El próximo 13 de noviembre arrancará en el Navarra Arena de Pamplona el Campeonato del Mundo de Trampolín por Edades con representación alavesa. Oier Ponti, de tan solo 16 años, participará en la modalidad de tumbling en la que busca firmar una buena actuación tras proclamarse campeón de Euskadi todos los años desde 2019.

No obstante, Omar García, uno de sus entrenadores en el Club Mayuelu, es consciente del alto nivel que existe en una competición de estas características, así como de la dificultad que supone competir contra otros atletas con una mayor preparación a sus espaldas.

“Vamos sin grandes expectativas y esta experiencia nos va a servir más que nada de rodaje. En el plano nacional tenemos un gran nivel, pero a nivel internacional hay grandes deportistas que nos superan con creces. Si tenemos un buen día, tal vez podamos lograr algo”, asegura el preparador.

En la modalidad del tumbling, Oier Ponti aterriza en una colchoneta. Jorge Muñoz

Tampoco lleva muchas expectativas el propio Oier, quien admite que el nivel internacional es mucho más elevado. El joven atleta tampoco cree que pueda albergar opciones de gloria, hecho por otra parte que no le quita ni mucho menos las ganas de competir.

“Estoy muy emocionado y contento por la cita. Ya participé en una Copa del Mundo en julio, pero aquello nada tenía que ver con lo que es un Mundial como este. Eso sí, preferiría que hubiese sido un poco más lejos para viajar algo más”, relata Oier.

Volar y girar

El tumbling, modalidad en la que debutará Oier en un Mundial el próximo viernes 14 de noviembre, se trata de una asombrosa disciplina de la gimnasia que consiste en encadenar saltos, volteretas y piruetas sin detenerse a medida que los atletas avanzan por una pista larga.

Omar lo define como una carrera que termina en colchoneta: “Lo que más destaca en los entrenamientos es la explosividad. Se trata de repetir una y otra vez lo mismo aumentando poco a poco la dificultad”.

Oier vuela durante uno de sus entrenamientos. Jorge Muñoz

La participación de Oier será en el Campeonato del Mundo Júnior por Edades, que tendrá lugar del 13 al 16 de noviembre. Durante estos días, este mismo escenario está albergando el Mundial de la categoría absoluta (sénior), a la que Oier espera llegar cuanto antes según su entrenador. “La idea es seguir trabajando a la par junto a la federación y esperamos que el año que viene pueda llegar ese salto a la máxima categoría”, refrenda Omar.

Por el momento, Oier tendrá que conformarse con debutar en el Mundial en la categoría júnior. “Si sigo progresando tan rápido quizá pueda dar el paso a sénior, lo cual me da un poco de miedo porque eso ya es el nivel absoluto. Allí ya están los mejores”, desvela Oier.

Lo cierto es que el atleta gasteiztarra va por el buen camino y a sus 16 años ha encontrado en el tumbling una pasión que llegó a su vida de forma muy inesperada: “Yo nunca había practicado nada del estilo, pero mi familia siempre me dice que estaba destinado a esto porque de pequeño siempre me pasaba el día dando volteretas”.

En el parón de Navidad de finales de 2017 e inicios de 2018, una amiga de Oier le comentó al grupo de amigos que había visto un cartel sobre un campus navideño relacionado con este deporte. Fueron a probar y tras las grata experiencia repitieron a los pocos meses y así ha llegado Oier hasta el día de hoy.

“Aunque no lo parezca me sigo mareando. Cuando pasas de base a élite tienes que hacer el doble de saltos y se hace duro. Algunas veces termino con las manos rojas y doloridas de tantos giros”, declara.

Oier Ponti participará en la modalidad de tumbling, giros y volteretas constantes. Jorge Muñoz

Dificultades en el camino

El trayecto de Oier no ha sido fácil hasta llegar al Mundial. El joven deportista vitoriano ha tenido que enfrentarse durante su trayectoria a diferentes adversidades que ha ido sorteando de la manera que ha podido hasta la actualidad.

Su técnico subraya el exigente trabajo que realizan en “condiciones precarias” todas las semanas: “Tenemos dificultades enormes para poder sacar un buen rendimiento, así que los resultados tienen mérito. Para empezar, no hay instalaciones fijas, tenemos que montar y desmontar una pista hinchable cada vez que entrenamos”, lamenta.

Además, Omar recalca que cuentan con un material que está “obsoleto” y también puntualiza que los deportistas de alto nivel entrenan “cuatro horas diarias”, mientras que ellos, debido a estas limitaciones, se tienen que conformar con “seis horas semanales”.

Oier Ponti, en el centro de la fila superior, posa junto al resto de gimnastas del Club Mayuelu. Jorge Muñoz

Al igual que su entrenador, Oier Ponti ve la mayor dificultad en no poder contar con “espacios fijos” para entrenar: “No tenemos un tumbling real que son 25 metros, lo que usamos es una especie de airtrack de unos 14 metros”, precisa.

El Club Mayuelu utiliza tan solo un tercio del polideportivo de Ibaiondo para llevar a cabo sus sesiones. Estas condiciones precarias con las que deben lidiar no han sido un impedimento para obtener buenos resultados a nivel estatal, hecho que sorprende al ver las circunstancias en las que se ejercitan.

Oier logró el tercer puesto en el Campeonato de España en 2022 y 2023 en la categoría base de tumbling. Además, el gasteiztarra también cuenta en 2023 con un tercer puesto en doble mini-tramp. Ya en la categoría élite, en 2024, obtuvo un segundo puesto en tumbling y una sexta posición en la modalidad de mini-tramp.

Oier Ponti buscará elevarse hasta lo más alto en el Navarra Arena. Jorge Muñoz

Todo esto lo logró mientras compaginaba sus entrenamientos con los estudios de Secundaria y ahora la oportunidad del Mundial le ha llegado en su primer año de Bachillerato, donde Oier estudia la rama científico-tecnológica.

“Entrenar a la vez que las clases lo llevo bien, no me roba mucho tiempo. Al fin y al cabo, como no entrenamos mucho a la semana y los exámenes aún no han empezado, pues de momento voy bien. De hecho, los primeros coincidían con el Mundial y me los han tenido que cambiar”, concluye Oier.