a mejora de la situación epidemiológica sugiere una flexibilización temprana de las duras restricciones vigentes, aunque habrá que esperar a lo que depare la próxima reunión del consejo asesor del LABI de este viernes para salir de dudas.

Porque si bien es cierto que todos los indicadores muestran desde hace varios días una tendencia muy positiva en Álava y Euskadi, también lo es que la incidencia del covid-19 sigue siendo elevada a nivel local y que la caída de los contagios se ha ralentizado.

Con sendas tasas de 252,57 y 255,03 contagios por cada 100.000 habitantes, respectivamente, tanto el territorio como el conjunto de la CAV se encuentran a día de hoy en el nivel 3 de los cinco que establece el plan Bizi Berri III, aprobado por el Gobierno Vasco el 12 de febrero, por lo que la transmisión del virus se considera "tensionada".

Posible desactivación

Sin embargo, las autoridades de la CAV contemplan en este escenario la eliminación de varias de las limitaciones a la movilidad actualmente en vigor, incluido el cierre perimetral de todos los municipios de la CAV y también el confinamiento de sus tres territorios históricos.

Incluso, el Gobierno Vasco se abre a "valorar la desactivación" del cierre perimetral de la comunidad autónoma, aunque esta posibilidad parece a día de hoy mucho más remota.

Lakua decretó por última vez el cierre perimetral de las tres provincias de la CAV el 11 de enero, cuando la incidencia acumulada global ascendía hasta los 305,4 casos por 100.000 habitantes y la evolución de la pandemia era claramente negativa. Ahora, la tasa es menor y los contagios siguen, aunque lentamente, a la baja.

Apenas dos semanas después, el 22 de enero, LABI decretó el actual cierre municipal coincidiendo con la entrada de Euskadi en zona roja, con una tasa de 507,48. Tres semanas después, el Gobierno Vasco flexibilizó ligeramente la normativa permitiendo a la población moverse entre municipios colindantes para desarrollar actividades socieconómicas y deportivas.

Aunque la incidencia del virus se ha reducido más de la mitad en Álava y Euskadi en poco más de un mes, Lakua tendrá en cuenta a la hora de tomar su decisión definitiva otros indicadores como el impacto del virus en los mayores de 65 años -también a la baja-, la presión asistencial -todavía alta- o el índice de reproducción, que ayer se situaba en 0,87 en Euskadi.

Escenario 3. Con una incidencia acumulada de 255,03 casos por cada 100.000 habitantes, Euskadi se encuentra en el nivel 3 de "transmisión tensionada" de los cinco que establece el plan Bizi Berri III. En teoría, bajar de los 300 casos por 100.000 implicaría la desactivación tanto del cierre perimetral de todos los municipios vascos como el de sus tres territorios históricos. Incluso, Lakua se abre a "valorar la desactivación" del cierre perimetral de la CAV, aunque esta posibilidad parece a día de hoy todavía lejana.