El plan Bizi Berri III, la hoja de ruta del Gobierno Vasco para modular las restricciones frente a la pandemia, no sólo abre la puerta a la desactivación de los confinamientos municipal y provincial en el actual nivel 3 en que se encuentran Álava y Euskadi, sino también a flexibilizar otras medidas.

Y una de las más importantes es la relativa a las reuniones sociales, actualmente limitadas a sólo cuatro personas. Será el consejo asesor del LABI el que este próximo viernes adopte una decisión definitiva al respecto, pero la posibilidad de que ese número máximo de individuos que pueden reunirse a la vez se incremente hasta los seis estará también sobre la mesa de las autoridades.

Según los últimos datos aportados por el Departamento vasco de Salud, Euskadi registra una incidencia acumulada de 251,08 casos de covid-19 por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, una tasa que en Álava se encuentra en 257,72.

Un abanico de cuatro a diez personas

El escenario sigue siendo en el territorio de "transmisión tensionada", pero el ya citado Bizi Berri III se abre a "valorar" la posibilidad de que los encuentros puedan ampliarse hasta un máximo de seis personas por debajo de los 300 casos por 100.000, la barrera que separa el nivel 3 del 4, donde la transmisión ya se considera "alta". Por encima de esos 300 casos, las reuniones serían en todo caso de un máximo de cuatro personas, como en la actualidad.

En el lado contrario, sólo por debajo de los 60 casos por cada 100.000 residentes -en el nivel 1 de Bizi Berri- las reuniones podrían ampliarse a un máximo de diez personas, un escenario desconocido en Álava y en Euskadi desde mediados del pasado octubre.

Fue en el LABI celebrado el sábado 17 de ese mes, momento en el que Euskadi registraba una incidencia de 296,41 positivos por 100.000 y una tendencia claramente al alza, cuando las autoridades vascas decidieron acotar los encuentros sociales a un máximo de seis personas.

Tras llegar a un nuevo pico de contagios en noviembre, cierre hostelero incluido, el territorio logró doblegar la curva sin más limitaciones a las reuniones. Incluso, llegó a permitirse que los encuentros fueran de hasta 10 personas en Nochebuena y Navidad.

Desde finales de enero

Superadas las fiestas, y con los contagios de nuevo desbocados, el LABI del 23 de enero restringió por primera vez en lo que va de segunda ola las reuniones hasta un máximo de cuatro personas, el marco que se ha mantenido hasta el día de hoy. Euskadi acababa de entrar entonces en zona roja, con una incidencia acumulada de 507,48 positivos por 100.000. Con todo, cabe recordar que el LABI de pasado mañana tendrá en cuenta otros indicadores al margen de esta tasa a la hora de flexibilizar -o no- cualquier medida.

Indicadores. Al margen de la tasa de incidencia del covid-19, el LABI tendrá también en cuenta a la hora de flexibilizar -o no- las actuales restricciones otros indicadores que no están presentando la misma buena evolución. Son, por ejemplo, el índice de reproducción (R0), que en las últimas horas ha aumentado a 0,88, la ocupación de camas UCI -ayer creció de 120 a 121-, la trazabilidad de casos -que ha empeorado del 50 al 49,1%- o la incidencia entre los mayores de 65, que se ha estancado en 157,37 casos por 100.000.