La Primera Sala de la Corte Suprema de Brasil alcanzó este viernes la mayoría de votos necesaria para rechazar las últimas apelaciones del expresidente Jair Bolsonaro y confirmar la pena de 27 años de cárcel por golpismo dictada en septiembre pasado.

Primero se manifestó el juez Alexandre de Moraes, relator del juicio contra el líder de la ultraderecha, y luego se pronunciaron en el mismo sentido los magistrados Flávio Dino y Cristiano Zanin, con lo que se llegó a tres de cuatro votos y a la mayoría necesaria para que la apelación sea negada.

El análisis de los recursos comenzó este mismo viernes en la plataforma electrónica de la Primera Sala y los jueces tenían tiempo para pronunciarse hasta el próximo día 14. Sin embargo, la mayoría se formó apenas unas seis horas después de iniciado el proceso.

"No hubo ninguna omisión" en la sentencia, que "declara las circunstancias judiciales desfavorables" para Bolsonaro, por lo que se considera "inviable el argumento de la defensa", indicó De Moraes en el voto que publicó en el sistema informático del tribunal, unos argumentos que fueron compartidos por Dino y Zanin.

Ahora solo falta el voto de la magistrada Carmen Lucia Antunes, que será la última en pronunciarse, pues el juez Luiz Fux, hasta ahora integrante de la Primera Sala, acaba de separarse de ese tribunal y optó por no participar en esta fase final del proceso.

Aún cuando la mayoría ya está establecida, cualquiera de los jueces podría cambiar de posición antes de que el resultado sea oficialmente proclamado. Sin embargo, esa posibilidad es más que remota y la sentencia a 27 años de cárcel para Bolsonaro parece ya confirmada.

Estas apelaciones, conocidas en la terminología jurídica brasileña como 'embargo de declaración', eran los últimos recursos que podían intentar los abogados de Bolsonaro y, una vez negados, el próximo paso será que el tribunal defina el lugar de reclusión.

En los documentos que presentaron al recurrir la sentencia, los abogados de Bolsonaro insistieron en un supuesto "cercenamiento" del derecho a la defensa, en que no contaron con tiempo suficiente para analizar la vasta documentación recopilada contra su cliente y en que la Corte Suprema no tendría competencias para juzgar ese caso.

También pedían una reducción de la pena, fijada en 27 años y tres meses de cárcel, el pasado 11 de septiembre.

Todos esos argumentos ya habían sido presentados y rechazados por el tribunal durante las fases anteriores del proceso, tal como ha ocurrido este viernes.

Bolsonaro fue condenado tras ser considerado culpable de haber tramado una conspiración para impedir la toma de posesión del actual mandatario, el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, quien le derrotó en las elecciones de octubre de 2022.

Ese complot contra el resultado de las urnas, que Bolsonaro nunca reconoció, habría llevado al asalto a las sedes de los tres poderes del Estado del 8 de enero de 2023, cuando miles de activistas de la ultraderecha intentaron convencer a las Fuerzas Armadas paraa derrocar a Lula, que había asumido una semana antes.