La carrera profesional y académica de la vitoriana Mercedes Maroto-Valer es la de una batalla personal y laboral contra el cambio climático que ha sido, además, reconocida. La universidad de Delft, de Holanda, por ejemplo, la invistió en 2019, con el título de doctora honoris causa, en una ceremonia el 11 de enero. "Este reconocimiento es un gran honor ya que reconoce no solamente mi trayectoria científica, sino también la labor de todo mi equipo investigador", explicó entonces orgullosa a este diario esta investigadora.

Su trayectoria científica y, en concreto, su trabajo en las áreas de sistemas energéticos de bajo carbono, captura y almacenamiento de CO2 y combustibles solares le valieron este reconocimiento, siendo la primera mujer científica española en obtenerlo. "Recibir la distinción doctora honoris causa es un gran honor y más cuando lo otorga una de las mejores universidades a nivel mundial en el área de la ingeniería", destacaba esta licenciada en Química por la Universidad del País Vasco, que estudió en los colegios San Martín y San Viator, hizo el doctorado en Glasgow y amplió estudios en Estados Unidos, donde fue profesora en Pensilvania.

Si bien, no es su único premio, puesto que, entre otros muchos, en junio de 2018 la sociedad de científicos españoles del Reino Unido (CERU) concedió a esta catedrática el Merit Adward Ceru 2018 por su amplia carrera científica, fundamental en el avance de la ciencia. Además, también ensalzó a Maroto-Valer "como un destacado modelo a a seguir para las mujeres en ciencia y tecnología". Precisamente, entre sus retos personales, estaba el de aumentar la presencia femenina en la investigación. Y aunque en su caso "no ha sido fácil", ella ha tenido la suerte de poder contar con el apoyo de su familia, como destacaba esta investigadora que ha firmado también medio millar de publicaciones científicas.