- El incesante incremento de nuevos contagios por covid-19 comienza a tener ya un efecto preocupante en el sistema sanitario vasco. Y la OSI Araba, por desgracia, no es ajena a esta realidad. Mientras cientos de sus profesionales disfrutan de unas necesarias vacaciones tras el shock derivado de la primera ola de la pandemia, los casos de coronavirus están experimentando en las últimas semanas un crecimiento cada vez mayor y, en este contexto, la presión asistencial sobre la atención primaria y los hospitales del territorio no para de aumentar.

La primera, llamada a ser ahora el primer dique de contención contra el coronavirus, acumula desde hace días en sus consultas una actividad poco habitual para esta época del año. A las vacaciones de buena parte del personal y a las bajas, algunas de larga duración, se suma también el hecho de que parte de sus efectivos -personal de enfermería- está siendo reclutado para ocuparse del rastreo telefónico e informático de los nuevos casos. Además, las listas de contratación para sustituciones se encuentran bajo mínimos desde hace tiempo, una situación que también sufren el resto de OSI vascas.

Los segundos, mientras tanto, están padeciendo un inquietante aumento de ingresos que representan solo la punta del iceberg de lo que Osakidetza ya ha venido a denominar como segunda ola de la pandemia. El HUA-Txagorritxu, donde a día de hoy se encuentran hospitalizados todos los pacientes con cuadros graves de covid-19 en la ciudad de Gasteiz, ha duplicado sus ingresos en el plazo de poco más de una semana, y se sitúa ya en el entorno de los 25 y los 30 pacientes encamados a diario, en función de la jornada. La semana pasada oscilaron entre la docena y la quincena. Junto a ellos, hay otro cupo no menos importante de pacientes que ya han negativizado la enfermedad, pero que deben continuar ingresados para recuperarse por completo de las secuelas que les ha dejado la patología. Este nivel de crecimiento se repite en toda la red de Osakidetza, que sólo anteayer sumó 21 personas más hospitalizadas en planta, hasta llegar a las 110 en total, y mantiene a ocho más ingresadas en la UCI. Según confirmaron a este periódico fuentes de la OSI Araba, un paciente que se encontraba en planta fue derivado justo ayer a cuidados intensivos del complejo de José Atxotegi, que sumaba varios días sin ingresos por covid en esta unidad.

La evolución de la pandemia no es para nada halagüeña tras registrarse anteayer en la CAV un nuevo máximo de nuevos contagios desde la época de la cuarentena y la OSI se prepara ya para un muy probable incremento mayor de las hospitalizaciones en los próximos días, que se ha acentuado especialmente desde este pasado fin de semana.

Por el momento, como ya sucediese en los compases iniciales de la pandemia, Txagorritxu es el centro de referencia para atender a los pacientes más graves con covid-19. El hospital tiene a día de hoy tres áreas destinadas a los positivos que requieren ingreso, empezando por la séptima A, históricamente hogar de la unidad de Neumología. Ha sido, de nuevo, la primera área preparada específicamente para atender a estos pacientes, como ya lo fuese allá por el mes de marzo, y a ella se han unido ya las áreas A y D de la sexta planta. Esta última mantiene en la actualidad unos pocos pacientes con covid-19 que el centro de José Atxotegi prevé trasladar también a la séptima en los próximos días. La dirección de Txagorritxu tiene ya en mente, en función de la necesidad y como ya hizo en aquellos albores de la pandemia, ir adecuando sucesivamente, hacia abajo, las siguientes plantas para acoger a nuevos pacientes con covid-19. Entonces, el aluvión de ingresos hizo que todo el hospital tuviera que dedicarse en exclusiva a sacar adelante a pacientes con coronavirus y que necesitaran adecuarse también dos plantas del cercano edificio de consultas externas con camas, aunque por suerte finalmente no tuvieron que utilizarse. Gracias, en buena medida, al apoyo del HUA-Santiago y hospitales como el de Eibar.

En previsión de lo que pueda venir en las próximas semanas, y como ya avanzó la semana pasada la consejera de Salud, Nekane Murga, la OSI Araba está adecuando nuevas áreas en sus hospitales para hacer frente a un eventual incremento de ingresos de covid-19 que pueda volver a ponerlos al límite de sus capacidades. Uno de ellos es precisamente Santiago, que por ahora no acoge ningún paciente con coronavirus, pero donde la OSI Araba está ya preparando una área específica adicional para atender futuros ingresos. Por el momento, según adelantan las mismas fuentes, la dirección de la OSI Araba pretende mantener el centro de la calle Olaguíbel limpio de pacientes covid-19 "en la medida de lo posible".

A diferencia de lo que sucedió en marzo y abril, en los peores momentos de esta crisis sanitaria, buena parte de la infraestructura que la OSI Araba prevé que podría necesitar para dar respuesta a todos los cuadros graves de covid-19 se encuentra ya prácticamente montada. Es el caso de las dos citadas plantas de consultas externas, que durante esta nueva normalidad han recuperado su función original pero que en caso de un fuerte repunte de ingresos podrían ser habilitadas de inmediato con camas y respiradores. Una circunstancia al menos positiva que contrasta con el enorme desgaste físico y emocional que han acumulado durante esta pandemia los profesionales de la OSI, que en un importante número tratan estos días de recargar pilas con la previsión de que la segunda ola llegaría ya en otoño o, como pronto, a comienzos de septiembre. Lamentablemente, quedan todavía por delante dos semanas largas de agosto.

Tras varios de días de silencio institucional, la comisión de seguimiento del covid-19 se reunirá esta mañana en la sede de Lehendakaritza para analizar la evolución del virus en la CAV con la presencia del lehendakari, las consejeras de Salud, Desarrollo económico e Infraestructuras y Seguridad y el de Gobernanza pública y Autogobierno, así como varios altos cargos más. Posteriormente, comparecerá en rueda de prensa Nekane Murga, que tras las últimas advertencias y los acontecimientos recientes podría poner sobre la mesa nuevas medidas restrictivas para ralentizar la expansión del virus.

Situación preocupante. El reciente incremento de nuevos contagios por covid-19 comienza a tener ya un efecto preocupante en el sistema sanitario vasco del que la OSI Araba no es ajena. Mientras cientos de profesionales de Osakidetza disfrutan estos días de unas necesarias vacaciones tras el 'shock' derivado de la primera ola de la pandemia, los casos de coronavirus están experimentando en las últimas semanas un crecimiento cada vez mayor y, en este contexto, la presión asistencial sobre la atención primaria y los hospitales del territorio no para de crecer.

En primaria. Llamados a ser ahora el primer dique de contención contra el coronavirus, los centros de salud acumulan desde hace días en sus consultas una actividad poco habitual para esta época del año. A las vacaciones de buena parte del personal y a las bajas, algunas de larga duración, se suma también el hecho de que parte de sus efectivos -personal de enfermería- está siendo reclutado para ocuparse del rastreo telefónico e informático de los nuevos casos de covid-19. Además, las listas de contratación para sustituciones se encuentran bajo mínimos desde hace tiempo.

En el HUA. El hospital general de Gasteiz, concretamente Txagorritxu, está sufriendo un inquietante aumento de ingresos de pacientes con cuadros graves de covid-19. El centro de José Atxotegi ha duplicado sus hospitalizaciones en el plazo de poco más de una semana y se sitúa ya en el entorno de los 25 y los 30 pacientes encamados a diario, en función de la jornada. La semana pasada oscilaron entre la docena y la quincena. Junto a ellos, hay otro cupo no menos importante de pacientes que ya han negativizado la enfermedad, pero que deben continuar ingresados para recuperarse por completo de las secuelas que les ha dejado la enfermedad.

Áreas. Los pacientes hospitalizados con covid-19 permanecen por ahora en el área A de la séptima planta de Txagorritxu y en las A y D de la sexta, aunque en función de la evolución de la pandemia la OSI Araba prevé ocupar nuevas plantas hacia abajo. Santiago, por ahora, no acoge pacientes con coronavirus, pero Osakidetza está adecuando una área nueva para darles cabida si se requiere.

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Paciente que se encontraba en planta ingresó ayer en la UCI de Txagorritxu tras varios días sin ingresos por covid en esta unidad.