- La primera semana de vigencia del estado de alarma se ha saldado en la capital alavesa con 411 denuncias interpuestas por los agentes de la Policía Local a personas que, sin motivo justificado, se han saltado la obligación de permanecer en casa. Todos ellos se enfrentan ahora a sanciones que van desde los 600 euros en adelante en función de las apreciaciones y motivos que figuren descritos en el correspondiente boletín según figura en la Ley de Seguridad Ciudadana.

Además de las multas que corresponde tramitar al Ayuntamiento de la capital alavesa, los diferentes controles colocados por las calles de Gasteiz estos ocho días han supuesto la revisión de 1.506 vehículos. Además se procedió a interrogar a los conductores sobre el motivo del desplazamiento que les llevaba a estar transitando por el entramado urbano. A pesar de estos datos, quiso subrayar ayer el alcalde, Gorka Urtaran, en su comparecencia telemática el “cumplimiento ejemplar” de los ciudadanos para permanecer en sus domicilios. Admitió las “excepciones” que constituyen esa cantidad de sanciones y se mostró contundente a la hora de evitar la presencia de los ciudadanos en las calles sin motivo aparente. “Esa minoría debe saber que va a tener la correspondiente sanción”, declaró con contundencia.

Se refirió también el primer edil gasteiztarra al cambio de ubicación de las personas que viven en las calles de la ciudad. El domingo se decidió trasladar a todos ellos del recinto escolar de Pío Baroja al frontón de Lakua. La cifra total de personas en situación de exclusión residencial en aquel punto de Gasteiz es de 45. La gran mayoría de ellos (35) son usuarios que estaban en Pío Baroja y a ellos se les ha unido otra decena de alojados durante estos días en el Dispositivo de Atención Invernal (DAI). Con esta cantidad de personas que hacen del frontón su casa estas jornadas de alarma, se roza el lleno de una instalación prevista para dar cabida a 50 indigentes.