l pasado 10 de abril la Cofradía de la Virgen Blanca recordaba en una eucaristía presidida por monseñor Elizalde los 100 años de la proclamación canónica de la Virgen Blanca como patrona de la ciudad. Era la confirmación oficial por parte de la Iglesia de una devoción ancestral de los vitorianos. El entonces obispo de Vitoria, monseñor Eijo y Garay, lo explicaba en la carta remitida a Benedicto XV en la demanda de la proclamación canónica: "Los fieles cristianos de la ciudad de Vitoria veneran con el fervor de la gran devoción de sus antepasados, principalmente desde comienzos del siglo XVII, a la Santísima Virgen María, bajo la advocación de La Blanca o de las Nieves, y el Ayuntamiento la eligió y proclamó Patrona principal de la ciudad en 1820." Pero faltaba la sanción canónica de ese patronazgo que sería confirmada cien años después.

Esta no es la única efemérides que celebra la ciudad de Vitoria vinculada con su patrona, ya que una exposición, "antológica e histórica" que se abre este mes de mayo bajo el título de Luces para la Ciudad recordará los 125 años de la creación del Rosario de los Faroles. El Rosario de los Faroles es una de las citas tradicionales del programa religioso en el primer día de las fiestas patronales.

En la noche del 4 de agosto, víspera de la festividad de La Blanca, salvo por lluvia o pandemia, miles de personas jalonan el recorrido que hace la colección, única en el mundo, de farolas y carrozas iluminadas. Este singular patrimonio se puede visitar durante el año en el Museo de los Faroles. Ahora, cuando se cumplen 125 años de su creación, una exposición en la Sala Fundación Vital permitirá a los visitantes conocer muchos y, algunos inéditos, datos sobre esta joya artística y de devoción popular.

El comisariado de la exposición corre a cargo de la historiadora, documentalista y cofrade María Camino Urdiain. El horario de la muestra es de martes a sábado de 18.00 a 20.30 horas. Domingos y festivos, de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 20.30 horas.