espués de más de un mes encerrada en casa, la población alavesa salió a respirar aire puro con más ganas que nunca. La práctica deportiva rebrotó, y el ansia de contacto con la naturaleza disparó el uso de las 24 vías verdes alavesas, muchas de ellas desconocidas hasta entones por buena parte de los habitantes del territorio. Cabe destacar, en ese sentido, cómo la pasarela de Olaranbe, que evita pisar asfalto en la salida de Vitoria de la vía verde del ferrocarril Vasco-Navarro, experimentó un incremento de visitantes del 60%, con 44.373 usuarios solo en junio, julio y agosto.

Ya antes, en mayo, recién salida la población del confinamiento, pasaron por la pasarela de Olaranbe 25.348 ciclistas y peatones. En el mismo mes de 2019 no llegaron a los 10.000. También experimentaron un importante crecimiento de usuarios, del 17%, el paso de Fresnedo; y el paso de la vía verde del Vasco-Navarro por Gamarra registró la afluencia de 38.204 visitantes, por los 14.332 del mes de mayo de 2019.

Tal y como explica el diputado foral de Medio Ambiente y Urbanismo, Josean Galera, “el aumento de ciclistas y peatones confirma a las vías verdes de Álava como una alternativa de ocio sostenible y saludable”, y en un contexto como el de la pandemia “muchos alaveses han redescubierto los espacios naturales del territorio, y son más conscientes del privilegio que supone vivir en Álava”, enfatiza

La red de vías verdes alavesas, además, se ha venido mejorando e incrementando en los últimos meses y años con diversas inversiones, entre las que destaca, por ejemplo, la apertura, el pasado mes de agosto, de la senda de Delika, una ruta verde de casi cinco kilómetros, que sale de la localidad amurrioarra y remonta el curso fluvial del río Nervión, con su salto como telón de fondo.

Se trata de un paseo de apenas 115 metros de desnivel, la mitad de los cuales se puede recorrer con bicicleta. Además, permite conocer varios espacios naturales de la Red Natura 2000, tales como la ZEC Arkamo-Gibijo-Arrastaria o la ZEPA Sierra Salvada.

Con una inversión de casi 200.000 euros, financiados al 50% por los fondos europeos Feder, la ruta cuenta también con un mirador con vistas a las cascadas, y en una fase posterior, la Diputación de Álava estudiará su conexión con la localidad de Orduña, en colaboración con la Diputación de Bizkaia.

Otras nuevas actuaciones han sido la unión, en 2019, del Camino Real de Postas con el Anillo Verde de Vitoria, o la habilitación, ese mismo año, de la Ruta de los Robles centenarios de Galarreta y Zalduondo. En este caso se trata de una ruta fácilmente accesible desde la autovía A-1 que nos permite conocer los grandes robles situados entre estas dos localidades, ejemplares trasmochos de roble albar (Quercus petraea), a los que durante muchos años se les realizaron podas que hacían engrosar su tronco desmesuradamente para la obtención de carbón. Además, bajo sus copas podía pastar el ganado. De entre todos estos ejemplares, hay dos que destacan sobre los demás; el Abuelo de Galarreta, en San Millán), con más de 8 metros de perímetro, y el Roble de Beorlatza, en Zalduondo), ejemplar híbrido con más de 7,5 metros de grosor. Del primero se dice que podría ser el roble de mayor perímetro de todo el País Vasco. Del segundo, que en el interior de su tronco hueco caben más de una docena de personas.

En enero de 2019 la Diputación de Álava concluyó el nuevo tramo de la Ruta Verde del Zadorra que une el Anillo Verde de Gasteiz con Jundiz y Crispijana, un recorrido de un kilómetro y medio por las riberas del río alavés por excelencia, espacio natural integrado en la Red Natura 2000. La intervención ha permitido, además, restaurar medioambientalmente antiguas superficies degradadas.

El nuevo itinerario verde favorece ya una salida amable y una conexión ciclable y peatonal para la población de Crispijana y, cuando finalice toda la ruta, para las poblaciones de Margarita y Lermanda, núcleos que se han visto afectados por el crecimiento del polígono industrial de Jundiz y que quedarán conectados con Gasteiz e Iruña Oka mediante la Ruta Verde del Zadorra.

De hecho, la primera parte de la ruta, que une Víllodas con Iruña Oka, se puso en servicio en julio del año 2017 con 4,7 kilómetros practicables. En total, el Departamento de Medio Ambiente de la Diputación de Álava ha invertido ya casi 300.000 euros en esta ruta, para la que se prevé un desembolso total de 850.000 euros. Todas las intervenciones están financiadas al 50% con los fondos europeos Feder.

Otra actuación reciente y destacable es la ampliación en 2017 del parque lineal del Nervión, dónde, a la altura de Amurrio, se instaló una pasarela de 68 metros de longitud que permite a ciclistas y peatones cruzar el río ayalés. Se trata de una estructura metálica en celosía y con tarima de madera tecnológica que supuso una inversión de 163.900 euros.

En la página web https://rutasverdes.araba.eus/es/rutas-verdess, que suman 1.236 kilómetros. Además, la página amplia los detalles con una detallada información sobre longitud, desniveles o dificultad de cada ruta o la duración de la misma tanto se si realiza sobre dos ruedas o a pie.

60%

La pasarela de Olaranbe, que forma parte de la Ruta del Vasco-Navarro, experimentó un incremento de visitantes del 60% durante el verano.