Zabalgana