En un tranquilo pero constante goteo, los primeros alaveses menores de 30 años no pertenecientes a colectivos esenciales recibieron ayer en el frontón de Lakua la primera dosis de la vacuna contra el covid-19.

Abrieron esta fase crucial de la campaña por la crítica situación de la pandemia en las calles alrededor de 1.000 jóvenes, en su inmensa mayoría veinteañeros. Uno de los grupos con los que el coronavirus y su contagiosa variante delta más se está cebando durante este verano. De ahí que, entre los más madrugadores en el vacunódromo de Vitoria, fuesen habituales las palabras de alegría y alivio.

"Todo el mundo se debería vacunar"

"Creo que todo el mundo se debería vacunar para que estemos todos más tranquilos con esta situación y pasarlo cuanto antes. Así que vacuna 100%", aseguraba en conversación con este periódico Ainhoa Peña, de 23 años, una de las primeras gasteiztarras en recibir su dosis durante la mañana.

Este cupo, que abarca a los jóvenes de entre 16 y 29 años, comenzó a ser vacunado en todos los casos con el preparado de Pfizer, que requiere un segundo pinchazo a las tres semanas.

Una vez superado el trámite, Peña confesaba sentirse "ya un poco más tranquila". "Vas viendo que todo el mundo se empieza a vacunar y estoy muy contenta", remarcaba esta joven, "convencida desde el principio" de la vacunación y "con muchas ganas" de volver a la normalidad tras cerca de año y medio de pandemia. "Se hace un poco pesado. Creo que ya estamos todos cansados de la situación", reconocía.

Diferentes motivaciones

Por esa tranquilidad, por proteger mejor a los seres queridos, por evitar las molestas -y caras- PCR a la hora de viajar... Las motivaciones entre los veinteañeros que durante la mañana y -en mayor número- la tarde pasaron por Lakua fueron de lo más variopintas.

Empieza la vacunación en los menores de 30 años.

Empieza la vacunación en los menores de 30 años.

"Tenía ganas sobre todo porque en mi casa todo el mundo está vacunado y por ser uno más", confesaba Jon Maiz Masedo, de 24 años, "contento" tras recibir la vacuna y sin sentir ningún tipo de dolor. "No me ha hecho nada", reconocía el joven, mientras esperaba a que pasaran los 15 minutos de rigor tras el pinchazo para poder abandonar el recinto.

Muy cerca se encontraba Katerin Sánchez, de 23 años, que también estaba "esperando" con ganas a que llegase este día. A esta joven le ha animado a vacunarse, principalmente, la "seguridad", el hecho de proteger a sus seres queridos. "Vivo con mi madre, que ya está vacunada, pero por si acaso", remarcaba.

"Incertidumbre"

"Con ganas de que ya termine todo", aunque ahora "ya mejor", Sánchez reconocía que ha vivido muchos momentos de "incertidumbre" a lo largo de esta larga crisis sanitaria.

Uno de los más jóvenes ayer en el frontón vitoriano fue Yeray Sáenz, de 20 años, que el día en que Osakidetza abrió las citaciones para su grupo de edad llamó por teléfono hasta en cuatro ocasiones hasta que consiguió un hueco.

Satisfecho, este joven admitía que su mayor motivación a la hora de vacunarse es poder escaparse a partir de ahora con la tranquilidad de no tener que hacerse un test diagnóstico. "Así no tengo que hacer la PCR para irme de vacaciones", reconocía, un trámite que sí tuvo que cumplir en junio para una salida anterior.

Segundas dosis

Según los datos en poder de la OSI Araba, a lo largo del día de ayer estaba prevista la inoculación en Lakua de un total de 1.089 primeras dosis de Pfizer, destinadas en su gran mayoría a estos jóvenes de menos de 30 años, y casi 2.000 segundas del mismo preparado, el 66% del total. Estas últimas fueron administradas a gasteiztarras mayores de 30 que de esta manera han completado ya su pauta de inmunización.

Mientras se avanza con la vacunación de estos grupos, a partir de mañana regresarán al frontón los sexagenarios que están pendientes de recibir la segunda dosis de AstraZeneca. La gran mayoría tiene entre 66 y 69 años, por lo que finalizar su inmunización es ahora clave para evitar más ingresos y cuadros graves.

Una fase crucial. Los primeros alaveses menores de 30 años no pertenecientes a colectivos esenciales recibieron ayer en el frontón de Lakua la primera dosis de la vacuna contra el covid-19. Abrieron esta fase crucial de la campaña por la crítica situación de la pandemia en las calles alrededor de 1.000 jóvenes, en su inmensa mayoría veinteañeros. Uno de los grupos con los que el coronavirus y su contagiosa variante delta más se está cebando durante este verano.

Con Pfizer. Este cupo, que abarca a los jóvenes de entre 16 y 29 años, comenzó a ser vacunado en todos los casos con el preparado de Pfizer/BioNTech, que requiere un segundo pinchazo a las tres semanas.

Los sexagenarios, mañana. Mientras se avanza con la vacunación de este grupo y la inmunización completa de los mayores de 30 años, a partir de mañana regresarán a Lakua los sexagenarios que están pendientes de recibir la segunda dosis de AstraZeneca.

1.089

Primeras dosis del preparado de Pfizer tenía previsto inocular a lo largo del día de ayer la OSI Araba en el frontón de Lakua. La mayoría se administró a personas menores de 30 años.

66%

De las 3.051 vacunas puestas ayer en el frontón, todas ellas de Pfizer, fueron segundas dosis a personas de más de 30 años.

"Con la vacuna ya no voy a tener que hacer más PCR para irme de vacaciones"

20 años

"Me da seguridad. Vivo con mi madre, que ya está vacunada, pero por si acaso"

23 años

"Todo el mundo se debería vacunar para que estemos más tranquilos"

23 años

"Tenía ganas porque en mi casa todo el mundo está vacunado y por ser uno más"

24 años