AGURAIN - El alcalde de Agurain, Ernesto Sáinz, considera "injusto" que "pueda parecer que en Agurain ha habido un incumplimiento generalizado del llamamiento a la responsabilidad", tras los incidentes ocurridos este fin de semana durante las 'no fiestas' de la localidad, que acabaron con dos jóvenes detenidos por incumplir las medidas de seguridad y cargar contra la Ertzaintza.

Para el primer edil, "el riesgo estaba ahí, porque lo estamos viendo en otras localidades muy cercanas", pero espera que los altercados no den una imagen diferente a la realidad de este fin de semana en Agurain, donde "me gustaría puntualizar que el 90% de los vecinos supieron atender el llamamiento a la responsabilidad desde el Ayuntamiento, la hostelería y la comisión de blusas y neskas". "Tengo que dar un 10 a la juventud aguraindarra porque se ha portado en estas no fiestas de Agurain, y un 0 a quienes fueron insolidarios", ha apuntado esta mañana en una entrevista en Onda Vasca.

Los hechos tuvieron lugar alrededor de la una y media de la madrugada del sábado al domingo, cuando patrullas de la Ertzaintza que realizaban labores de vigilancia detectaron una aglomeración de alrededor de doscientas personas en la zona del Casco Viejo, que según pudieron constatar, se disponían a celebrar las 'no fiestas' al haber quedado suspendidas. Tras comprobar que no se estaban respetando las medidas decretadas con motivo de la pandemia, pidieron por megafonía a los allí congregados que procedieran a disolverse.

En ese momento, un grupo comenzó a proferir insultos y lanzar botellas y otros objetos a las patrullas resultando un agente herido. Dos de los participantes en estos altercados fueron identificados y detenidos como presuntos autores de sendos delitos de desórdenes públicos y atentado a agente de la autoridad.

Sáinz, por un lado, quiere lanzar "un mensaje de condena y rechazo a los actos, que son graves y no hay que quitarles gravedad a algo como una quema de contenedores, algo que se repite dos o tres veces al año en Agurain y parecía desterrado", y por otro lado, aclarar que "la juventud, los vecinos y la hostelería se ha portado". También puntualiza que "no hablaría de un botellón". "Lo que pasó es que en el Casco Viejo, una vez que los bares cerraron, hubo gente que quiso continuar la fiesta y se concentraron allí. No me consta un botellón como tal", concluye.