Vitoria ha estrenado su nueva planta de recogida neumática, situada junto al centro comercial de Aretxabaleta. Con ésta, son seis ya las plantas de tecnología Envac que hay en la ciudad, y es además la séptima del total que hay en Gasteiz. Y es que se suma a las de Salburua, Casco Histórico, Ibaiondo, Zabalgana, Arkaiate y Mariturri.
En números absolutos, está previsto que esta nueva planta que recogerá inicialmente envases y residuos orgánicos de 900 viviendas, alcance en un futuro las 4.688, el equivalente -recuerda el Consistorio- a 14.000 habitantes. Eso quiere decir que se puede incluso quintuplicar el servicio que se da inicialmente. El sistema da servicio a Aretxabaleta, Gardelegi y Esmaltaciones, pero el alcalde, Gorka Urtaran, anunció ayer que la vocación es también ampliarlo a los barrios de Adurza y San Cristóbal, aunque no precisó, por el momento, cuándo se hará efectivo.
El sistema consta de una red de tuberías de 7.750 metros y 165 puntos de vertido, y anuncia el Consistorio que está prevista la recogida de 10,5 toneladas de residuos al día. Con la central de Aretxabaleta, los sistemas neumáticos de recogida de residuos en Vitoria llegarán a cubrir 34.800 viviendas, cifra que equivale a un total 107.200 habitantes. Esto supone el 42.9% de los vecinos de Vitoria.
Esta zona del sur de la ciudad será asimismo la primera zona de expansión del sistema de recogida de residuos probado ya en Ibaiondo, que aceptará además de materia orgánica, envases. "Este sistema, que en sus pruebas en Ibaiondo ha incrementado los ratios de calidad de la recogida de envases, luego se irá extendiendo al resto de la ciudad con la nueva contrata. Para el resto de residuos, Aretxabaleta dispondrá de contenedores", recordó el Ayuntamiento.
Desde la semana pasada y durante la presente, asimismo, se está informando acerca de los detalles de funcionamiento del sistema de recogida en el barrio, así como resolviendo las dudas que las y los vecinos puedan plantear.
El alcalde destacó además que la ubicación escogida -junto al centro comercial Aretxaplaza- es "la más adecuada para atender a todo el entorno. Se pretende buscar un espacio donde la ubicación sirva para que el servicio sea lo más rentable posible y alcance al máximo de domicilios posibles".
El presidente de Envac Ibérica, Carlos Bernad, estuvo presente también en el acto de presentación de esta nueva planta, y lo hizo acompañado del concejal de Planificación y Gestión Ambiental, César Fernández de Landa y el director de Operación y Mantenimiento de la empresa, Roberto Carlos Rello. Juntos, procedieron a la puesta en marcha simbólica de la central del barrio de Aretxabaleta e hicieron un experimento que ya es clásico al inaugurar este tipo de instalaciones. Firmaron con un rotulador un balón de baloncesto y lo depositaron en uno de los contenedores para, de vuelta en la planta, recogerlo y mostrar así el ciclo que siguen este tipo de infraestructuras.
Tras realizar una pequeña visita a las recién inauguradas instalaciones, Bernad destacó además que "con esta instalación, la ciudad de Vitoria está en un 40% de sus ciudadanos recogiéndole la basura con esta tecnología. Esta es la sexta planta de tecnología Envac que ponemos en funcionamiento y espero que sea igual de satisfactoria y la ciudad siga apostando por esta tecnología que contribuye en nuestra opinión a seguir ahondando en el concepto de sostenibilidad, donde Vitoria está a la cabeza como una de las mejores ciudades de Europa".
Urtaran también mencionó en el transcurso de su discurso términos como la sostenibilidad, o el desperdicio cero. La razón es que consideran que esta planta es un paso más en ese camino. "Estamos dando respuesta a una demanda vecinal. Este sistema nos permite ir ahondando en la economía circular y el residuo cero, por lo que todo el orgánico que se recoja se trasladará a la planta TMB (tratamiento mecánico biológico) para realizar compost, y todos los envases se reciclarán para un nuevo uso en la ciudad", concluyó.
900
La nueva planta de recogida neumática de Aretxabaleta recogerá inicialmente envases y residuos orgánicos de 900 viviendas.
