VITORIA - El cartel en un llamativo color naranja fosforescente que luce en el escaparate del número 8 de la calle General Álava es uno más de los letreros de este tipo que se vienen prodigando en los últimos meses en el corazón de la milla de oro de la ciudad y que anuncian el cierre de un nuevo local. En esta ocasión la bajada definitiva de la persiana corresponde al negocio de la cadena Santiveri, un herbolario especializado en productos de alimentación natural, nutrición y cuidados de la salud y el cuerpo.

Como si del maldito SARS CoV-2 se tratara, la pandemia comercial se propaga también de manera vertiginosa por la calle y salta de un local a otro sin distinguir el tipo de negocio al que inocular el aguijón del cierre definitivo. A escasos metros de Santiveri, también en la misma acera a la altura del número 4, hace menos de tres meses que cesó la actividad en el local de la emblemática floristería Díaz de Argote. El 31 de julio, María Jesús Argote puso fin a su dilatada trayectoria al otro lado del mostrador para disfrutar de su bien ganada jubilación. En esta ocasión los grandes carteles que anunciaron en los meses previos el cese de su actividad no fueron el gancho para seducir y despertar el interés de algún osado emprendedor que quisiera dar continuidad al negocio del envío y venta de flores, confección de ramos y ornamentación. Ese último día de julio se marchitó el colorido escaparate y la singular visión de los viandantes hacia la planta baja del local comercial que durante más de cien años distinguió a Díaz de Argote. Además del cierre de un comercio, Gasteiz se despidió también el 31 de julio de la floristería más antigua de Vitoria. Por su interior han desfilado muchos enamorados como punto desde el que remitir flores a su pareja, elegir el ramo para el día del enlace, tener el detalle para celebrar un nacimiento o cerrar el ciclo vital de un ser querido tras su fallecimiento.

En el transitar por General Álava hacia el epicentro comercial donde reinan las grandes franquicias textiles, asoma otra cartel que anuncia un local huérfano de movimiento. Se trata en este caso de Integral Sthetic, que desde el pasado mes de julio permanece vacío por el traslado de su actividad a la calle Florida.

CAMBIO DE TENDENCIA La intersección con la calle Dato marca el cambio de tendencia a partir del cual las tiendas de ropa, moda y complementos monopolizan la actividad y tratan de seducir a los clientes con la moda de más rabiosa actualidad. Sin embargo, el singular coronavirus del comercio también muestra las huellas de su letalidad en la zona central de la otrora deslumbrante General Álava. Un clásico de la ropa masculina como Massimo Dutti abandonó su local en el número 9 de la calle a finales de agosto. La reorganización de tiendas que Inditex está acometiendo en los últimos meses, se ha llevado por delante esta franquicia de corte italiano. Los devotos de sus diseños tendrán que desplazarse al local que aún está abierto en El Boulevard o adentrarse en el mundo digital para poder adquirir alguna de sus prendas, según reza en el cartel que está pegado en el que fue su escaparate.

En el tabique contiguo, otro gran local permanece sin actividad ya desde antes de la pandemia. La atrevida firma de ropa joven New Yorker bajó la persiana fechas antes de que llegara el confinamiento general para frenar la primera andanada del virus originado en la ciudad china de Wuhan.

Basta con mirar al otro lado de la traza por la que transita el metro ligero para verificar la presencia vacía de lo que fueron marcas como Uterque o Inside. En su día fueron negocios engullidos por la voracidad del inversor privado Juan María Uriarte durante la fase en la que acumuló un local tras otro en busca de articular un proyecto de relanzamiento comercial y urbanístico del cogollo comercial de Gasteiz. Un lustro después sigue sin concretarse no conocerse detalle alguno o fecha concreta y esa sucesión de locales cerrados contribuye a aumentar esa sensación de desierto comercial de General Álava. Incluso las oficinas comerciales también están en época de vacas flacas. A la altura del número 20 de la calle, en un primer piso cuelga también el anuncio de una luminosa oficina que espera encontrar nuevo propietario.

Dentro de esta línea de goteo continuo de cierres, el único desembarco concretado llega con la apertura del local de Barbour, en el número 16. No se trata de una nueva implantación en General Álava, sino del traslado de esta marca desde el local que anteriormente ocupaba en el número 1 de la calle Dato. Desde su escaparate se ofertan descuentos del 10% con motivo de la apertura.