las brujas que habitan en una torre encantada se les ha escapado todo un arsenal de objetos mágicos: escobas, sombreros, libros de conjuros y hasta sus frascos de pócimas. Como si del peor de los maleficios se tratara, todos ellos han volado de sus estanterías, justo en la noche de Halloween, cuando estaba prevista su gran cena. Sin embargo, el vitoriano Iván Losada ha dado con la varita mágica para ponerlos tal y como estaban, gracias a Ordered Witch, un juego de cartas con meeples (piezas que en este caso representan a una sorgina) que ha diseñado bajo el sello de Afrogame.

La dinámica de este juego, de dos a cinco participantes, dice que es "sencilla, divertida e incluso familiar", porque gusta tanto al benjamín de la casa como al abuelo. A ello se debe su trama hechizante, gracias a ese sano pique de intentar ser el más brujo a la hora de poner en el sitio correcto todos esos objetos escapados con la misión de ser el primero en llegar a lo más alto de la torre, tras subir una escalera.

"Los que lo han probado, están encantados", resume Losada respecto a esta creación que lleva el sobrenombre de Un juego de brujas ordenadas, y que tiene en varias versiones: la estándar, desde los 7 años; otra más infantil, a partir de los 5 años y sin la posibilidad de lanzar hechizos ni recibir maldiciones; y, finalmente, un modo ultrarrápido. Y eso que la estándar dura como mucho 20 minutos, pero la rápida acorta todavía más los tiempos, dejándolos en unos 2-3 minutos, ya que en vez de subir por las escaleras, la misión consiste en quedarse sin cartas el primero. Pero, como sucede con casi todo en esta vida, Ordered Witch tiene un pero y es que le falta el suficiente dinero para que este juego de cartas (que incluye una caja para contener la baraja, un libro de conjuros o instrucciones y meeples) pueda llegar a las tiendas de Álava.

Por esta razón, Losada se ha conjurado con Verkami (www.vkm.is/orderedwitch), una plataforma especializada en financiar proyectos creativos. En este caso, con el fin de recaudar 2.500 euros que es el "objetivo mínimo" para que llegue a los establecimientos. La fórmula para ello es sencilla: se hace una donación o "aportación mágica", que puede ser desde un euro, y el mecenas de turno puede elegir si quiere como recompensa una unidad del juego de Losada por 14 euros (gastos de envío incluidos) o comprar otro tipo de packs, que incluyen tazas y juegos de cartas adicionales. "Si aportas y no llegamos a la cantidad fijada, se devuelve el dinero porque la filosofía del crowdfunding es esa. Si conseguimos el objetivo, a cada mecenas le llega la recompensa que ha elegido y se pueden hacer más copias que se distribuirán por las tiendas que quieran. Y si se supera, se podrían hacer mejoras en el juego. Las calidades van aumentando, de manera que por el mismo precio podrías llegar a tener un juego con todos los extras", precisa.

Esos 2.500 euros está muy cerca de alcanzarlos porque el viernes ya había reunido unos 1.900 euros. "Me ha sorprendido cuando me han pasado la lista de todos los que han aportado, porque todavía no soy muy conocido en el mundo, y eso que todavía faltan mis compañeros de trabajo. Las campañas de gente famosa sí que se pueden costear en dos o tres días, pero en las de los que no somos tan conocidos suele costar muchos días".

Es precisamente el hecho de no ser tan conocido la parte que considera que ha sido más difícil de todo el proceso. "Lo más complicado es el darte a conocer. Como todo en la vida, cuando haces algo por primera vez, tiene que ser algo muy bueno para que la gente no tenga tanto miedo. Al final, el camino es mucho más difícil cuando eres novel", agrega

Y la más gratificante "es que todo el mundo que ha probado el juego, los niños y los mayores, les ha encantado. Ver su cara cuando está jugando es muy gratificante. Yo tengo muchos juegos, pero a veces sale uno en el que la mecánica es tan sencilla, como este, en el que tiene mucha rejugabilidad que ha salido divertido".

Todo un reto para este ingeniero de Michelin, que hace esto "por un hobby que me inculcaron mis padres desde pequeño y que ahora he pasado a diseñarlos", porque está muy a gusto con su trabajo actual, y porque también es consciente de lo difícil que es ganarse la vida como creador de juegos de mesa y eso que ya lleva unos ocho prototipos, como prefiere denominarlos, creados. "Juegos de mesa no los quiero llamar como tal hasta que no llegan a tienda. Yo tengo muchos prototipos. Ya he firmado dos: este y otro que se va a llamar Alebrijes, inspirado en los fantásticos animales de colores, del Día de los Muertos de México, que salen en la película Coco".

Hasta ha pensado en las personas daltónicas para que no tengan problemas a la hora de distinguir colores, incluyendo animales diferentes en las cartas. "Están añadidos para que puedan distinguir cada familia de objetos. Por ejemplo, las rojas tienen al murciélago; las verdes, al sapo; las amarillas, al búho; y las azules, al gato", aclara.

Ahora Losada solo espera poder hacer realidad su "sueño" de sacar adelante este juego de mesa al que decidió "darle una vuelta" en pleno confinamiento, "al estilo print-play", cuando decidió mandárselo a sus compañeros de trabajo con hijos para entretenerles, "haciendo un juego de cartas sencillo y que se pudiese imprimir cada uno en su casa, porque antes de eso ya lo tenía creado. Lo que hice en ese tiempo fue darle forma".

Iván Losada, creador de Ordered Witch explica que se empieza robando seis cartas y en cada turno se van bajando los objetos mágicos que se han desordenado. "Vas a ir colocando familias en el centro de la mesa, de cuatro en cuatro, que pueden ser de pociones, y puedes bajar una verde y otra azul, como si fueran parejas, y luego otra persona, irá añadiéndola a la estantería hasta que se complete con cuatro. A medida que se vaya completando cada familia, se va a puntuar y vas a subir, con tu meeple, por una escalera".

Y si además el jugador se va quedando sin cartas, va a puntuar más, "porque hay un punto por cada estantería que haya en ese momento en la mesa y subirás la escalera tantos puntos consigas. Y volverás a robar seis, en cuanto te quedes sin cartas, porque los objetos mágicos están venga volar de las estanterías. Es así todo el rato hasta que al final alguien llega a lo alto de la torre".